¡®La novia gitana¡¯: un policial televisivo oscuro y poderoso

De todo lo que ha pasado con Carmen Mola desde 2018 (el impacto de su debut, el misterio del anonimato, el premio Planeta y el descubrimiento de la trama) quiz¨¢s l...

De todo lo que ha pasado con Carmen Mola desde 2018 (el impacto de su debut, el misterio del anonimato, el premio Planeta y el descubrimiento de la trama) quiz¨¢s lo m¨¢s l¨®gico, el paso m¨¢s previsible era la adaptaci¨®n a televisi¨®n de La novia gitana (Alfaguara), novela inaugural de su trayectoria con hechuras de guion desde la primera l¨ªnea. Ahora bien, eso era un aliciente y una ventaja, pero tambi¨¦n pod¨ªa ser un reto e incluso un problema para quien se pusiera detr¨¢s del proyecto que este domingo llega a AtresPlayer, previo estreno por todo lo alto en el Festival de San Sebasti¨¢n, bajo la direcci¨®n de Paco Cabezas.

El resultado, a tenor de lo visto en el primer episodio, es m¨¢s que satisfactorio. Los aficionados a las tres novelas protagonizadas por la inspectora Elena Blanco tienen en esta ficci¨®n una representaci¨®n de un mundo oscuro, violento, en un Madrid de contrastes y claroscuros, en unos interiores de una ¨¦poca indefinida y p¨¢tina cutre. Los que no las hayan le¨ªdo, disfrutar¨¢n tambi¨¦n de muchas de sus virtudes. El pulso de Cabezas para dar con el ritmo adecuado a cada narraci¨®n ¡ª puesto a prueba en Penny Dreadfull o American Gods¡ª sigue intacto y est¨¢ muy bien acompa?ado en la construcci¨®n de ese mundo por la direcci¨®n art¨ªstica (Guillermo Spoltore) y la fotogr¨¢fica (Andreu Adam Rubiralta).

Antes de continuar, un peque?o resumen de la trama por si queda alguien que no sepa de qu¨¦ trata La novia gitana. El hallazgo del cad¨¢ver de Susana Macaya (una gitana a punto de casarse a la que encuentran tirada dentro de un c¨ªrculo rojo con el cerebro trepanado y lleno de gusanos), y las similitudes con la forma en la que muri¨® su hermana seis a?os antes destapan una oscura trama por la que se van a ir viendo absorbidos los miembros de la BAC, una unidad especial de la polic¨ªa liderada por Elena Blanco. Aqu¨ª entra en juego otra de las bazas de la serie. Nerea Barros defin¨ªa su personaje en una entrevista en EL PA?S como una pantera, al acecho, flexible, herida por dentro. Y as¨ª se ve en cada mirada, en esos dos segundos de m¨¢s que tarda en dar entrada a su voz ronca, o cuando se suelta el pelo y sube a cantar canciones italianas a un karaoke infecto. La semana que viene se publica Las madres (Alfaguara), cuarta entrega literaria de la serie. Ser¨¢ complicado leerla sin tener a Barros en mente. El resto del elenco est¨¢ al nivel. Destaca Vicente Moreno en el papel del visceral Ordu?o, compa?ero ideal y personaje llamado a perdurar. Y el otro lado de la trama, en la c¨¢rcel, con un Dar¨ªo Grandinetti al que no le hace falta casi nada para imponer su terror entre los reclusos y ante el espectador.

Antonio Mercero y Jorge D¨ªaz, dos tercios de los autores que se escond¨ªan tras el seud¨®nimo de Carmen Mola, son responsables del guion, que plantea la historia en ocho entregas. La primera se dedica a presentar una trama compleja, solo se intuyen los demonios que atormentan a la protagonista, pero ya muestra sus aciertos. Mucho tiene que descarrilar en los siguientes para no ser un gran policial televisivo.

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