?Qu¨¦ significa el triunfo de Trump para la agenda clim¨¢tica?
Es dif¨ªcil eludir el desasosiego, pero podemos decir, con cierto grado de certeza, que el siguiente cuatrienio ser¨¢ un periodo oscuro para delinear el futuro de la humanidad
Hay un dicho que lleva m¨¢s de un siglo circulando en las esferas pol¨ªticas mexicanas que reza: ¡°pobre de M¨¦xico, tan cerca de Estados Unidos y tan lejos de Dios¡±. La frase, atribuida a don Porfirio D¨ªaz, perfectamente puede aplicarse al resto de Am¨¦rica Latina, ya que nuestra vecindad geogr¨¢fica da mucho de qu¨¦ hablar en cuanto a relaciones ambivalentes de balanza comercial, tr¨¢fico de drogas, migraci¨®n y, en nuestros tiempos, de acci¨®n clim¨¢tica.
Por muchos a?os, Estados Unidos fue el principal emisor de gases de efecto invernadero (GEI) a nivel mundial y, actualmente, con m¨¢s del 13% de las emisiones globales, ocupa el segundo lugar. As¨ª, el resultado electoral en Estados Unidos y el giro que tome la pol¨ªtica clim¨¢tica en este pa¨ªs, afectar¨¢ sustancialmente el avance de la comunidad internacional hacia las metas del Acuerdo de Par¨ªs.
Por ello, en lugar de hablar acerca del significado de la elecci¨®n de Trump en la agenda social, comercial o pol¨ªtica de Am¨¦rica Latina, nos enfocaremos en la agenda clim¨¢tica.
Es dif¨ªcil eludir el desasosiego al escribir esta columna, pero podemos decir, con cierto grado de certeza, que el siguiente cuatrienio ser¨¢ un periodo oscuro para delinear el futuro de la humanidad.
Basta mirar atr¨¢s y recordar que una de las primeras medidas tomadas por Trump al arrancar su presidencia fue denunciar el Acuerdo de Par¨ªs. De ah¨ª en adelante, su primera administraci¨®n se dedic¨® a desmantelar las instituciones gubernamentales que obraban a favor de la acci¨®n clim¨¢tica.
Falta ver cu¨¢nto se demorar¨¢ ahora la administraci¨®n Trump en denunciar de nuevo el Acuerdo. Una segunda salida del r¨¦gimen clim¨¢tico de Naciones Unidas no es simb¨®lica. Todo lo contrario. Por un lado, pone en tela de juicio un sistema multilateral de Naciones Unidas que, de por s¨ª, est¨¢ minado por su incapacidad de salvaguardar la paz mundial: quiz¨¢s su principal raz¨®n de existir.
Por otro lado, la cumbre clim¨¢tica de Bak¨², Azerbaiy¨¢n (COP29), que cierra en un par de semanas, tiene como objetivo primordial la adopci¨®n de una nueva meta de financiamiento clim¨¢tico que apoye las transformaciones estructurales, sectoriales y econ¨®micas del mundo en desarrollo. Sin el apoyo financiero y el despliegue de inversiones de Estados Unidos, las negociaciones para esta nueva meta ser¨¢n a¨²n m¨¢s complicadas. Washington trasladar¨¢ la carga financiera al resto de pa¨ªses desarrollados, reduciendo las probabilidades de un compromiso de financiamiento p¨²blico satisfactorio. Es decir, de m¨ªnimo un bill¨®n de d¨®lares por a?o (en ingl¨¦s, 1 trillion USD).
La ausencia de financiamiento clim¨¢tico para Am¨¦rica Latina ¡ª que recibe la menor cantidad de recursos en todo el mundo en desarrollo ¨D, impactar¨¢ significativamente al subcontinente. Estados Unidos es uno de sus principales socios comerciales (para muchos, el principal) y los impactos del cambio clim¨¢tico, conforme siga incrementando la temperatura media global, solo ser¨¢n mayores en nuestras latitudes. Con el tiempo, esto encarecer¨¢ a¨²n m¨¢s la factura para asegurar transiciones ecol¨®gicas y energ¨¦ticas justas, y para sufragar los costos de los desastres naturales que ir¨¢n en aumento.
Tambi¨¦n se reducir¨¢n los recursos al interior de Estados Unidos para combatir el cambio clim¨¢tico. Recordemos que en 2022 fue firmada la Ley de Reducci¨®n de la Inflaci¨®n (IRA por sus siglas en ingl¨¦s), para disminuir las emisiones de GEI en un 42% a 2030, mediante una inversi¨®n gradual de 369.000 millones de d¨®lares en energ¨ªas limpias. Si bien Trump no podr¨¢ revertir los recursos ya adjudicados, s¨ª tendr¨¢ potestad para suspender, obstaculizar o reasignar para otros fines los recursos pendientes de desembolso. Asimismo, Trump tiene injerencia sobre el Departamento del Tesoro, que regula la implementaci¨®n de incentivos tributarios para energ¨ªas renovables por un valor de 500.000 millones de d¨®lares.
La bola de nieve no para ah¨ª. El negacionismo clim¨¢tico de Trump acelerar¨¢ las inversiones en combustibles f¨®siles, en particular la expansi¨®n de petr¨®leo y gas: ¡°Vamos a hacer fracking, fracking, fracking, y a perforar, nena, perforar¡±, es el lema de su pol¨ªtica energ¨¦tica, que librar¨¢ una guerra sin cuartel contra el despliegue de energ¨ªas renovables. ?Cu¨¢l es el riesgo para Am¨¦rica Latina? Enfrascar nuestras econom¨ªas en tecnolog¨ªas obsoletas por d¨¦cadas, con el agravante de rezagar la transici¨®n energ¨¦tica que tanto urge, y poner en jaque el cumplimiento del Acuerdo de Par¨ªs.
La historia nos ense?a que todos los imperios se desintegran. Algunos por resistencia externa. Otros desde adentro. Y cuando esto ocurre, alguien m¨¢s ocupa la silla de mando. ?Qui¨¦n estar¨¢ llamado a ocupar la silla de Estados Unidos para liderar la crisis global del cambio clim¨¢tico? ?Estar¨¢n la Uni¨®n Europea, China o India a la altura? ?Qu¨¦ podr¨¢n hacer Brasil, Colombia y M¨¦xico en nuestra regi¨®n? La COP29 ser¨¢ una prueba de fuego para saber qui¨¦nes est¨¢n dispuestos a ejercer ese liderazgo.