As¨ª trabaja Frank Doelger, productor de ¡®Juego de tronos¡¯: ¡°Piensa en el espectador y ya est¨¢¡±
El ¡®showrunner¡¯ estadounidense plantea en ¡®El quinto d¨ªa¡¯, estrenada en la Berlinale, una serie de monstruos, en la que la humanidad es en realidad ese engendro contra el que se rebela la naturaleza
El productor estadounidense Frank Doelger se para un momento y sonr¨ªe. De maneras educadas, afable, pausado en su habla, solo en este momento subir¨¢ la voz: ¡°Yo empec¨¦ en televisi¨®n en los ochenta, en la cadena ABC, y recuerdo muy bien lo que dec¨ªan entonces los ejecutivos: ¡®Nosotros solo rellenamos los huecos entre los bloques de anuncios¡±. Asegura que desde aquel momento tuvo claro lo que quer¨ªa hacer: ¡°Exactamente lo contrario¡±. Seis premios Emmy m¨¢s tarde, y series y telefilmes como Juego de tronos, John Adams, Roma o Amenaza de tormenta, han refrendado su compromiso art¨ªstico. ¡°No es que aquella afirmaci¨®n haya quedado atr¨¢s, es que hasta es viejo el debate sobre si plataformas o salas de cine. Piensa en el espectador, y ya est¨¢¡±.
Doelger se ha mudado a Europa, y en Berlinale Series ¡ªel apartado dedicado a este formato del festival alem¨¢n de cine y que ha crecido a lo grande en esta edici¨®n¡ª, ha presentado El quinto d¨ªa, serie que se estrenar¨¢ en Espa?a el 13 de marzo en Movistar Plus+. En ella, el equipo del productor adapta la novela de 2006 de Frank Sch?tzing. ¡°No ha sido f¨¢cil. A veces es complicado que los escritores entiendan que su libro es solo la base, que el lenguaje y la narraci¨®n son distintas¡±, asegura. En cambio, Doelger pone de ejemplo positivo a George R. R. Martin. ¡°?l lleg¨® a redactar episodios de Juego de tronos y estaba abierto a cualquier colaboraci¨®n creativa¡±, recuerda. ¡°Pero es una excepci¨®n¡±.
Como productor, d¨®nde se siente m¨¢s libre: ?adaptando una novela, un hecho hist¨®rico o inventando una ficci¨®n? ¡°Es curioso, no porque manejes una ficci¨®n eres m¨¢s libre. En John Adams, David McCullough [autor de la biograf¨ªa en la que se bas¨® la miniserie de HBO] result¨® ser un colaborador estupendo, porque ya en el libro mostraba varios Adams seg¨²n el material que analizaras. Tom Hanks, que trabajaba como productor ejecutivo, y yo llegamos a la conclusi¨®n que deb¨ªamos apostar por la faceta m¨¢s resaltada por McCollugh. La ficci¨®n esconde un truco: yo trabajo muy cerca de los guionistas, y a veces ves que no entienden que hay un punto de partida, pero que deben volar. En todo caso, cada vez que encaro una adaptaci¨®n, tengo la misma conversaci¨®n con el autor: una novela es una novela, no un ballet, una serie, una ¨®pera o una obra de teatro. Habr¨¢ cambios, decisiones que se tomar¨¢n en el rodaje, incluso en el montaje, y deben asumirlo¡±. Y pone un ejemplo: ¡°Hace a?os estuve en un proyecto en HBO en el que el autor del libro en que se basaba el producto estaba muy preocupado por su libro y por qu¨¦ opinar¨ªan sus lectores, que eran muchos. Y desde HBO le respondieron algo absolutamente cierto: ¡®Si hacemos una serie para esa audiencia, para cada lector de cada una de tus p¨¢ginas, la serie durar¨ªa solo una semana¡±.
A Doelger le gusta desmenuzar sus respuestas, es meticuloso en sus explicaciones. Lo podemos imaginar usando toda su labia y su calma delante de un grupo de guionistas, siendo sincero en sus apreciaciones. ¡°S¨ª, y siempre constructivo. Nunca puedes olvidar que est¨¢s en un proyecto en com¨²n¡±. Eso le dijo a Sch?tzing porque, aunque ahora sea el showrunner de la serie, ¨¦l entr¨® en El quinto d¨ªa tras la llamada de la productora alemana ZDF Studios, que se hab¨ªa atascado en el desarrollo. Doelger se sent¨®, ley¨® el libro y cambi¨® hasta la concepci¨®n de los personajes: no eran cient¨ªficos heroicos per se como en el libro, sino cient¨ªficos que se convertir¨ªan en h¨¦roes a lo largo de la trama.
Lecciones de ¡®Juego de tronos¡¯
Doelger comparte con los padres de Juego de tronos, David Benioff y D. B. Weiss, su paso por el Trinity College, aunque ¨¦l se gradu¨® mucho antes, en 1978. De aquella serie-mito en el nuevo universo de las plataformas, ?qu¨¦ aprendi¨® que haya aplicado en El quinto d¨ªa? ¡°Que tienes que construir los personajes y el universo de la manera m¨¢s realista posible para que luego sea cre¨ªble la parte fant¨¢stica. Otra ense?anza. Dale tiempo al espectador a entender y amar a los personajes. Recuerdo las cr¨ªticas a los primeros episodios de Juego de tronos, que los calificaban de lentos. Supongo que ahora dir¨¢n lo mismo del inicio de El quinto d¨ªa. Yo, en cambio, creo que solo as¨ª en casa te llegar¨¢ a importar lo que le pase a los protagonistas¡±.
De El quinto d¨ªa (cuyo t¨ªtulo original es The Swarm, El enjambre), Doelger y su equipo han realizado m¨²ltiples cambios. ¡°En el libro hay muchas p¨¢ginas dedicadas a la investigaci¨®n cient¨ªfica. No podemos rehuir la ciencia, pero s¨ª unirla a las emociones de los personajes, no pod¨ªa resultar una fr¨ªa enumeraci¨®n de datos y hechos. Por otro lado, el libro se public¨® en 2006, y hoy ha habido numerosos avances en las investigaciones. No pod¨ªamos sonar a ciencia vieja, hay que reflejar el mundo en que vivimos¡±. El fondo sigue siendo el mismo: en diferentes partes del mundo la naturaleza empieza a agredir al ser humano. Poco a poco cada equipo cient¨ªfico entender¨¢ que los hechos est¨¢n conectados. Hace unos a?os, El quinto d¨ªa ser¨ªa calificado de ecothriller; con las funestas consecuencias provocadas por el calentamiento global probablemente haya devenido en drama social. ¡°Eso es, y a m¨ª me ayud¨® a entender ese cambio una experiencia, la de los ataques que en los ¨²ltimos tiempos est¨¢n sufriendo barcas pesqueras por parte de orcas. Un cient¨ªfico me lo explic¨®: ¡®Tiene todo el sentido, ya que en realidad las orcas est¨¢n luchando por su alimentaci¨®n, sienten que esos botes son rivales en su cadena alimenticia¡¯. Yo hago series por curiosidad, para aprender detalles como este¡±.
Con El quinto d¨ªa Doelger afronta por primera vez una serie de monstruos. ¡°Lo primero que entend¨ª es que no se deb¨ªa adscribir a las pel¨ªculas de desastres. Despu¨¦s me apunt¨¦ a los monstruos, cierto, aunque con un giro: un grupo de personas sabe que hay algo ah¨ª afuera. Lo que hace lo hace con estrategia. Ahora bien, ?por qu¨¦? Pues porque en realidad nosotros somos el monstruo, la humanidad es la arquitecta de su propia extinci¨®n¡±.
A veces es complicado que los escritores entiendan que su libro es solo la base, que el lenguaje y la narraci¨®n son distintas¡±
Tras estrenar este ecothriller, Doelger tiene en desarrollo otras cuatro series. Una, Concordia, se centra en la inteligencia artificial. Con otra, Quasimodo, vuelve a viajar al pasado. ¡°Empezaremos a rodar el a?o que viene, y lo que me atrae en esta ocasi¨®n es que el cl¨¢sico de V¨ªctor Hugo Nuestra se?ora de Par¨ªs nos lleva a aquella ciudad en el siglo XV, cuando comienzan a propagarse los libros impresos y empieza a resquebrajarse la ignorancia del pueblo que aprovechaban la Iglesia y los reyes para someterlo¡±. Se detiene y sonr¨ªe: ¡°?Sabes? En realidad, la hago por Esmeralda. En la novela solo la conocemos por las definiciones que de ella dan los hombres. En aquella ¨¦poca, si una mujer era un poco inteligente, autom¨¢ticamente se la calificaba de prostituta o de bruja. Estoy con otra serie relacionada con George Eliot y coinciden en lo mismo: no hab¨ªa final feliz para ninguna historia con mujeres independientes. ?Por qu¨¦ Esmeralda tiene que estar maldita? Ha llegado el momento de aprovechar los grandes elementos de esas historias pero para narrarlos con una visi¨®n moderna¡±.
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