Sanfermines: el mismo maltrato animal de todos los veranos

Andan atribulados algunos seguidores de dos formatos de los noventa que vuelven a la parrilla. Los de Humor amarillo a?oran su inspirad¨ªsimo doblaje, no Chino Cudeiro, no party; los de El Grand Prix a las vaquillas. Culpan de su ausencia a la Ley de Bienestar Animal, preferir¨ªa pensar que en los despachos de TVE ha imperado cierta sensibilidad, pero el lamentable espect¨¢culo de cada julio me agota el argumento y la metodolog¨ªa.

TVE emite los Sanfermines con el despliegue habitual merced al dinero p¨²blico, el ¨²nico que mantiene ya todo lo que rodea a una fiesta en decadencia. El resto de medios env¨ªa a cubrirlos reporteros jacarandosos que cada jornada desgranan la lista de heridos, reyertas y agresiones sexuales acaecidas, 15 denuncias van mientras escribo esto. A qui¨¦n puede extra?ar que un evento cuya esencia es la violencia tenga como remate un atestado policial.

Mientras algunos pol¨ªticos sacan la lupa para inspeccionar que en una pel¨ªcula de Disney no se cuelen besos que perturben a los ni?os, a nadie parece importarle que desayunen contemplando a un mont¨®n de descerebrados hostigando animales aterrorizados por callejuelas de las que minutos antes se ha barrido a los borrachos y sus fluidos.

Ignoro qu¨¦ placer encuentran en el sufrimiento de un ser vivo, qu¨¦ trazas de cultura hay en los jadeos de Oloroso agonizando en la primera novillada de San Ferm¨ªn tras un acuchille vergonzante, c¨®mo pueden disfrazar de tradici¨®n las espeluznantes im¨¢genes de un toro ahog¨¢ndose en los Bous a la mar de D¨¦nia. En Espa?a el verano sigue siendo sin¨®nimo de maltrato animal, de vecinos y autoridades a los que enorgullece que el nombre de sus localidades se asocie a la barbarie, a hacer caja del espanto. Ocho pueblos competir¨¢n en el Grand Prix, en la lista para ser el m¨¢s cruel hay demasiados candidatos.

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