Niep¨®mniashi se derrumba ante Carlsen
El ruso pierde tambi¨¦n la 9? partida tras un error colosal y deja el Mundial de Dub¨¢i casi sentenciado (3-6) a falta de cinco asaltos
Ian Niep¨®mniashi intent¨® escalar el Everest cuando ya no le quedaba ox¨ªgeno, y se cay¨® por el barranco. El ruso se decidi¨® por fin a buscar el cuerpo a cuerpo cuando su fuerza mental era ya escasa, y perdi¨® este martes la 9? partida de las 14 previstas en el Mundial de Dub¨¢i tras caer en la 6? y la 8?. El noruego Magnus Carlsen, con la corona casi garantizada (6-3), conducir¨¢ las piezas blancas el mi¨¦rcoles en la 10?.
Niep¨®mniashi tuvo tras la derrota un comportamiento ejemplar, muy distinto a los berrinches, espantadas y malas caras frecuentes en el campe¨®n las poqu¨ªsimas veces que perd¨ªa, sobre todo hasta 2018. El aspirante compareci¨® en la sala de prensa de buen talante, y explic¨®: ¡°Hasta que comet¨ª ese tremendo error, la posici¨®n era m¨¢s o menos ventajosa para m¨ª. Sencillamente, no vi que mi alfil iba a quedar encerrado y perdido¡±.
Como otros d¨ªas, Carlsen midi¨® sus palabras mientras estuvo sentado junto a su rival: ¡°Es muy raro que un jugador del nivel de Ian te regale una pieza limpia. Y adem¨¢s ha tenido mala suerte, porque en la posici¨®n resultante ni siquiera dispon¨ªa de alg¨²n recurso que pudiera complicar mi victoria¡±. Pero antes, en los testimonios r¨¢pidos que suele dar tras el escenario, fue m¨¢s contundente: ¡°La tensi¨®n tremenda de un duelo por el Mundial puede derrumbar a cualquiera. Pero es verdad que Ian tiene una mayor tendencia que otros jugadores a hundirse tras un mal resultado¡±.
Ciertamente, Niep¨®mniashi sufre ese problema desde su ¨¦poca juvenil. Todo indica que ha trabajado el aspecto psicol¨®gico con profesionales en los ¨²ltimos seis meses, tras ganar el Torneo de Candidatos, porque mostr¨® variados s¨ªntomas de mejora en las primeras seis partidas. Pero no ha sido suficiente para sellar tal agujero con solidez.
Cabe preguntarse entonces si su error principal no ocurri¨® antes de que empezase el duelo, cuando decidi¨® su estrategia general. Probablemente bajo el consejo y gran influencia de su compatriota Sergu¨¦i Kariakin, quien perdi¨® el desempate r¨¢pido con Carlsen en 2016, Niep¨®mniashi decidi¨® no mantenerse fiel al estilo que le ha definido durante toda su carrera como un gladiador feroz, siempre dispuesto al riesgo y la creatividad. Jugando con muchas m¨¢s precauciones, logr¨® cinco empates antes de caer en el sexto asalto.
Con las luces de emergencia disparadas en la delegaci¨®n rusa, Kariakin vol¨® el lunes de Mosc¨² a Dub¨¢i para reconfortar a su pupilo, quien adem¨¢s se cort¨® el pelo. Tambi¨¦n se quit¨® la chaqueta antes de que empezase la partida, y la colg¨® en el respaldo de su silla. Entonces eligi¨®, por fin, una apertura con las piezas blancas que le daba razonables probabilidades de lograr una posici¨®n compleja, donde cualquiera de los tres resultados fuera razonable. Carlsen tambi¨¦n lo entendi¨® as¨ª, porque tard¨® muy poco en imitar a su oponente y quitarse la americana, mentalizado para un combate largo y cruento.
Sin embargo, esa fachada de robusta apariencia escond¨ªa un interior lleno de termitas. Es verdad que Niep¨®mniashi logr¨® una posici¨®n prometedora. Pero el primer indicio de derrumbe se vio en el decimoquinto lance, cuando rechaz¨® una idea agresiva, propia de su estilo, y objetivamente buena. Y el desastre absoluto lleg¨® en el 27?: un error enorme, impropio de cualquier jugador profesional.
Preguntaron a Carlsen si sent¨ªa l¨¢stima por el ruso: ¡°Ciertamente, uno prefiere ganar a un rival que juega a su m¨¢ximo nivel. Pero este es el Campeonato del Mundo, un lugar poco apropiado para la misericordia¡±.
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