Menos mal que nos queda Gervais
Su humor no es para todos los p¨²blicos. No tengo nada en contra de los paladares que rechazan el sabor del caviar. Ellos se lo pierden
Es el mayor acto de afirmaci¨®n en la vida. Se trata de algo gozoso y liberador llamado risa. M¨¢s milagrosa a¨²n cuando la oscuridad y el aislamiento inundan todo. Existe un humorista genial que me dona ese regalo. Y dicen que es m¨¢s f¨¢cil re¨ªrse cuando lo compartes con otras personas, cuando existe la complicidad. Pero con Ricky Gervais yo sonr¨ªo en soledad y con frecuencia estalla la carcajada. Incluso me levanto para aplaudirle. Si una c¨¢mara oculta me filmara llegar¨ªa a la conclusi¨®n de que estoy zumbado en mi solitaria fiesta. Pues que me internen en una cl¨ªnica. A condici¨®n de que pueda ver los mon¨®logos o di¨¢logos de gente como Lenny Bruce, Groucho Marx, Tip y Coll, Gila, Coronas y Gervais.
El humor de Gervais no es para todos los p¨²blicos. No tengo nada en contra de los paladares que rechazan el sabor del caviar. Ellos se lo pierden. Este se?or es bajito, barbudo y gordo. Tambi¨¦n posee un cerebro superdotado, agilidad mental, libertad, vocaci¨®n de dinamitero ante las convenciones y el poder establecido, ferocidad expresiva, irreverencia, gracia. Se mueve entre el fuego sin llegar a quemarse. Busquen con paciencia en Netflix dos mon¨®logos suyos titulados Humanity y SuperNature. Y su exc¨¦ntrica, sarc¨¢stica y tierna serie After Life. Los que dirigen ahora el cotarro, sus inquisidores y su polic¨ªa, deber¨ªan de temer a Gervais. Sus venenosos dardos se atreven con las religiones, el transg¨¦nero, la inclusi¨®n, el racismo, con tantas cositas intocables. Las convenciones, la ortodoxia y la idiotez satisfecha son sus enemigas. Su talento permanece continuamente en estado de gracia. Yo le amo.
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