Por qu¨¦ deber¨ªas ver ¡®Barb Wire¡¯ antes de que la quiten de Netflix

Pamela Anderson no era Humphrey Bogart cuando le ofrecieron un papel que, en teor¨ªa, ten¨ªa mucho que ver con el Rick de Casablanca, pero que en la pr¨¢ctica era una endeble adaptaci¨®n de un c¨®mic publicado por Dark Horse. Qu¨¦ milonga le contar¨ªa su agente para embarcarla en semejante desprop¨®sito. Imagino que algo parecido a lo que debieron de decirle a Elizabeth Berkeley sobre Showgirls. Ambas pel¨ªculas (Barb Wire y Showgirls) fueron al cine lo que el HSM Erebus y el Terror a la navegaci¨®n.

Pero mientras que Showgirls es justamente reivindicada, Barb Wire resbala por el cat¨¢logo de Netflix a rebufo del documental sobre la que fuera mujer m¨¢s deseada del mundo y al mismo tiempo la m¨¢s denostada: Pamela Anderson. Grabar un pornete casero no es un delito (y no deber¨ªa verse como tal), pero hacer Barb Wire s¨ª lo es un poco.

Adem¨¢s de un sindi¨®s de tropos postapocal¨ªpticos es un f¨®sil de los tiempos en los que las adaptaciones de c¨®mics no eran ni serias ni importantes: La sombra, El Cuervo, Juez Dredd, Darkman, Tortugas Ninja, Dick Tracy, El pato Howard, Spawn, Tank Girl y otras que, de recordarlas usted, le har¨¢n torcer el morro.

Apuesto a que durante la gestaci¨®n de Barb Wire opin¨® m¨¢s gente de la necesaria y a que las dos ¨²nicas cosas que ve¨ªan claras eran, con perd¨®n, las dos tetas de Pamela. Ver Barb Wire en 2023, cuando la pel¨ªcula est¨¢ ambientada en 2017, es pura disonancia cognitiva. El futuro siempre es peor de lo que nos venden las distop¨ªas, pero sin cardados, sin trajes de cuero, sin coches tuneados y sin Pamela Anderson. De verdad: denle una oportunidad a esta fantas¨ªa sadomaso pop para adolescentes, que seguro que es mejor que esa serie que les aburre soberanamente, pero que tienen que ver porque es de la que toca opinar.

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