No hay plazo que no se cumpla: lleg¨® la hora de votar
Al ejercer su voto por Donald Trump o Kamala Harris, los latinos deber¨ªan pensar tambi¨¦n en qui¨¦n apoyar¨¢ m¨¢s a sus pa¨ªses de origen, donde seguramente tienen a¨²n familia
El t¨ªtulo de una famosa comedia de Antonio Zamora, ¡°No hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague¡±, sentencia que el momento preestablecido de algo crucial llegar¨¢, no importa qu¨¦ tanto lo quiera uno alejar. Pues bien, el d¨ªa lleg¨®. Este martes 5 de noviembre suceder¨¢ una de las elecciones m¨¢s importantes en la historia de Estados Unidos y para el mundo.
El proceso ha sido tortuoso y at¨ªpico. De un lado, un candidato republicano, expresidente, de 78 a?os, delincuente convicto, acusado reiteradamente de acosador sexual y contra cuya vida ha habido dos atentados ya. Es un comunicador impresionante, radical y que ha sabido leer y actuar sobre la rabia de varios sectores de la sociedad americana, especialmente los ¡°blancos¡± no latinos que sienten su posici¨®n predominante en la sociedad retrocediendo cada d¨ªa frente a otros grupos de poblaci¨®n. Ya desconoci¨® falsamente una primera elecci¨®n que perdi¨® y en esta, tan re?ida, no sorprender¨ªa que hiciera lo mismo.
Seg¨²n Donald Trump, la econom¨ªa del pa¨ªs es un desastre, aunque de acuerdo con las cifras de crecimiento, inflaci¨®n y desempleo, por ejemplo, indican que no es as¨ª. Tambi¨¦n ha vendido la idea de la ¡°invasi¨®n¡± de latinoamericanos ilegales, a quienes constantemente declara como criminales o inferiores, y prometi¨® hacer la ¡°deportaci¨®n masiva m¨¢s grande de la historia¡±. Este, parad¨®jicamente, es uno de los temas que resuenan con latinoamericanos establecidos en Estados Unidos, que son muchos, y que se alinean m¨¢s con el grupo de los ¡°blancos no hispanos¡± que con el de su ascendencia. De acuerdo con la oficina gubernamental del censo para 2020, en dos Estados, California y Nuevo M¨¦xico, los latinos son mayor¨ªa, mientras que en 23 Estados m¨¢s son el segundo grupo ¨¦tnico.
Trump ha contado adem¨¢s con el estruendoso apoyo de muchos billonarios, el m¨¢s expl¨ªcito y visible de los cuales es Elon Musk, el hombre m¨¢s rico del mundo; impl¨ªcitamente, tambi¨¦n lo apoya el segundo hombre m¨¢s rico del mundo. Jeff Bezos bloque¨® la declaraci¨®n de apoyo que el consejo editorial de su peri¨®dico, el muy influyente The Washington Post, ten¨ªa lista en favor de Kamala Harris, lo que termin¨® en un apoyo de facto a Trump. El influyente mundo digital y de los empresarios de inteligencia artificial est¨¢ dividido. Algunos apoyan a Trump, preocupados de que un Gobierno dem¨®crata impondr¨¢ muchas regulaciones que afectar¨¢n sus negocios y pondr¨ªan en riesgo el indiscutible liderazgo de Estados Unidos; temen que llegue al extremo de exigir que se ¡°partan¡± grandes compa?¨ªas tecnol¨®gicas, por su posici¨®n predominante en el mercado.
Trump ha anunciado m¨¢s reducciones de impuestos para los ricos. El argumento es que las mayores utilidades en manos de las empresas traer¨¢n reinversi¨®n en m¨¢s eficiencia y modernizaci¨®n, una situaci¨®n general de mejora de la clase media y trabajadora, y un mayor crecimiento econ¨®mico. Muchos economistas ¡ªpor otro lado¡ª consideran esto irreal y creen que ser¨¢ da?ino para las finanzas del Estado y en contra de la clase media, que acabar¨¢ pagando los platos rotos.
Uno de los aspectos de su presidencia que asusta a muchos es el ascenso de la ultraderecha radical, en temas sociales, econ¨®micos, raciales y de g¨¦nero, que los liberales sienten como el aplastamiento de las minor¨ªas.
Harris, a su vez, representa a varias minor¨ªas en una sola persona al ser mujer, con ascendencia africana y asi¨¢tica simult¨¢neamente. Nacida en Oakland, California, posiblemente el Estado m¨¢s liberal de la Uni¨®n, en una familia de clase media alta, inmigrantes e intelectuales. A diferencia de los padres del neoyorquino Trump, un rico desarrollador inmobiliario de origen alem¨¢n y un ama de casa y socialite nacida en Escocia, la madre de Harris era una inmigrante india, cient¨ªfica cuyas investigaciones en oncolog¨ªa son reconocidas; su padre ¡ªde origen jamaiquino¡ª es un economista y profesor em¨¦rito de la Universidad de Stanford, el primer acad¨¦mico negro en recibir tenure (profesorado permanente) en una de las universidades m¨¢s reputadas del mundo. La carrera de Harris la convirti¨® en una estrella en California, como fiscal de distrito de San Francisco y luego como fiscal general del Estado, para luego ser elegida senadora en 2016. Se le critica, sin embargo, su falta de conocimiento en otras ¨¢reas de manejo del Estado.
Su paso por la vicepresidencia del pa¨ªs, a la que lleg¨® como primera mujer y minor¨ªa ¨¦tnica, no se percibe como rutilante. Joe Biden la puso a cargo del tema de la inmigraci¨®n ilegal, un tema sin duda complejo. Aunque Harris no estaba a cargo de la ¡°administraci¨®n¡± de la frontera, el haberse demorado un par de meses en visitarla desde que Biden le encargara el tema migratorio, le vali¨® m¨²ltiples cr¨ªticas. Aunque estableci¨® di¨¢logos con los pa¨ªses centroamericanos, la percepci¨®n de muchos, justa o injustamente, es que no logr¨® dise?ar y aplicar una pol¨ªtica clara y cohesionada para el manejo de este asunto.
Harris tambi¨¦n tiene su cohorte de billonarios, incluso m¨¢s que Trump, aunque con menos espectacularidad. Seg¨²n la revista Forbes, 83 de ellos la apoyan, mientras que 52 lo hacen con Trump. En Silicon Valley, donde se ha establecido una gran parte de la industria digital, ella tambi¨¦n tiene apoyos. De hecho, el 6 de septiembre pasado unos 90 l¨ªderes empresariales y millonarios emitieron una carta apoy¨¢ndola en la que ¡ªentre otras cosas¡ª dec¨ªan que ¡°ella seguir¨¢ desarrollando pol¨ªticas justas y predecibles que apoyan el imperio de la ley, la estabilidad y la confiabilidad de nuestra democracia y nuestra econom¨ªa¡±. Harris, adem¨¢s, planea subir los impuestos a las compa?¨ªas y a los ricos y hacer recortes a la clase media, as¨ª como ampliar los beneficios sociales. Una gran diferencia con Trump en materia fiscal y uno de los temas que asusta a mucho del mundo corporativo estadounidense.
En cuanto a las minor¨ªas, ella ni su partido lograron llegarle de lleno al coraz¨®n a los latinos ni los afroamericanos. Seg¨²n una encuesta reciente del Pew Research Center, 84% de los votantes negros lo har¨ªan por Harris y 13% por Trump. Inmensa ventaja, pero menor a la de hace cuatro a?os, cuando el 92% votaron por Joe Biden y el 8% por Trump.
Con los latinos, la situaci¨®n es m¨¢s dif¨ªcil, aunque a¨²n prevalece el voto dem¨®crata. Seg¨²n una encuesta reciente de NBC News, CNBC y Telemundo, Harris lidera la intenci¨®n de voto latino con 54%, mientras Trump tiene 40%. Una ventaja del 14% para la dem¨®crata. Lo llamativo es la forma c¨®mo se ha acortado la diferencia: en la elecci¨®n de 2020, la ventaja dem¨®crata era del 33%, en la de 2016 del 38% y en la de 2012 del 44%. La ventaja dem¨®crata de hoy es menor en 30 puntos porcentuales frente a la intenci¨®n de voto por los republicanos.
Uno de los aspectos de su presidencia que asusta a muchos es el ascenso del wokeness, en temas sociales, econ¨®micos, raciales y de g¨¦nero, que los muy conservadores sienten como la dictadura de las minor¨ªas, en contra de los valores tradicionales de la sociedad.
Am¨¦rica Latina a¨²n se pregunta con qui¨¦n le ir¨¢ mejor, en medio de su desafortunada irrelevancia frente a lo dem¨¢s que pasa en el mundo. Salvo por la migraci¨®n ilegal, la franja de Gaza, Ucrania, las amenazas terroristas y la expansi¨®n de la influencia pol¨ªtica, econ¨®mica y comercial de China, entre otro, le quitar¨¢n la atenci¨®n de Washington. Ojal¨¢ la nueva Casa Blanca incluyera dentro de sus planes hacia la regi¨®n programas de intercambio comercial, desarrollo, seguridad y cooperaci¨®n favorables para los dos lados, con pol¨ªticas migratorias claras y que se cumplan. Posiblemente un nuevo cap¨ªtulo de la Alianza para el Progreso de Kennedy. ?Cu¨¢l de los dos ir¨ªa por este camino?
El plazo se cumpli¨® y lleg¨® la hora de votar. Adem¨¢s de lo que les conviene personalmente, los latinos deber¨ªan votar pensando tambi¨¦n en qui¨¦n apoyar¨¢ m¨¢s a sus pa¨ªses, donde seguramente tienen a¨²n familia. El nivel de influencia de Washington D.C. en la regi¨®n pone su futuro ¡ªen buena medida¡ª en el pr¨®ximo inquilino del 1600 de la Avenida Pensilvania.