Vincent Valdez, artista: ¡°Estados Unidos est¨¢ atrapado entre el mito de lo que cree que es, versus la realidad de lo que es¡±
El artista texano conocido por sus tem¨¢ticas pol¨ªticas y sociales se adue?a por completo del Museo de Arte Contempor¨¢neo de Houston con una exposici¨®n retrospectiva de sus m¨¢s de dos d¨¦cadas de trabajo
A los 10 a?os ya hab¨ªa encontrado su voz. Con sus compa?eros de quinto grado, un ni?o de San Antonio, Texas, participaba en un proyecto de murales sobre la paz mundial. Los peque?os pintaban arco¨ªris y corazones, pero la composici¨®n de Vincent Valdez era mucho m¨¢s osada: aviones de combate dejaban caer napalm sobre trabajadores en el campo y un texto sobre el cielo dec¨ªa ¡°make food, not war¡± (¡°haz comida, no la guerra¡±).
Han pasado vidas enteras desde ese momento, pero el arte de Valdez, que ahora tiene 47 a?os, siempre ha mantenido el tono de aquel mural. Su trayectoria entera, desde los dibujos que hizo antes incluso de saber escribir y que su madre guard¨® con premonici¨®n, hasta sus piezas m¨¢s recientes, ha tomado por completo estos d¨ªas las salas del Museo de Arte Contempor¨¢neo de Houston (CAMH, por sus siglas en ingl¨¦s) en la primera exposici¨®n retrospectiva del artista, Just a Dream¡ que se puede ver hasta finales de marzo de 2025. En las paredes del museo entero se presenta el conjunto de una obra que de cierta manera funciona como un espejo sin filtros para la sociedad estadounidense, que Valdez considera cegada por su propia historia: ¡°Estados Unidos est¨¢ atrapado entre el mito de lo que cree que es, versus la realidad de lo que es¡±, observa el artista. Su obra tiene como objetivo desnudar el mito.
La memoria y la identidad de un pa¨ªs que representa el imperialismo contempor¨¢neo, con todas sus contradicciones permanentes, son la columna vertebral del trabajo de Valdez. El artista texano ¡ªchicano, aclarar¨ªa ¨¦l¡ª primero llam¨® la atenci¨®n con una pieza vertiginosa titulada Kill the Pachuco Bastard! (?Mata al Pachuco Bastardo!) (2001), un retrato lleno de acci¨®n de los disturbios raciales contra la comunidad mexicana en Los ?ngeles en 1943, conocidos como los Zoot Suit Riots. Ahora, por primera vez, ha juntado piezas desde el comienzo de su carrera hasta el presente. ¡°Realmente fue como entrar a una reuni¨®n de viejos amigos y familia. Es verdad que cuando estas cosas salen de mi estudio toman una vida propia¡±, reflexiona Valdez de un portafolio que ha generado numerosas controversias a lo largo de los a?os.
Con sus ra¨ªces enterradas en lo profundo del muralismo mexicano y coloreadas por el street art con el que se curti¨® durante la adolescencia en los bloques de vivienda social de San Antonio, Valdez es un narrador de historias. ¡°De ni?o era muy importante para m¨ª conocer mis propias curiosidades y sensibilidades sobre c¨®mo ve¨ªa Estados Unidos; c¨®mo percib¨ªa la dura realidad americana¡±, relata por tel¨¦fono. ¡°Creo que como una persona de color, especialmente creciendo en Texas, esto toma una dimensi¨®n diferente. Si me preguntaran qu¨¦ pienso que es lo m¨¢s ¨²nico de la idea detr¨¢s de la identidad estadounidense, dir¨ªa que es la resiliencia de Estados Unidos. Pero resiliencia no en el sentido en el que uno tal vez piensa que debe ser definida, sino la resiliencia frente a la verdad. ?Sabes? La manera en que se lucha para de manera voluntaria negarse a reconocer su propia verdad, incluso cuando se est¨¢ cara a cara con ella. Realmente me vuela la cabeza a diario¡±, explica el artista, que considera su labor un peque?o servicio p¨²blico.
La retrospectiva, que estar¨¢ por varios meses en Houston antes de trasladarse al Museo de Arte Contempor¨¢neo de Massachusetts (MASS MoCA) hasta abril de 2026, precede los inicios de la carrera de Valdez. En ¡°la Capilla de los Dibujos¡±, como ha bautizado el artista una sala de la exposici¨®n dedicada a sus bosquejos, el p¨²blico puede abrir cajones que contienen cuadernos de ilustraciones, incluida una del Patito Feo que el artista hizo cuando ten¨ªa tres a?os y, que piensa el artista, demuestra desde muy temprano su atracci¨®n y empat¨ªa hacia los marginados.
La intimidad de esa sala se replica en el resto de la exposici¨®n, pues aunque los lienzos grandes, formato predilecto de Valdez, pueden parecer intimidantes, sus protagonistas, normalmente hombres y mujeres de miradas fuertes o s¨ªmbolos inequ¨ªvocos ¡ªdesde un ¨¢guila hasta una virgen de Guadalupe¡ª, invitan a una contemplaci¨®n tan cercana que raya la introspecci¨®n.
Entre las m¨¢s de 120 obras reunidas hay lienzos imponentes con cuerpos de hombres latinos que cuelgan de un hilo invisible, parte de una serie llamada The Strangest Fruit (La Fruta m¨¢s Rara) (2013); en referencia a esa canci¨®n que Billie Holiday hizo famosa sobre los cad¨¢veres de hombres negros linchados que se dejaban suspendidos de los ¨¢rboles en el sur de Estados Unidos en las primeras d¨¦cadas del siglo XX. Hay tambi¨¦n una serie de cuadros, Excerpts for John (Extractos para John) (2012) que parecen incompletos, como memorias borrosas, y que muestran la secuencia de una procesi¨®n funeraria militar, basados en la historia de uno de los mejores amigos de Valdez, que sucumbi¨® al estr¨¦s postraum¨¢tico tras prestar servicio en Irak. U otros que muestran a pandilleros tatuados vulnerables como no suelen ser retratados, entre los que est¨¢ So Long Mary Ann, que con su t¨ªtulo evoca la voz de Leonard Cohen y su himno a un amor perdido, y transforma la mirada del retratado.
Pero el nombre de la exposici¨®n lo da una obra en particular de una tem¨¢tica preferida de Valdez. Mientras suena muy bajo una canci¨®n de Jimmy Clanton sobre un sue?o plat¨®nico, Just a Dream¡ (In America) (Solo un sue?o... En Am¨¦rica) (2020-2021) es un retrato de grandes dimensiones que est¨¢ posado sobre un par de ladrillos de cemento: el lienzo mismo replicando la pose del protagonista, un boxeador latino molido y sentado en la esquina del ring. Es la imagen de un hombre que est¨¢ perdiendo, pero su ojo entreabierto y ment¨®n levantado indican que no est¨¢ derrotado. ¡°La idea del boxeador realmente representa esta fascinaci¨®n, obsesi¨®n, especialmente en los Estados Unidos con la historia del d¨¦bil y menospreciado. Eres t¨² contra todas las probabilidades, David contra Goliat. Estoy interesado en el boxeo como un s¨ªmbolo universal de la experiencia humana¡±, explica Valdez sobre su retorno, una y otra vez, a esta f¨¦rtil tem¨¢tica. En tiempos de incertidumbre pol¨ªtica y amenazas de deportaciones masivas, ese luchador latino adquiere una nueva capa de dignidad combativa.
La inauguraci¨®n de la exposici¨®n sucedi¨® apenas unos d¨ªas despu¨¦s de que Donald Trump resultara reelegido como presidente de los Estados Unidos. No era la primera vez que la pol¨ªtica nacional, y en particular, Trump, se entrelazaban con la carrera de Valdez. En 2016, cuando el republicano gan¨® las elecciones por primera vez, un cuadro enorme de Valdez caus¨® una conmoci¨®n. The Beginning is Near (An American Trilogy), Chapter One: The City, The City I (2015¨C16) es un retrato de once miembros del Ku Klux Klan iluminados por las luces de una camioneta en la noche de un campo vac¨ªo. Las figuras, todas con las caras tapadas menos una, miran intensamente al espectador; y con ese inquietante cruce de miradas, Valdez compart¨ªa lo que sent¨ªa cuando observaba detenidamente a su pa¨ªs hace poco menos de una d¨¦cada.
¡°Esta exposici¨®n es la evidencia visual y la prueba de que las ideas y los temas que me han preocupado como artista no comenzaron con ninguna presidencia o ning¨²n partido pol¨ªtico. Ahora bien, espero que las im¨¢genes que he trabajado tan duro en crear como una manera de alentar el pensamiento cr¨ªtico enciendan alg¨²n tipo de consciencia en mi audiencia en los pr¨®ximos a?os¡ Estoy convencido de que de ciertas maneras, Estados Unidos, desafortunadamente, ha tenido que llegar a este momento en el que estamos a punto de entrar para poder ver el fracaso y solo as¨ª realmente progresar y autorreflexionar¡±, dice Valdez cuando se le se?ala el paralelismo de su carrera y la trayectoria pol¨ªtica del presidente electo.
Desde su estudio, la esquina del ring de su vida, Valdez no pierde la motivaci¨®n por su trabajo, empapado de una cualidad pol¨ªtica que en la actualidad es incluso mayor. ¡°El camino creativo no es f¨¢cil, pero no lo cambiar¨ªa por ninguna otra cosa en esta vida. Hacer im¨¢genes es, con diferencia, la sensaci¨®n de libertad m¨¢s aut¨¦ntica que conocer¨¦, es la verdadera libertad¡±.