Dinero manchado de sangre
Gracias a la reportera Mar¨ªa Espinola sabemos lo que opina Silvia Bronchalo, madre de Daniel Sancho, que ha sido la ¨²nica que ha mantenido la dignidad, del documental de Max
En el excelente documental sobre Jos¨¦ Luis Cerveto, El asesino de Pedralbes, el propio Cerveto (condenado a dos penas de muerte, despu¨¦s conmutadas por una sentencia de la que cumpli¨® treinta a?os) no solo admit¨ªa sus cr¨ªmenes, sino que los explicaba con una frialdad y un raciocinio fuera de lo com¨²n. ?l sab¨ªa lo que hab¨ªa hecho y por qu¨¦ lo hab¨ªa hecho (matar a sus patrones tras descubrir estos que ¨¦l estaba previamente condenado por abusos a menores), pero adem¨¢s se preguntaba para qu¨¦ serv¨ªa la c¨¢rcel, si esta no rehabilitaba. La c¨¢rcel no es disuasoria (como demuestran tantos pa¨ªses del mundo). Tampoco te hace mejor persona (m¨¢s bien al rev¨¦s), ni termina de reparar ning¨²n agravio.
Para lo que sirve, seguro, es para mantener a ciertos individuos fuera de circulaci¨®n. En el caso de Cerveto se ve a un hombre inculto, desequilibrado, consciente de sus males, que se resigna a su destino y se pregunta por qu¨¦ nadie le ha querido escuchar (psiquiatras, trabajadores) o ayudarle.
La sentencia del pasado jueves 29, la de Daniel Sancho, es algo diferente. Una colorida (aunque parezca un contrasentido) p¨¢gina en la cr¨®nica negra espa?ola. Pinceladas rosas de pringue amiguista, pinceladas amarillas de sensacionalismo, y un remolino desinformativo provocado por el equipo legal elegido por Rodolfo Sancho, de quien ahora conocemos la verdadera cara. Dicho equipo ya ten¨ªa antecedentes en esto de enmerdar situaciones injustas como la de Dolores V¨¢zquez o Myriam de la Sierra, por citar dos de muchos. Tras el anuncio de esa muerte en vida que es la cadena perpetua, Daniel Sancho ha roto, dicen, a llorar. Un a?o ha tardado en caer del guindo. Sonsoles lo ha narrado con acordes tristes de librer¨ªa musical. Ana Rosa ha intentado que Garc¨ªa Montes se sincerase, sin ¨¦xito alguno (para trileros, ¨¦l). Y gracias a la reportera Mar¨ªa Espinola (Cuatro) sabemos al fin lo que opina Silvia Bronchalo, madre de Daniel que ha sido la ¨²nica que ha mantenido la dignidad. ¡°Dinero manchado de sangre¡± ha sido la expresi¨®n que, dice Espinola, ha usado Bronchalo para referirse al documental de Max.
Y esa, y no otra, es la verdad. La del dinero manchado de sangre. ?Saldr¨¢ Daniel Sancho de la c¨¢rcel siendo un adulto hecho y derecho? Lo dudo mucho. Por lo pronto, los medi¨¢ticos letrados seguir¨¢n sac¨¢ndole dinero a la familia, que de eso va parte de este lamentable espect¨¢culo.
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