La salsa naci¨® en Nueva York con una gran influencia de Cuba

No todo el mundo sabe que un baile que caracteriza tanto a Latinoam¨¦rica naci¨® en Estados Unidos, pero el origen de la salsa como manifestaci¨®n musical est¨¢ estrechamente vinculado a la inmigraci¨®n. En los a?os 60, el spanish Harlem de Nueva York era escenario de una enriquecedora diversidad cultural, lo que propici¨® la fusi¨®n de ritmos afrocaribe?os como el chachach¨¢, el mambo y el son cubano; con otros estilos musicales existentes en Estados Unidos como el jazz, el funk y la m¨²sica soul. El resultado fue una m¨²sica de alegr¨ªa contagiosa, al son de trombones y trompetas, que invita al disfrute y al movimiento, y cuyas letras tienen el a?adido de servir como fuente de aprendizaje. Un g¨¦nero que sigue vivo en la gran manzana, donde naci¨® el m¨¢ximo exponente de la salsa en la actualidad: Marc Anthony (de padres puertorrique?os).

Es aqu¨ª, en la cuna de la salsa, donde se siguen encontrando buena parte de las mejores academias de baile, de los profesores m¨¢s respetados y de los conciertos m¨¢s esperados. Otra buena parte est¨¢n en Cali, Colombia, considerada la capital mundial de la salsa.

Al principio, la salsa corri¨® una suerte similar al tango o al jazz, y se consideraba una m¨²sica propia de clases marginales, pero pronto se expandi¨® a otros barrios, al resto del pa¨ªs y luego fuera de las fronteras estadounidenses. El cortometraje documental Our latin thing (Nuestra cosa latina) dirigido por el estadounidense, Leon Gast, recoge la filmaci¨®n de la noche en la que se considera que naci¨® la salsa como g¨¦nero: el 16 de agosto de 1971 en el Club Cheetah de Midtown Manhattan.

Fue en una velada donde tocaba la orquesta Fania All-Stars que, con Johnny Pacheco como director art¨ªstico, reun¨ªa a los mejores m¨²sicos latinos de la ¨¦poca. Por ah¨ª pasaron figuras como Celia Cruz, H¨¦ctor Lavoe, Willie Col¨®n, Rub¨¦n Blades y Eddie Palmieri, todos ahora convertidos en leyendas. A partir de entonces la salsa, un t¨¦rmino acu?ado para describir la fusi¨®n de g¨¦neros musicales afrocaribe?os, se convirti¨® en un fen¨®meno.

Dos a?os despu¨¦s, Fania All-Stars atrajo a 40.000 personas a un concierto de salsa en el estadio Yankee y uno de los promotores m¨¢s notorios de la ¨¦poca, Izzy Sanabria, lleg¨® a compararlos con los Beatles. A lo largo de los a?os 70 surgieron m¨¢s orquestas y Tito Puente se convirti¨® en uno de los m¨¢ximos exponentes del g¨¦nero. Puente, que fue un virtuoso del timbal y ganador de cinco Grammys, dej¨® un legado de 198 discos a lo largo de sus 54 a?os de carrera musical y represent¨® la m¨²sica latina en todo el mundo, clave para la difusi¨®n de la salsa.

M¨¢s de medio siglo despu¨¦s del nacimiento del g¨¦nero musical que para Celia Cruz fue su bandera y se?al de identidad, en Nueva York a¨²n se puede disfrutar de algunas de aquellas estrellas, que todav¨ªa siguen vivas. Rub¨¦n Blades canta este viernes en el Radio City Hall y Eddie Palmieri dio en mayo dos conciertos en el ic¨®nico Blue Note. Willie Col¨®n es cabeza de cartel del Festival de Salsa de Nueva York, en el que cantar¨¢n otras figuras como Oscar d?Le¨®n, y que tendr¨¢ lugar este s¨¢bado en el estadio Barclays Center, la sede de los Brooklyn Nets (con capacidad para 19.000 espectadores).

La ciudad tambi¨¦n ofrece un sinf¨ªn de opciones para bailar los que ya son himnos salseros como Peri¨®dico de ayer, Llorar¨¢s o Pedro Navaja, desde discotecas con m¨²sica latina como Copacabana, o locales con m¨²sica en vivo donde se pueden tomar clases de salsa antes de cada concierto, como Club Cache, La iguana o SOB¡¯s. A finales de verano, del 29 de agosto al 2 de septiembre, tiene lugar una de las citas anuales m¨¢s esperadas para los salseros: el Congreso Internacional de Salsa de Nueva York, que cuenta ya con veinte a?os de andadura. Un calendario para todo el a?o porque, para muchos, la salsa es casi una forma de vida.