Ya no se hacen tipos como Carlos Pumares

Dec¨ªa Umbral que la tragedia cotidiana del dandi es que casi nadie se entera de que uno ha llegado a ser ¨²nico. El dandi se ha trabajado una personalidad original, despegada del gent¨ªo y de la mediocridad de su ¨¦poca, pero, como tambi¨¦n vive entre el gent¨ªo, corre el riesgo de que nadie se entere de lo especial que es. Como este pensamiento le resulta insoportable, se pasea cual pavo real para que todo el mundo tome nota de que ¨¦l no es uno m¨¢s. La verdadera tragedia, para m¨ª, empieza ah¨ª: el deseo de llamar la atenci¨®n es quiz¨¢ el m¨¢s vulgar y com¨²n de los impulsos.

Resisto la tentaci¨®n de pintar a Carlos Pumares (que falleci¨® a los 80 a?os esta semana) como el ¨²ltimo dandi. Si no lo fue, estuvo cerca. Ya no se hacen tipos como Pumares. Su estilo ten¨ªa sentido en una sociedad que valoraba el saber, el ingenio y una forma de autoridad basada en la erudici¨®n. Ten¨ªa sentido en un mundo donde no todos cre¨ªan saberlo todo y las pel¨ªculas no se valoraban por votaciones masivas de espectadores sin criterio. Ten¨ªa sentido en un mundo donde el plumaje del dandi divert¨ªa mucho porque nadie se tomaba las cosas demasiado en serio y las palabras de la radio y de la tele se las llevaba el viento, no se replicaban en bucle por internet.

Me gustaba much¨ªsimo m¨¢s en la radio que en la tele. La imagen no transmit¨ªa bien su grandeza. El dandi es rid¨ªculo ante la c¨¢mara, pero se vuelve oracular cuando solo tiene la voz. Sus oyentes de Polvo de estrellas llamaban para provocarle. Era un triunfo despertar esa ira que nunca se sab¨ªa si era parte del espect¨¢culo o genuina. Yo nunca le llam¨¦, pero le escuch¨¦ siempre que pude y le debo parte de mi insomnio actual y de mi cinefilia. Le agradezco ambas cosas.

Puedes seguir EL PA?S Televisi¨®n en X o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.