Monjas del cine pobre
Ni ¡®La primera profec¨ªa¡¯ ni ¡®Inmaculate¡¯ cosechar¨¢n galard¨®n alguno en la a?ada cinematogr¨¢fica. Ni falta que les hace
Hace un par de meses coincidieron en cartelera dos pel¨ªculas muy esperadas. Las dos de terror, las dos de monjas. Y las dos con un razonable parecido en la resoluci¨®n de sus tramas (ambas iban a parar a un mismo punto, blasfemo a la par que rocambolesco). Ambas con iluminaci¨®n oscura, lo que en cine se llama low key, que en lenguaje coloquial es ¡°baja la persiana, que no se ve un carajo la pantalla¡±.
La primera de estas pel¨ªculas es La primera profec¨ªa (Arkasha Stevenson), y la segunda es Immaculate (Michael Mohan). Y las dos son disfrutables y ex¨®ticas dentro de su heterodoxia.
El filme de Stevenson es una precuela del cl¨¢sico La profec¨ªa, perfectamente unido a su historia matriz. La directora ba?a el metraje de momentos visuales de elegancia inusitada en el nunsploitation (la Medusa de Caravaggio, el eco de Spidora), y maneja con guante de seda la t¨ªpica trama que, si lo piensas, no hay por donde cogerla.
En el caso de Mohan (en breve en plataformas) nos encontramos con algo que, hasta su tramo final, podr¨ªa ser bien una cr¨ªtica a las pr¨¢cticas coercitivas que se dan en ciertos carismas de la Iglesia cat¨®lica, bien una historia de terror psicol¨®gico al estilo de El quim¨¦rico inquilino. Tras una declaraci¨®n de intenciones sonora (usar la m¨²sica de una pel¨ªcula como La dama rossa uccide sette volte lo dice todo) y despu¨¦s de no pocas escenas de esas en las que al final es un sue?o de la protagonista (rastrero recurso que tambi¨¦n utiliza La primera profec¨ªa) empieza una verdadera monta?a rusa al estilo del maravilloso y siempre sorprendente Elio Quiroga. Ambas son deudoras de La monja pose¨ªda (Peter Sykes) y, si me apuran, de Secta sangrienta (Ignacio F. Iquino).
Ninguna de las dos cosechar¨¢ galard¨®n alguno en la a?ada cinematogr¨¢fica. Ni falta que les hace.
La primera profec¨ªa tuvo un presupuesto de 30 millones, mientras que Immaculate se hizo con nueve. Les parecer¨¢ una fortuna, pero el cine es muy caro, los m¨¦ritos suelen ir aparejados al presupuesto. Ninguna de las dos es cara para los est¨¢ndares de la industria (estadounidense), pero entre una y otra hay una enorme diferencia presupuestaria. Menos mal que en el cine de terror la impostura todav¨ªa no se lo ha comido todo. Ya llegar¨¢. Est¨¢n en ello. Que no quede un rinc¨®n del arte sin impostura ni nepotismo, por favor.
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