Triste e inesperado adi¨®s a Mari Carmen
Sobre sus habilidades como ventr¨ªlocua hay diversidad de opiniones, pero sobre el ingenio de sus guiones no hay discusi¨®n posible. Do?a Rogelia ha quedado ya como un icono de la se?ora de pueblo a la que todos reconocemos
¡°Me he echado novia¡±, dice Rodolfo. ¡±?Y c¨®mo es?¡±, pregunta Mari Carmen. ¡°Pues muy guapa, con una melena muy larga¡¡±, explica Rodolfo pesta?eando con ilusi¨®n. ¡°Pero Rodolfo, que las leonas no tienen melena, que eso son los leones¡±, se sorprende Mari Carmen¡±.
¡°?No tienen melena?¡±, se pregunta el cariacontecido Rodolfo con la risa c¨®mplice del p¨²blico.
Rodolfo, el le¨®n sensible y algo afectado de Mari Carmen (la de sus mu?ecos) callar¨¢ a partir de hoy junto a sus tristes y quedos compa?eros de aventuras Daisy, Nicol, y Do?a Rogelia. Su voz, su madre y creadora ha muerto al poco de celebrar su 80 cumplea?os rodeada de prensa y amigos.
Llevaba unos a?os alejada de las c¨¢maras y precisamente la semana pasada se viralizaron unas declaraciones concedidas a LOC sobre el Club Bilderberg. Lo siguiente ha sido el triste ¨®bito.
Su nombre completo era Mar¨ªa del Carmen Mart¨ªnez-Villase?or Barrasa, pero siempre se present¨® como Mari Carmen. En la pel¨ªcula de Mariano Ozores La graduada, siendo a¨²n una desconocida, se presentaba a Lina Morgan como Mari Carmen. ¡°Habr¨¢s o¨ªdo hablar de ella¡±, dice Florinda Chico. ¡°Es que as¨ª, sin apellido¡¡±, responde Lina Morgan. Y una jovenc¨ªsima Mari Carmen dice: ¡°Es que a¨²n no soy famosa¡±. ¡°Pero lo ser¨¢¡±, replica la Chico antes de dar paso a un n¨²mero se ventriloqu¨ªa absolutamente prescindible en la trama. Esa entra?able y pueblerina artista fue, en efecto, famosa. Y sin necesidad de m¨¢s apellido que el de ¡°sus mu?ecos¡±. Mari Carmen emanaba alegr¨ªa infantil, pero tambi¨¦n esa picard¨ªa que siempre iba en boca de las marionetas a las que ella ten¨ªa que corregir una y otra vez. Fue nuestra Shirley McLane de la lentejuela y el local de espect¨¢culos (Windsor, Cleof¨¢s, Gran Casino) y de programas de variedades (Humor Cinco Estrellas, Aplauso, S¨¢bado Noche, Pero esto¡ ?qu¨¦ es?) aunque fue con Luis del Olmo donde m¨¢s tiempo colabor¨®.
Sobre sus habilidades como ventr¨ªlocua hay diversidad de opiniones, pero sobre el ingenio de sus guiones no hay discusi¨®n posible. Do?a Rogelia ha quedado ya como un icono de la se?ora de pueblo a la que todos reconocemos. Puede que quede el nombre como s¨ªmil durante d¨¦cadas, como ha pasado con la asimilaci¨®n de la palabra ¡°hortera¡± (en su origen, dependiente de tienda).
Nacida en Cuenca, debut¨® en televisi¨®n en 1967 (cuatro a?os antes de la pel¨ªcula de Ozores) y durante d¨¦cadas fue habitual en revistas, salas de fiesta, galas, plat¨®s, y estudios de radio. Las ¨²ltimas d¨¦cadas no fueron especialmente prol¨ªficas para ella aunque conced¨ªa entrevistas de cuando en cuando. En 2017, por ejemplo, tuvo que desmentir su propia muerte (rumor extendido por redes) publicando una foto con Moncho Borrajo. No lo hizo con la contundencia de Mar¨ªa Jim¨¦nez cuando estuvo en la misma situaci¨®n en 2020.
Mari Carmen perteneci¨® a esa generaci¨®n de artistas que trabajaban de lunes a domingo, que ganaban bien cuando ganaban bien, y que lo pasaban mal cuando ganaban mal. Ya a finales de los ochenta la marca juguete Famosa sac¨® un mu?eco de Mari Carmen con sus mu?ecos: se trataba de una ni?a (que no se parec¨ªa a Mari Carmen, porque ella ya andar¨ªa por los 40 a?os) que ven¨ªa con un micr¨®fono, una mini Do?a Rogelia, y unas voces pregrabadas para ¡°ser¡± Mari Carmen en casa. Unos a?os despu¨¦s tuvo su conocido desencuentro con la gorgona de las ondas Encarna Sanchez a ra¨ªz de la boda de Roc¨ªo Jurado con Ortega Cano. Do?a Rogelia le chiv¨® a la m¨¢s grande que Encarna hab¨ªa criticado su vestido, y el azote de la Cope respondi¨® con furia ¡°Mira, Mari Carmen. T¨² de o¨ªdo mal. T¨² est¨¢s como Do?a Rogelia, que necesitas trompetilla. T¨² ded¨ªcate a poner marisquer¨ªas que van mal (¡) t¨² habla de tus tonter¨ªas y gilipolleces de Do?a Rogelia¡±. Y es que los mu?ecos siempre met¨ªan la pata, que para eso estaban. Mari Carmen dec¨ªa que no dejaba que nadie los tocara porque no les pod¨ªan sentir inertes. Quien esto escribe vio, en persona, c¨®mo Do?a Sof¨ªa estrechaba la mano de Do?a Rogelia, pero es normal entre celebridades tanto amarse como odiarse.
Jos¨¦ Luis Moreno y Jos¨¦ Manuel Parada quisieron ponerle sus zancadillas (Moreno diciendo que Mari Carmen hab¨ªa aprendido de ¨¦l siendo limpiadora en su casa, siendo la realidad que ella aprendi¨® de su t¨ªo, el inmenso Se?or Wences) porque la tele y la fama es as¨ª.
Hoy, en la hora de las alabanzas, nos quedan los buenos momentos, las risas c¨®mplices con el pato Nicol, la peque?a Daisy, el le¨®n Rodolfo, y la sorda y gru?ona Do?a Rogelia. Mari Carmen no los quer¨ªa inertes, as¨ª que vivos los recordaremos, como a esta artista que tan feliz nos hizo.
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