V¨ªdeo | C¨®mo escapar de Rusia cuando te llaman a filas
Tras la movilizaci¨®n parcial del Kremlin, miles de varones est¨¢n huyendo del pa¨ªs para evitar el alistamiento
La primera movilizaci¨®n militar en Rusia desde la II Guerra Mundial ya est¨¢ teniendo efectos en el pa¨ªs. Desde que la semana pasada el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, decidiese llamar a filas a 300.000 reservistas, miles de personas han decidido huir del pa¨ªs para escapar de la guerra en Ucrania. Desde que se emiti¨® el mensaje televisado del dirigente ruso, en el que tambi¨¦n amenazaba con utilizar armas nucleares si Occidente segu¨ªa apoyando a Kiev, miles de rusos comenzaron a buscar formas para salir de su tierra.
Como se ve en el v¨ªdeo que acompa?a a la noticia, la primera v¨ªa de escape para muchos ciudadanos fue la a¨¦rea. En pocas horas se agotaron los billetes de avi¨®n y, los que quedan, ahora cuestan cerca de 2.000 euros. Otros, que optaron por salir por las fronteras terrestres, se han topado con interminables filas y con grandes dificultades para cruzar a otros pa¨ªses. Putin ya est¨¢ considerando cerrar los pasos para todos aquellos hombres en edad de ir al ej¨¦rcito y que no tengan una autorizaci¨®n expresa de los centros de reclutamiento para abandonar el territorio ruso.
Los que se han quedado, est¨¢n buscando en internet excusas para evitar el alistamiento. B¨²squedas como ¡°c¨®mo romperse un brazo¡± han aumentado hasta un 100% seg¨²n Google Trends, el segundo buscador m¨¢s utilizado en el pa¨ªs. Otros, est¨¢n participando en manifestaciones clamando en contra de la guerra y de la decisi¨®n de su presidente. E incluso se han producido algunos ataques armados en puntos de reclutamiento. El ¨²ltimo de ellos se sald¨® con un militar herido de gravedad por un joven de 17 a?os.
Aun as¨ª, miles de personas ya han recibido su carta para incorporarse al ej¨¦rcito y viajar hasta Ucrania para seguir con una guerra que ya ha cumplido m¨¢s de 200 d¨ªas. ¡°El miedo existe. Lo principal es superar el miedo. Solo temo por mi familia, que tiene el coraz¨®n roto. No temo por m¨ª. Es la voluntad de Dios¡±, comenta Roman Khodakov, un reservista ruso justo antes de partir a la batalla.