¡®Atrapados de nuevo¡¯, todo un mundo en un peque?o pueblo

La sensaci¨®n que tiene el espectador de Atrapados de nuevo (Netflix) es la de volver a un terreno ya conocido: el peque?o pueblo pesquero de Siglufj?rdur, en las Tierras Altas de Islandia, donde ahora la responsable de la polic¨ªa local es Hinrika, la que fuera la ayudante del orondo y tranquilo Andri, destinado en la actualidad en Reikiavik, pero que regresa al pueblo para ayudar a desentra?ar un extra?o caso de asesinato.

Andri, el ya casi familiar ?lafur Darri ?lafsson para quienes siguen las series n¨®rdicas, tiene en su mochila dos pesadas cargas: no haber resuelto en su d¨ªa el crimen en su pueblo de una joven y la separaci¨®n de su mujer. Con todo, nunca perder¨¢ la calma, pese a que en Siglufj?rdur los problemas se multiplican por la llegada de una banda de moteros desde Dinamarca, una especie de ?ngeles del Infierno n¨®rdicos, que reclaman unas tierras en las que se asienta una esot¨¦rica secta. Naturalmente, un peque?o pueblo es un mundo, y m¨¢s para una serie de televisi¨®n: es necesario que los conflictos y las lacras sociales surjan al margen del tama?o de la comunidad. Drogas, relaciones sentimentales, violencia... ¡°una mica de tot¡±, que dir¨ªa el fugado Puigdemont. Y en los seis cap¨ªtulos de la serie de Netflix no falta de nada.

A su favor hay que se?alar que todo transcurre sin grandes excesos, con una cierta elegancia. La calma de Hinrika y Andri para resolver los asesinatos es coherente con un paisaje entre el desconsuelo y la hipnosis, y la eficacia tambi¨¦n: conseguir¨¢n resolver los cr¨ªmenes presentes y pasados. Un nuevo ¨¦xito de una producci¨®n de un pa¨ªs con menos de 400.000 habitantes que hace tiempo demostr¨® la calidad de sus series.

Puedes seguir EL PA?S TELEVISI?N en Twitter o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.