Cautivos de los Oscar

Andaban los Oscar en horas bajas. Tocaron techo de audiencia en 2014: con Ellen y el famoso selfi ¨Cs¨ª, una d¨¦cada ya¨C fueron vistos por 43,7 millones de espectadores en Estados Unidos. Desde entonces han ido cuesta abajo y sin frenos hasta el m¨ªnimo de 10,4 millones de espectadores en 2021. En 2022 y 2023 la audiencia ha subido, pero ha seguido por debajo de los 20 millones. ?Qu¨¦ demonios ha pasado cuando en 10 a?os pierdes m¨¢s de la mitad de tu audiencia? Y, sobre todo, ?c¨®mo intentar recuperarla? Haciendo lo que han hecho en la ¨²ltima ceremonia: una mezcla muy equilibrada de espect¨¢culo, humor, emoci¨®n, nostalgia y reverencia al cine.

Influye, no hay que negarlo, tener entre las nominadas a la decimocuarta pel¨ªcula m¨¢s taquillera de todos los tiempos. Los Oscar no pod¨ªan ser impermeables al entusiasmo de Barbenheimer. De ah¨ª que el momento m¨¢s espectacular de la noche fuese la actuaci¨®n de Ryan Gosling cantando I¡¯m Just Ken. Y el m¨¢s divertido, la pele¨ªta entre Emily Blunt y el propio Gosling defendiendo cada uno su pel¨ªcula. El m¨¢s emotivo, las l¨¢grimas de Sandra H¨¹ller durante el memorable discurso de Jonathan Glazer al recoger el Oscar a mejor pel¨ªcula internacional por La zona de inter¨¦s. El m¨¢s tierno, el plano de Messi, el perro de Anatom¨ªa de una ca¨ªda. El gran acierto: recuperar que salgan cinco antiguos ganadores en cada categor¨ªa de interpretaci¨®n a presentar a los nominados, algo que ya se hizo en 2009. Y que tantos entregadores recuerden el cine que todos conocemos, desde los gemelos Schwarzenegger y DeVito, haciendo chistes sobre sus respectivos villanos en Batman, hasta John Mulaney resumiendo el argumento de Campo de sue?os, pasando por Kate McKinnon y America Ferrera haciendo menci¨®n a Parque jur¨¢sico.

Los Oscar han hecho por encontrarse con su audiencia, algo que, lamentablemente no comparti¨® la retransmisi¨®n de Movistar Plus+, demasiado empe?ada en atraer a p¨²blico ajeno al cine que raramente va a quedarse frente a la tele una madrugada de un lunes, al mismo tiempo que descuida a su p¨²blico cautivo, los que a?o tras a?o vemos la ceremonia sabiendo que el conocimiento cinematogr¨¢fico, de las galas de premios y de alfombras rojas, no solo no es incompatible con el entretenimiento, sino que es esencial en este caf¨¦ para cafeteros. Es normal que los Oscar en Estados Unidos intenten recuperar p¨²blico. Tambi¨¦n lo ser¨ªa que la retransmisi¨®n espa?ola se esforzara por contentar al suyo.

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