Mick Taylor: blues por el ¡®stone¡¯ perdido

Mick Jagger y Keith Richards se conoc¨ªan desde cr¨ªos del barrio londinense de Dartford, pero no entablaron conversaci¨®n hasta que se encontraron en la estaci¨®n del tren, en 1961, cuando Mick llevaba consigo algunos discos de blues, uno de ellos de Muddy Waters. Cuando formaron una banda, quisieron llamarse The Rolling Stones, igual que una canci¨®n del rey del blues de Chicago. M¨¢s de seis d¨¦cadas despu¨¦s, y 18 a?os despu¨¦s de su anterior ¨¢lbum con canciones originales, los Stones publican ahora Hackney Diamonds, que es mucho mejor de lo que esper¨¢bamos. Y que incluye alguna preciosidad que habr¨ªa encajado bien en su edad dorada, ¨²ltimos sesenta y setenta, como la que se llama Dreamy Skies.

Para sumergirnos en su carrera, Amazon Prime Video ofrece una buena colecci¨®n de conciertos enteros y documentales sobre sus sat¨¢nicas majestades. Los hay de los a?os ochenta, noventa y, en su mayor¨ªa, del siglo XXI, porque los Stones no han parado de girar. La mejor de esas pel¨ªculas m¨¢s o menos recientes es Shine a Light, que film¨® Martin Scorsese en 2006 durante su actuaci¨®n en el Beacon Theater de Nueva York, en presencia de Bill y Hillary Clinton, y con artistas invitados como Buddy Guy y Jack White.

Pero, de todos esos conciertos, me quedo con el m¨¢s antiguo: Ladies & Gentlemen: The Rolling Stones, grabado durante las dos actuaciones en Texas (en Fort Worth y en Houston) de su grandiosa gira estadounidense de 1972. Estaban en su mejor momento, tras lanzar el doble ¨¢lbum Exile on Main Street. En la pel¨ªcula se observa el enorme protagonismo que alcanz¨® en este periodo el joven guitarrista Mick Taylor, que solo estuvo con ellos cinco a?os, pero fueron los mejores del grupo.

Taylor, otro que ven¨ªa del blues (de los Bluesbreakers de John Mayall, donde hab¨ªa debutado a los 17 a?os), cubri¨® el hueco de Brian Jones, uno de los fundadores, cuando fue despedido. El chico solo aspiraba a ser m¨²sico de estudio, o de acompa?amiento en alguna gira, pero sus habilidades cautivaron a la banda y lo hicieron debutar en un papel estelar en su multitudinario concierto en Hyde Park el 5 de julio de 1969, solo dos d¨ªas despu¨¦s de que a Jones lo encontraran muerto en su piscina. La actuaci¨®n fue reconvertida sobre la marcha en homenaje al desaparecido.

La aportaci¨®n de Taylor, con 20 a?os, fue clave en el aterrizaje de los Stones en un estilo propio tras su intento fallido de explorar el rock psicod¨¦lico (en Their Satanic Majesties Request), en la estela de los Beatles. El camino era otro: agarrarse a las ra¨ªces americanas que les hab¨ªan influido. El blues, el rock primigenio, algo de country. En los primeros a?os setenta, con los Beatles rotos y los Stones encadenando ¨¢lbumes sublimes y congregando a grandes multitudes, ya no hab¨ªa debate posible.

Todo eso lo vemos en Ladies & Gentlemen, que los muestra triunfales en una gira vivida en EE UU como todo un acontecimiento. Al final del concierto en Texas, Jagger le arroja confeti a Taylor. No era el mejor momento personal de Richards ni de Jagger, presos de sus adicciones, pero la banda sonaba en plenitud tanto en estudio como en directo. Sus conciertos m¨¢s actuales disponibles en Prime, los del siglo XXI, est¨¢n mejor filmados y editados, pero no tienen esa fuerza. Porque los Stones han dedicado las ¨²ltimas dos d¨¦cadas a recorrer el mundo interpretando sus grandes ¨¦xitos una y otra vez. Con mucho oficio, claro, pero tambi¨¦n cierta rutina: cada vez queda m¨¢s lejos el momento en el que crearon esos himnos. Eso no pasaba en 1972.

Taylor era una pieza clave en aquel sonido pero no encajaba del todo en lo que deb¨ªa ser un stone. En 1974 decidi¨® abandonar la banda sin dar muchas explicaciones (y el resto de su carrera fue mucho menos memorable). Siempre result¨® enigm¨¢tico. Entr¨® en su lugar Ronnie Wood, quien no lo mejora en t¨¦cnica pero s¨ª en actitud. Es uno de los tres supervivientes que sigue ah¨ª.

Jagger hablaba con afecto de Taylor mucho tiempo despu¨¦s, en 1995, en una entrevista con Rolling Stone: ¡°Era un m¨²sico muy fluido y mel¨®dico, algo que nunca tuvimos y que no tenemos ahora. Ni Keith ni Ronnie tocan en ese tipo de estilo¡±, dijo. Y reconoci¨®: ¡°Algunos creen que fue la mejor versi¨®n de la banda¡±. ??l tambi¨¦n lo cree? No se mojaba: ¡°Si dijera que Mick Taylor fue el mejor, de alg¨²n modo estropear¨ªa el momento en el que se encuentra la banda ahora¡±. Tambi¨¦n cont¨® que nunca supo por qu¨¦ se fue. Supone que quer¨ªa probar en solitario... y desliza que no se entend¨ªa con Keith, lo que este ha negado.

La versi¨®n de Taylor fue m¨¢s vaga. Admiti¨® en 2012 que estaba molesto porque no se le hubiera reconocido como coautor de algunos temas. Pero dijo que el motivo principal de su salida fue otro: ¡°Ya ten¨ªa suficiente. Nunca sent¨ª, y no s¨¦ por qu¨¦, que fuera a estar con los Stones para siempre, ni siquiera al principio¡±. Otros han contado que quiso escapar de la cultura de las drogas duras dominante entonces en el grupo, y que empezaba a atraparle tambi¨¦n. La gran maquinaria de los Stones sigui¨® en marcha sin ¨¦l, como hab¨ªa seguido sin Jones, como sigui¨® sin Bill Wyman cuando el bajista se retir¨® en 1993, como sigue ahora tras la muerte del excelso bater¨ªa Charlie Watts. A Taylor lo invitaron, eso s¨ª, a colaborar en su gira del 50 aniversario, entre 2012 y 2013.

La ¨²ltima canci¨®n del ¨²ltimo disco de los Stones es una versi¨®n de Muddy Waters: Rolling Stone Blues. Suena a despedida, a c¨ªrculo cerrado. Pero con ellos, incombustibles, nunca se sabe. La gran banda de rock de nuestro tiempo solo quer¨ªa ser una banda de blues. Eso nunca fue una contradicci¨®n. Lo cantaba el propio Waters: ¡±El blues tuvo un ni?o y lo llamaron rock and roll¡±. Y nos gusta.

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