Trump desaf¨ªa las leyes de Estados Unidos con sus promesas migratorias
El magnate se enfrenta a barreras ¨¦ticas y legales para cumplir sus prop¨®sitos contra la migraci¨®n como retirar la ciudadan¨ªa por nacimiento o hacer redadas en las escuelas
El 20 de enero ser¨¢ el pistoletazo de salida de una larga lista de medidas que el presidente electo, Donald Trump, tiene preparadas contra los migrantes y que van desde la deportaci¨®n masiva de indocumentados hasta la retirada de la ciudadan¨ªa a personas nacidas en el pa¨ªs. Sus intenciones est¨¢n claras, pero que las pueda realizar no es tan evidente. El republicano ha llegado a decir que le gustar¨ªa ser dictador por un d¨ªa, y esa podr¨ªa ser la ¨²nica manera de llevar a cabo algunas sus promesas, porque muchas de ellas desaf¨ªan las leyes vigentes desde el siglo XIX, adem¨¢s de enfrentar problemas operativos, pol¨ªticos y ¨¦ticos.
Probablemente, el asunto m¨¢s controvertido sea la retirada de la ciudadan¨ªa por nacimiento. En su primera entrevista tras la victoria electoral, concedida a la cadena NBC, al ser preguntado si pensaba sacar adelante la medida desde el primer d¨ªa, Trump respondi¨®: ¡°S¨ª, absolutamente¡±. Para ello, tendr¨ªa que saltarse por alto la 14 Enmienda de la Constituci¨®n, que desde 1870 otorga la ciudadan¨ªa a cualquier persona nacida en el pa¨ªs, con la ¨²nica excepci¨®n de los hijos de diplom¨¢ticos.
Una orden ejecutiva del presidente no puede cambiar la Constituci¨®n, aunque existen riesgos. Uno ser¨ªa reinterpretar la enmienda cuando dice que el derecho lo tienen las personas que est¨¢n ¡°bajo la jurisdicci¨®n del Estado¡±.
Trump tendr¨ªa que justificar que, por ser hijos de indocumentados, que no se encuentran legalmente en el pa¨ªs, no est¨¢n sujetos a la jurisdicci¨®n. El caso llegar¨ªa casi con toda probabilidad al Tribunal Supremo. ¡°Ser¨ªa lo m¨¢s radical que ha hecho el Tribunal¡±, afirma Hiroshi Motomura, profesor de Derecho de UCLA. La 14 Enmienda se aprob¨® tras la Guerra Civil estadounidense y eliminarla ¡°revocar¨ªa 160 a?os de historia. Su prop¨®sito y papel en la historia fue comprender el pa¨ªs como una naci¨®n de inmigrantes, lo que en el momento fue un cambio muy progresista¡±, a?ade.
A favor de Trump est¨¢ el hecho de que el Alto Tribunal tiene una mayor¨ªa de jueces conservadores (seis frente a tres progresistas), tres de los cuales nombr¨® ¨¦l mismo. Un cambio tan dr¨¢stico en la interpretaci¨®n de la Constituci¨®n no parece muy probable, pero la jurisprudencia de la Corte despierta dudas. ¡°Ya hemos visto c¨®mo actu¨® el Supremo en el caso de Roe contra Wade. Hay incertidumbre sobre lo que har¨ªa en este caso¡±, se?ala Adriel Orozco, abogado del American Immigration Council, una organizaci¨®n dedicada a la defensa de los migrantes. Se refiere a la decisi¨®n del Supremo de revocar el derecho del aborto.
Otra opci¨®n ser¨ªa a?adir una nueva enmienda a la Constituci¨®n, pero necesitar¨ªa una mayor¨ªa de dos tercios del Congreso que es casi imposible que consiguiera. Los republicanos ocupan 220 esca?os de la C¨¢mara de Representantes, s¨®lo cinco m¨¢s que los dem¨®cratas.
Los lugares sensibles
Trump no ha ofrecido muchos detalles de c¨®mo va a realizarse la tan prometida ¡°mayor deportaci¨®n de la historia¡±, pero una de las pistas es que se har¨¢n redadas en lugares donde hasta ahora las detenciones estaban prohibidas. Las escuelas, los hospitales y los lugares de culto se consideraron ya en 2011 como ¡°lugares sensibles¡± por el entonces director del Servicio de Inmigraci¨®n y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en ingl¨¦s), John Morton. Aunque no llega a ser una ley, la recomendaci¨®n se ha respetado desde entonces y el secretario de Seguridad Interior de la Administraci¨®n de Biden, Alejandro Mayorkas, ampli¨® la excepci¨®n a parques infantiles, albergues de personas sin techo y centros de acogida por violencia dom¨¦stica.
El Proyecto 2025, ideario de ultraderecha por el que se gu¨ªa el republicano, quiere levantar el veto y conceder a los agentes del ICE la capacidad de decidir d¨®nde se pueden realizar las detenciones.
En su primer mandato, Trump continu¨® aplicando el memorando de Morton, pero muchos padres fueron detenidos cuando dejaban a sus hijos en las puertas de los centros. ¡°La preocupaci¨®n es que ahora los agentes del ICE van a poder entrar en las escuelas, ya no va a haber esa protecci¨®n¡±, apunta Orozco.
Varias universidades y centros educativos ya han enviado cartas a sus alumnos para tranquilizarles y asegurarles que los van a proteger, despu¨¦s de que la victoria de Trump encendiese las alarmas entre los estudiantes indocumentados. En su primer mandato, casi 4.000 ni?os fueron separados de sus familias.
La entrada de los agentes en las escuelas plantear¨ªa otros desaf¨ªos jur¨ªdicos, como la violaci¨®n del derecho de todos los ni?os de recibir educaci¨®n, sin importar el estatus migratorio. ¡°Si se demostrara que la matr¨ªcula escolar disminuye debido al miedo generado por los patrones de arresto del ICE, eso violar¨ªa la decisi¨®n del Supremo en el caso Plyler versus Doe¡±, que en 1982 implant¨® el derecho, opina Motomura.
Asimismo, ¡°si empiezan a arrestar a personas en ciertas iglesias, tal vez se podr¨ªa considerar una violaci¨®n de la libertad religiosa¡±, a?ade.
Deportaciones r¨¢pidas
Otra de las legislaciones que Trump se saltar¨ªa, seg¨²n sus planes, tiene que ver con las deportaciones aceleradas, aquellas que se hacen sin la necesidad de una audiencia ante un juez de inmigraci¨®n y que fueron aprobadas por el Congreso en 1996. Inicialmente, estas expulsiones se hac¨ªan en la frontera, pero el espacio operativo se ampli¨® para abarcar hasta 100 millas adentro del pa¨ªs.
El republicano ya quiso extenderlo a todo el territorio y podr¨ªa hacerlo a partir del 20 de enero. El problema legal en este caso es que para este tipo de expulsi¨®n es necesario probar que el detenido lleva menos de dos a?os en el pa¨ªs, y muchos de ellos no tendr¨ªan c¨®mo comprobarlo. El otro es ¡°que la Constituci¨®n ha dejado claro que las personas que han estado en Estados Unidos, incluso por un corto per¨ªodo de tiempo, tienen derecho a una audiencia en inmigraci¨®n¡±, explica Motomura.
Familias mixtas
Una de las pol¨ªticas m¨¢s pol¨¦micas del primer mandato de Trump fueron las separaciones familiares. Las im¨¢genes de padres siendo separados de sus hijos por agentes de inmigraci¨®n se difundieron por todo el mundo y le ganaron fuertes cr¨ªticas internacionales. Los responsables de esas deportaciones, Tom Homan y Stephen Miller, han vuelto a ser elegidos por Trump para dirigir la pol¨ªtica migratoria. Homan, que ha recibido el t¨ªtulo de ¡°zar de la frontera¡±, ha advertido que, para evitar la separaci¨®n, deportar¨¢ a las familias enteras, unas declaraciones que ha corroborado el presidente electo.
En las familias mixtas, donde al menos un miembro es un migrante indocumentado y el resto son ciudadanos estadounidenses o residentes legales permanentes, la deportaci¨®n no puede producirse por la fuerza, porque un ciudadano estadounidense no puede ser deportado bajo ninguna circunstancia. Tendr¨ªa que ser una decisi¨®n personal. Los padres indocumentados tendr¨ªan que tomar la dif¨ªcil elecci¨®n de llevar consigo a los hijos o dejarlos al cuidado de un tutor.
En este caso, las implicaciones humanitarias preocupan m¨¢s, sabiendo que durante su mandato anterior, casi 4,000 ni?os fueron separados de sus familias.
DACA y TPS
La vuelta a la Casa Blanca de Trump ha despertado los temores de muchos migrantes que, aunque sin papeles, resid¨ªan en el pa¨ªs gracias a la protecci¨®n de programas como DACA o el TPS (Estatus de Protecci¨®n Temporal). El magnate ya intent¨® ponerlos fin en su primer mandato, pero los tribunales lo impidieron.
Las organizaciones de defensa de los migrantes ya han empezado a movilizarse para estar preparadas para una batalla legal, porque esperan que el republicano vuelva a intentarlo. A pesar de que Trump ha dicho que buscar¨¢ un acuerdo con los dem¨®cratas para encontrar una soluci¨®n para los beneficiarios de DACA (los dreamers, que llegaron siendo ni?os), no todos creen que lo har¨¢. Ning¨²n tribunal dijo que no pod¨ªa acabar con los programas, s¨®lo que el procedimiento de hacerlo no fue el adecuado, por lo que es probable que lo vuelva a intentar.
Adem¨¢s de los desaf¨ªos legales y ¨¦ticos que la nueva Administraci¨®n tendr¨ªa que superar para acometer todas las promesas en materia de inmigraci¨®n, va a ser necesario un cuantioso aumento de los recursos financieros y la cooperaci¨®n de los Gobiernos locales y estatales. De momento, ninguno de los dos requisitos est¨¢ asegurado.