M¨¢s sobre Niemann (II)
El gran maestro Miguel Illescas cree que el error del estadounidense se debi¨® a que interpret¨® mal la jugada que le soplaron
Lo acontecido en el torneo Marshall Spring de 2020 en Nueva York, donde se registr¨® esta derrota, y tambi¨¦n se dieron tres victorias muy brillantes ya publicadas en esta columna, es muy controvertido. Niemann termin¨® el 4? de diez, un puesto proporcional a sus puntos Elo de entonces, que hubiera ocupado normalmente sin hacer trampas. Pero lo que hizo para acabar en esa posici¨®n no tiene nada de normal porque su juego es formidable en las cinco victorias y muy flojo en las tres derrotas (tambi¨¦n firm¨® un empate cort¨ªsimo).
Se disputaban dos rondas diarias, excepto en la ¨²ltima jornada. Gan¨® las dos primeras, perdi¨® la 3?, gan¨® la 4?, cay¨® en la 5? y 6?, gan¨® la 7?, empat¨® la 8? y gan¨® la 9?. Cuando se plantea la hip¨®tesis de que hizo trampas surgen dos dudas: por qu¨¦ perdi¨® tres partidas y por qu¨¦ no hizo trampas de modo m¨¢s inteligente, con m¨¢s t¨¦cnica y menos brillantez (a?os atr¨¢s fue alumno de un colegio para superdotados en Pa¨ªses Bajos). Sobre la primera, Illescas est¨¢ convencido de que en la 3? jornada, la de las dos derrotas, su sistema para hacer trampas no funcion¨® por problemas t¨¦cnicos. En su v¨ªdeo no cita la posibilidad de que Niemann sufriera alg¨²n problema f¨ªsico o mental ese d¨ªa y el anterior (cuando se disput¨® la partida comentada m¨¢s abajo) por el motivo que fuera. Sin embargo, esta defensa de Niemann tambi¨¦n tiene un punto d¨¦bil: la brillante victoria que publicamos ayer se produjo entre la primera y la segunda derrota.
Con la informaci¨®n disponible cuando se escriben estas l¨ªneas, se pueden establecer las siguientes conclusiones con bastante solidez:
1) Niemann, de 19 a?os ahora, hizo trampas por internet a los 12 a?os y entre los 16 y los 17, en m¨¢s de cien partidas.
2) Nadie ha aportado un indicio s¨®lido de que Niemann haya hecho trampas en partidas presenciales, excepto las dudas razonables planteadas en esta columna y ampliadas por Illescas con respecto al torneo Marshall Spring de marzo de 2020.
3) Por tanto, no hay ninguna raz¨®n de peso para acusar a Niemann de trampas en torneos presenciales de los dos ¨²ltimos a?os, incluyendo la Copa Sinquefield, donde derrot¨® a Carlsen el pasado 4 de septiembre.
4) La actuaci¨®n de Chess.com en este asunto deja al menos dos preguntas muy delicadas en el aire: ?por qu¨¦ esperaron a que Niemann hiciera trampas en mas de cien partidas para sancionarlo (cuando ten¨ªa 16-17 a?os) y perdonarlo despu¨¦s? ?Por qu¨¦ reactivan la sanci¨®n ahora, despu¨¦s de que Niemann derrote a Carlsen en una partida presencial? La imagen de esa plataforma, que dice tener m¨¢s de 90 millones de usuarios, queda cuestionada justo cuando est¨¢ comprando Play Magnus, el grupo de empresas del que Carlsen es el m¨¢ximo accionista, por m¨¢s de 80 millones de d¨®lares.
5) Todo indica que Carlsen cometi¨® un error muy grave al retirarse de la Copa Sinquefield al d¨ªa siguiente de perder con Niemann, debido probablemente a la mezcla de dos emociones: el enfado al enterarse antes de esa partida (?por informaci¨®n privilegiada?) de que Niemann hab¨ªa hecho trampas repetidamente por internet y la rabia por la derrota. A ello debe a?adirse la conducta claramente antideportiva del campe¨®n del mundo dos semanas despu¨¦s, cuando se rindi¨® ante Niemann tras hacer solo un movimiento en el torneo r¨¢pido por internet FTX Crypto Cup, organizado por Play Magnus.
Una reflexi¨®n final: pedir que, a partir de ahora, los tramposos sean muy duramente castigados, es l¨®gico y leg¨ªtimo. Pero pretender -como hacen no pocos en las redes sociales- que esas sanciones tan severas se apliquen retroactivamente es una aberraci¨®n, moral y jur¨ªdica.
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