Tres meses de rodaje y nueve de efectos especiales: as¨ª se cre¨® la Andaluc¨ªa s¨®rdida y m¨¢gica de ¡®Romancero¡¯

Telson es, con casi 50 a?os de historia, el estudio de postproducci¨®n m¨¢s antiguo de Espa?a. En este edificio de la calle de Alcal¨¢ de Madrid se han creado todo tipo de efectos especiales y, a lo largo de 2023, se han completado los de Romancero, la ambiciosa serie espa?ola que Prime V¨ªdeo ha producido junto a 100 Balas (The Mediapro Studio) y que estrena este viernes 3 de noviembre.

En el lado contrario se encuentra el director del proyecto, Tom¨¢s Pe?a ¡ªmiembro del colectivo audiovisual Manson¡ª. Responsable de algunos de los videoclips de artistas como C. Tangana, Katy Perry y Rosal¨ªa, el mayor tiempo que hab¨ªa pasado en un rodaje hasta ahora hab¨ªan sido siete d¨ªas. Esta vez ha necesitado tres meses para registrar los seis cap¨ªtulos de 30 minutos ideados por el guionista Fernando Navarro. Antes, sum¨® cuatro meses de preproducci¨®n dise?ando el particular universo est¨¦tico de esta ficci¨®n de terror sobrenatural ambientada en una Andaluc¨ªa oscura y tan real como m¨¢gica. Y despu¨¦s ha dedicado otros cinco meses para retocar en ordenadores lo rodado.

Junto con sus colaboradores de confianza y con veteranos como Pelayo Guti¨¦rrez, maestro del sonido en el cine espa?ol, con m¨¢s de 100 t¨ªtulos en su filmograf¨ªa, el joven director murciano ha liderado un ecl¨¦ctico equipo creativo para un ecl¨¦ctico relato. Sus protagonistas, Cornelia y Jord¨¢n, parecen ni?os pero la vida les ha hecho adultos. Romancero comienza con ellos dos solos, huyendo por una carretera en medio de la noche de una Andaluc¨ªa l¨²gubre. Los dos personajes principales, interpretados por Elena Matic y Sasha C¨®cola, huyen de las fuerzas del orden, de seres sobrenaturales y de lo que ocurre en su propio cuerpo. En torno a ellos, intervienen Bel¨¦n Cuesta, Guillermo Toledo, Ricardo G¨®mez y Alba Flores. Entre perseguidores y perseguidos, no se sabe exactamente d¨®nde habitan los monstruos.

¡°El terror de la serie est¨¢ precisamente en los momentos m¨¢s reales¡±, apuntaba Pe?a en mayo desde el estudio Telson, mientras su equipo daba los ¨²ltimos retoques visuales a la serie. Precisamente, el director se ha llenado de referentes para internar que su narraci¨®n resulte ¨²nica. Son tres los pilares est¨¦ticos en los que se ha basado, anuncia ¨¦l mismo. Primero, el costumbrismo espa?ol de Los Tarantos (1963), de Francisco Rovira-Beleta o el de V¨ªctor Erice, dos de sus ¨ªdolos. Lo combina con la esencia del Hollywood de los a?os noventa que construy¨® David Fincher en thrillers como Seven. Y por ¨²ltimo, le a?ade la imaginativa est¨¦tica del anime. ¡°Mezclamos una realidad oscura y pesimista, con un retrato del sur espa?ol muy white trash, que podr¨ªa ocurrir perfectamente en Texas, y lo combinamos con elementos de fantas¨ªa¡±, dice. ¡°Hemos escuchado durante a?os la etiqueta de cine espa?ol de forma peyorativa: pues esto es cine hecho en Espa?a con vocaci¨®n internacional. Est¨¢ concebido para que los otakus (seguidores del manga y el anime) la vean y flipen¡±, contin¨²a Pe?a.

Aunque se apoyara en la Inteligencia Artificial al inicio del proceso, para crear de forma r¨¢pida los bocetos iniciales, Romancero recurre a t¨¦cnicas anal¨®gicas en sus efectos especiales, para mantener esa esencia noventera que tanto admira su director. El rodaje no se llen¨® de pantallas verdes ni los actores tuvieron que imaginar lo que ocurre en esa noche de pesadilla plagada de demonios, brujas y bebedores de sangre en la que transcurre buena parte de su primera temporada. Para uno de los personajes se cre¨® una m¨¢scara hecha a la medida de los rasgos faciales de su int¨¦rprete. Primero se escane¨® en alta resoluci¨®n el rostro de la actriz, luego se cre¨® la pr¨®tesis que llevaba en el set y meses despu¨¦s se usan sofisticados programas digitales. ¡°Para retocar cosas reales, como puede ser el maquillaje o los falsos restos de sangre, y borrar algunas cosas. No nos importa que se vean algunas costuras, los preferimos a la frialdad de usar solo efectos digitales¡±, comenta Pe?a junto a Guillermo Garc¨ªa, su supervisor de efectos especiales, y Ana Valencia, su coordinadora de postproducci¨®n.

Para construir un relato tan s¨®rdido, que combina horrores tan reales como la violencia dom¨¦stica y el racismo en los campos de trabajo, se necesit¨® grabar durante muchas sesiones nocturnas. Hay planos que se han retocado durante casi una semana para corregir su iluminaci¨®n y llegar a donde las c¨¢maras no pod¨ªan. El sonido tambi¨¦n ha necesitado de mucho trabajo posterior, comenta su responsable Pelayo Guti¨¦rrez, que colecciona premios Goya. ¡°En el primer cap¨ªtulo ocurren muchas cosas fuera de plano, hay que narrar aquello que las c¨¢maras no registran. Llegado el momento, en los episodios donde parece que el ritmo narrativo baja, son los que m¨¢s matices tienen y donde el reto sonoro es mayor¡±, cuenta.

Pe?a ha querido rodearse de expertos y nuevos talentos para dar vida a aquello que viv¨ªa solo en su cabeza. ¡°La gente de la industria se sorprende de que me haya encargado de supervisar tantos aspectos de la serie, pero es que he estado 25 a?os esperando esta oportunidad y no la quer¨ªa compartir¡±, confiesa.

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