A los civiles rusos llamados a filas

Mi abuelo Alejandro ten¨ªa 32 a?os cuando estall¨® la Guerra Civil y fue llamado a filas. Acudi¨® a la cita, pero se neg¨® a empu?ar un arma; ten¨ªa una esposa y una hija, mi madre, de menos de un a?o, y varios hermanos repartidos por toda Espa?a. Por esos motivos se neg¨® a combatir. No sab¨ªa qu¨¦ consecuencias podr¨ªa tener; quiz¨¢s la c¨¢rcel, quiz¨¢s un pelot¨®n de fusilamiento. Afortunadamente, le permitieron servir en ambulancias recogiendo heridos y muertos durante toda la contienda. Ahora, miles de civiles rusos son llamados a filas y se encuentran ante la misma tesitura. Y tienen las mismas opciones y corren los mismos riesgos que mi abuelo hace 86 a?os. No creo que ning¨²n civil ruso llamado a filas lea esta carta, pero si lo hiciera me gustar¨ªa que el ejemplo de mi abuelo le sirviera para tomar la decisi¨®n correcta: no ir a la guerra. Y quiz¨¢s pueda pensar que dentro de muchos a?os, cuando otra guerra estalle, uno de sus nietos escriba otra carta tan llena de orgullo por su comportamiento como esta y aparte de la guerra a una persona m¨¢s.

Fernando M. Manzano. Madrid

El PP y su alergia a los impuestos

Ahora que el PP acent¨²a, si cabe, su alergia a los impuestos directos, con esa rebati?a para abolirlos en las comunidades aut¨®nomas donde gobierna, cabe evocar con nostalgia los atinados y prescientes art¨ªculos del excelente periodista econ¨®mico que fue Jes¨²s Mota, de cuyo prematuro fallecimiento se cumplen ahora dos a?os. Los lectores que no hubieran le¨ªdo sus reiteradas consideraciones sobre la simpleza de los argumentos de los ¡°abolicionistas¡± espa?oles que suscriben partidos como el PP y Ciudadanos pueden ver en la hemeroteca de EL PA?S las ir¨®nicas cr¨ªticas de Mota fustigando la malsana ¡°fobia¡± fiscal de dichos partidos, inspirada en ¡°la ret¨®rica cret¨¢cica de Ronald Reagan¡± y en la ¡°arqueolog¨ªa neoliberal¡±.

Eva Blanco Medio. Gij¨®n (Asturias)

Fracaso democr¨¢tico

He visitado recientemente el Valle de los Ca¨ªdos y es dif¨ªcil describir la sensaci¨®n que experiment¨¦ al salir: una mezcla de repugnancia, miedo y rabia. Este lugar, de est¨¦tica puramente fascista, exige una actuaci¨®n inmediata tanto por parte de la Iglesia como del Estado. De la Iglesia porque est¨¢ manteniendo un lugar de culto cargado de s¨ªmbolos pol¨ªticos antidemocr¨¢ticos y del Estado, por su incapacidad para transformarlo en un lugar de informaci¨®n sobre las atrocidades que all¨ª ocurrieron y de memoria por las v¨ªctimas del franquismo. Cada d¨ªa que pasa sin esa transformaci¨®n es un fracaso de la democracia.

Guillermo Mart¨ªnez Jim¨¦nez. Madrid

Sindicalismo juvenil

El pasado viernes, los estudiantes de todo el pa¨ªs fueron llamados a vaciar las aulas para reclamar actuaciones urgentes. Los miles de hect¨¢reas calcinadas en los ¨²ltimos a?os y las numerosas muertes causadas por las olas de calor en nuestro pa¨ªs sirven como tesis para demostrar la pasividad de los gobiernos y ciertas organizaciones que dicen defender la lucha contra el cambio clim¨¢tico pero que convierte el r¨¦dito econ¨®mico en su principal cometido. Cambiar la forma de crear la actividad productiva es una manera de respetar al medio ambiente. Hoy lo hacemos los j¨®venes, pero es tarea de todos.

Juanma Ponferrada. M¨¢laga