Jeff Bezos, la transformaci¨®n del discreto fundador de Amazon en rey del ¡®bling bling¡¯
Cinco a?os despu¨¦s de anunciar su divorcio de Mackenzie Tuttle, el magnate ha visto aumentar su exposici¨®n p¨²blica por su medi¨¢tico noviazgo con Lauren S¨¢nchez, en el que presume de diamantes, yates, fiestas con sus famosos amigos y mansiones
Hasta hace cinco a?os, la vida privada de Jeff Bezos era as¨ª: privada. De hecho, buscadamente privada. Poca prensa m¨¢s all¨¢ de la salm¨®n sab¨ªa apenas algo de la existencia del fundador de Amazon, hoy el tercer hombre m¨¢s rico del mundo. Su informaci¨®n personal era la que la empresa difund¨ªa a trav¨¦s de sus comunicados: casado, cuatro hijos, vive en Seattle. Pero, a principios de 2019, un divorcio y, a la vez, un nuevo romance pusieron su mundo patas arriba. Y en este lustro ha quedado demostrado que su relaci¨®n con Lauren S¨¢nchez ¡ªquien primero fue la esposa de un amigo, luego amiga, despu¨¦s novia, ahora prometida y en unos meses esposa¡ª, lejos de ser un capricho, se ha convertido en el catalizador de su cambio de su vida.
Jeff Bezos era tan discreto que rozaba la seriedad y, para algunos, la solemnidad. De su lado amable solo se conoc¨ªa su risa, tan cacareante y estruendosa que acumula millones visualizaciones en YouTube y que los empleados de Amazon pod¨ªan descargarse de la intranet de la empresa. Pero cuando su matrimonio con Mackenzie Bezos salt¨® por los aires, tambi¨¦n pareci¨® hacerlo esa coraza de monacal sencillez. El millonario austero, como se lo denomin¨®, sin coches de lujo, el ingeniero cum laude de Princeton que mont¨® con su pareja la mayor librer¨ªa online del mundo en un garaje, siguiendo la rom¨¢ntica narrativa de la Costa Oeste de principios de este siglo, desapareci¨®. Y dio paso a un hombre que fue evolucionando, y que empez¨® desfilando en las alfombras rojas hasta copar las portadas de las revistas y dar enormes fiestas de compromiso en mansiones de Beverly Hills.
Bien es cierto que el modelo de negocio de Bezos ha evolucionado, como tambi¨¦n lo ha hecho su carrera dentro del mismo, y con todo ello su figura. Amazon se convirti¨® en mucho m¨¢s que una librer¨ªa, y el papel de su creador fue el de mucho m¨¢s que un librero o el jefe de una empresa de unos cuantos empleados: ahora cuenta con 1,5 millones en todo el mundo y vale 143.000 millones en la Bolsa. Cuando empez¨® a introducirse en el mercado del cine y la televisi¨®n, a glamurizarse, sus due?os tambi¨¦n lo hicieron. En 2012, Jeff y Mackenzie hicieron su primer pase¨ªllo en la gala del Met, que su compa?¨ªa esponsorizaba. En 2017 fueron a los Oscar, como productores de Manchester frente al mar, e incluso se ganaron alg¨²n chascarrillo del presentador de la ceremonia, Jimmy Kimmel. Pero hasta ah¨ª. Ahora, es mucho m¨¢s com¨²n verlo en galas. Tambi¨¦n su trabajo es otro. Ya no preside el imperio, porque a mediados de 2021 le cedi¨® su puesto a Andy Jassy, lo que le otorga una mayor libertad, incluso para jugar con su imagen.
En enero de 2019 lleg¨® el divorcio, que puso sobre la mesa sus 164.000 millones de d¨®lares (unos 142.000 millones de euros). Solo tardaron en resolverlo tres meses: Mackenzie Bezos (Tuttle, de apellido de soltera) se qued¨® con acciones de Amazon por valor de 35.000 millones de d¨®lares; ¨¦l, con unos 107.000, adem¨¢s de con el peri¨®dico The Washington Post y con su querida empresa espacial Blue Origin. Pero ah¨ª fue cuando la perspectiva con respecto a Bezos empez¨® a girar. Solo unas semanas despu¨¦s de su separaci¨®n, los paparazis lo captaban saliendo de una pizzer¨ªa de Nueva York con S¨¢nchez, una conocida presentadora de televisi¨®n en California, seis a?os menor que ¨¦l, piloto y due?a de una empresa de helic¨®pteros y reci¨¦n separada del representante de famosos Patrick Whitesell (a su boda, en 2005, acudieron desde Steven Spielberg a Ben Affleck). Y, desde entonces, los fot¨®grafos no han parado de buscarlos.
Ellos han dado juego para la persecuci¨®n. Su cambio de vida ha sido tan espectacular como el diamante rosa de 30 quilates que Bezos le regal¨® a su ya prometida durante el verano a bordo de su barco, Koru, que en maor¨ª significa nuevos inicios. En el yate, de tres m¨¢stiles y 127 metros de eslora, el m¨¢s grande del mundo y por el que estas vacaciones han pasado Katy Perry, Orlando Bloom y Usher, entre otros famosos, la pareja cen¨® una noche en cubierta y regres¨® a su camarote. Ella encontr¨® el anillo bajo la almohada. ¡°Creo que me desmay¨¦ un poquito¡±, ha declarado esta semana S¨¢nchez en Vogue. La revista estadounidense le dedica un amplio reportaje, centrado en ella, pero hecho en el rancho de 1.600 kil¨®metros cuadrados que tiene el magnate en Texas. ?l se ha dejado fotografiar ¡ªen unas im¨¢genes que se han convertido en un meme de internet, por su punto de artificialidad¡ª, adem¨¢s de preparar unos perfectos margaritas para la entrevistada y la entrevistadora. Tambi¨¦n habla. De ella, claro: ¡°Me ha ayudado a poner m¨¢s energ¨ªa en mis relaciones: ¡®Llama a tus hijos, llama a tu padre, llama a tu madre¡¯. Es un modelo a seguir¡±, afirma. ¡°?l es el alma de la fiesta¡±, cuenta ella. ¡°Es extremadamente entusiasta, y extremadamente divertido¡±.
Un modo de vida y de exposici¨®n p¨²blica muy distinto, si no contrario, al de la relativamente sencilla cotidianidad del magnate en sus tiempos de Seattle. Ahora en ¨¦l todo ha cambiado, incluso la ciudad en la que ha vivido durante los ¨²ltimos 30 a?os. A principios de noviembre anunci¨® que se mudaba a vivir a Miami, en cuya exclusiva zona de Indian Creek ha comprado dos mansiones contiguas. As¨ª estar¨¢ m¨¢s cerca de sus padres, que adem¨¢s dirigen la Bezos Family Foundation, y de Cabo Ca?averal, base de operaciones de Blue Origin. Y tambi¨¦n de las fiestas, como las que ya da, y del mar.
Hasta ahora, y por sus mutuos acuerdos de divorcio y del cuidado de sus hijos (¨¦l tiene cuatro, ya universitarios; ella, uno de 22, que vive en Nueva York, y otros dos, de 17 y 15 a?os), Bezos y S¨¢nchez viv¨ªan a caballo entre Seattle y Los ?ngeles, aunque con largas temporadas en el rancho de Texas y pasando tiempo en las residencias del millonario de Nueva York, Washington, D.C. y Maui. La capital angelina se ha convertido en el tel¨®n de fondo perfecto para su nueva vida social. El pasado fin de semana celebraron all¨ª una enorme fiesta de compromiso. Fue en la mansi¨®n que tiene en la exclusiva Beverly Hills un matrimonio que est¨¢ entre sus mejores amigos: el formado por la dise?adora Diane von Furstenberg y el fundador de Fox, Barry Diller, que ha declarado que Lauren es ¡°la chispa de la vida de Jeff: ello le ilumina de la mejor manera, es su mejor est¨ªmulo¡±.
La fiesta fue carne de tabloides ¡ªaunque las fotos del interior tambi¨¦n las ha publicado en exclusiva Vogue¡ª. A ella acudieron Oprah Winfrey, Barbra Streisand, Salma Hayek, Robert Pattinson y Kim Kardashian (ella y Lauren son buenas amigas, se mandan muchos mensajes privados por Instagram, ha contado la estrella de la telerrealidad en la misma entrevista de Vogue), con su madre, Kris Jenner. Era la segunda fiesta que daban, tras una peque?a, ¨ªntima, a bordo de Koru con, entre otros, Bill Gates, Leonardo DiCaprio y la reina Rania de Jordania. De la boda solo se sabe que S¨¢nchez est¨¢ deseando tomar el apellido de su futuro marido. Pero a¨²n nada de si ser¨¢ en EE UU o en Europa, de los invitados o del vestido. Los detalles no se conocen, pero discreta no ser¨¢.
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