Ni que fu¨¦ramos Shrek

Silvia Abril cont¨® en Estirando el chicle c¨®mo naci¨® su personaje de la ni?a de Shrek. Estaba trabajando en Homo zapping y le tocaba interpretar a un personaje an¨®nimo que acud¨ªa a la parodia que hac¨ªan de La hora de la verdad, el programa presentado por Alicia Senovilla. D¨ªas antes hab¨ªa ido a ver Shrek y lo incorpor¨® a la improvisaci¨®n a trav¨¦s de la cual se forj¨® aquel personaje. En el sketch, David Fern¨¢ndez interpretaba a un posible padre de la ni?a, que le ignoraba porque estaba obsesionada con completar la colecci¨®n de cromos de Shrek.

No s¨¦ si dentro de 20 a?os le preguntar¨¢n a V¨ªctor Sandoval c¨®mo acab¨® vestido de Fiona, la novia de Shrek, grit¨¢ndole a Alejandra Rubio: ¡°?Alejandra, soy mam¨¢!¡±, pero ser¨ªa curioso verlo explicarlo con la perspectiva del tiempo. La vis c¨®mica de Sandoval es incuestionable desde hace m¨¢s de 25 a?os. Bien la conocemos los que ve¨ªamos Mamma mia, y cant¨¢bamos con ¨¦l desde casa El Noa Noa, entre otras. Y hace dos semanas toc¨® techo vestido de insecto en la rueda de prensa que dio Nacho Cano, como bien han contado ?ngeles Caballero y Jimina Sabad¨². Dada¨ªsmo puro. ¡°Voy as¨ª por Kafka¡±, otra l¨ªnea memorable.

Me re¨ª con ¡°?Alejandra, soy mam¨¢!¡± y al mismo tiempo arque¨¦ la ceja, y no por V¨ªctor. La prensa del coraz¨®n y sus programas de entretenimiento son de los pocos espacios que, a veces a golpe de denuncia, parecen haber hecho una reflexi¨®n sobre s¨ª mismos y haber evolucionado en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Una que ya quisiera para s¨ª mucho periodismo autodenominado serio. No hay m¨¢s que ver ahora casi cualquier T¨®mbola para constatar que, dentro del rosa, no hay color. S¨¢lvame, en este sentido, mejor¨® el sistema cuando se empez¨® a nutrir mayoritariamente de sus propios personajes y conflictos: a pesar de que se llor¨® m¨¢s en ese plat¨® que en algunos hospitales, todos participaban voluntariamente del juego y se lucraban con ¨¦l. Ni que fu¨¦ramos shhh lo tiene m¨¢s dif¨ªcil porque cuenta con mucha menos plantilla y sin cantera telecinquera. Pero aun as¨ª, comparar a alguien que ya no quiere formar parte de ese ecosistema con Fiona de Shrek... no s¨¦. S¨ª, empez¨® ella llamando Shrek a Matamoros, pero ella solo se representa a s¨ª misma, no es un programa. Re¨ªrte del f¨ªsico de alguien sin su connivencia en vivo y en directo no lo justifica ning¨²n gag, por carcajadas que despierte.

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