Tenemos ¡®sentidi?o¡¯, pero no somos tontos

Pidi¨® sentidi?o Xabier Fortes en su despedida de vacaciones. ¡°Se puede decir de todo, se puede opinar de todo, pero con educaci¨®n y sentidi?o¡±, dijo mirando a c¨¢mara, en una apelaci¨®n coherente con su programa y con su elegancia natural. Entiendo y abrazo el sentidi?o, y ojal¨¢ el verano sirva para que algunos cultiven esa virtud de nombre gallego y aplicaci¨®n universal, y en septiembre tengamos un pa¨ªs m¨¢s respirable. No cuento con ello, pero celebremos que periodistas como Fortes, que predican con el ejemplo, lo digan.

Sin perder ese sentidi?o, vengo a disentir un poco de la primera parte del aserto de Fortes, ese ¡°se puede decir de todo¡±. El sentidi?o y la educaci¨®n no legitiman cualquier argumento. El problema de Hitler y Mussolini no era que hablasen a gritos, sino el contenido de sus palabras. Si Hitler hubiese susurrado la doctrina del Mein Kampf en lugar de berrearla, el nazismo no habr¨ªa sido menos abominable. Hay que cuidarse de un exceso de razonabilidad, no sea que la calma nos embriague tanto que no atendamos a las barbaridades que se dicen y, por miedo a no elevar la voz, estas se queden sin respuesta.

Miremos el espejo de Francia, donde cundi¨® la convicci¨®n de que la Le Pen joven ya no era el Le Pen viejo. Con nuevos nombres, tipos presentables que saben sonre¨ªr y hablar con calma, y una pasada de piedra p¨®mez democr¨¢tica a los callos m¨¢s fascistas de su ideario, consiguieron presentarse ante muchos franceses como una derecha plausible. Hoy, algunos peri¨®dicos se han puesto a escarbar en los diputados electos y est¨¢n descubriendo lo que ya nos dijo Jos¨¦ Luis Cuerda en Amanece, que no es poco, cuando en las elecciones gana la secreta y pierde la Guardia Civil. Ante el revuelo del pueblo, los derrotados guardias civiles aclaran que no hay que apurarse, que la secreta son los mismos que antes, pero sin el cabo Ferm¨ªn. La cantidad de gente chunga que est¨¢ saliendo en los cargos provinciales de Resentimiento Nacional sugiere que el sentidi?o era solo una estrategia electoral.

Cuid¨¦monos de los que apartan a los cabos Fermines para dar sensaci¨®n de sentidi?o. Se podr¨¢ decir de todo, pero tambi¨¦n se puede rebatir todo. Que nadie confunda educaci¨®n con debilidad, ni la disposici¨®n a conversar con tener tragaderas infinitas. Los que creemos en la democracia y en un modelo de Estado social debemos tenerlo m¨¢s claro que nunca.

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