El antibelicismo de ¡®Un marinero en la guerra¡¯
Esta interesante serie noruega a?ade un factor m¨¢s a las pel¨ªculas b¨¦licas: la tristeza de quienes se ven involucrados en la contienda sin comerlo ni beberlo
La primera virtud de Un marinero en la guerra (Netflix) es su duraci¨®n: tres cap¨ªtulos de 50 minutos cada uno. Despu¨¦s se supo que en realidad era un largometraje de dos horas y media con el que el Gobierno noruego pretend¨ªa competir por el Oscar a la mejor pel¨ªcula extranjera. No pudo ser y se reconvirti¨® en una serie corta. Habilidades de las plataformas.
La segunda virtud de esta interesante serie noruega es que a?ade un factor m¨¢s a las pel¨ªculas b¨¦licas: la tristeza de quienes se ven involucrados en la Segunda Guerra Mundial sin comerlo ni beberlo, una tristeza que inunda a los personajes y al ambiente en el que se desenvuelven. El hero¨ªsmo est¨¢ ausente y la depresi¨®n presente; y todo gracias al talento de su realizador y guionista Gunnar Vikene quien se aleja de cualquier mirada mitificadora de la contienda, algo infrecuente en la cultura audiovisual tan habituada a la glorificaci¨®n de los asesinatos en masa considerados como una de las bellas artes del patriotismo.
Alfred y Sigbj?rn, dos amigos desde la infancia, se embarcan en un buque mercante rumbo a Nueva York. En Bergen se queda la mujer y los tres hijos de Alfred. Hundidos por un submarino alem¨¢n, comienzan una larga lucha por la supervivencia, lo que conseguir¨¢ Sigbj?rn bastante antes que su amigo. De regreso a Bergen, y con la convicci¨®n de que su amigo ha muerto, tratar¨¢ de adaptarse a la nueva situaci¨®n en compa?¨ªa de Cecilia, la mujer de Alfred. Una carta en la que se da noticia de la vida de Alfred conmocionar¨¢ el dom¨¦stico orden restablecido. Dos amigos, una mujer y una maldita guerra, m¨¢s el talento de su creador, conforman una serie antibelicista notable.
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