El ministro de Defensa de Colombia supera la moci¨®n de censura por la masacre de Putumayo

El ministro de Defensa, Diego Molano, ha salvado su cargo por tercera vez. A menos de un mes de las elecciones presidenciales en Colombia, el ministro se enfrentaba este mi¨¦rcoles a una posible moci¨®n de censura: el Congreso podr¨ªa retirar al funcionario de su cargo por su actuaci¨®n frente a una alarmante denuncia en las fuerzas armadas. A finales de marzo, el Ej¨¦rcito fue acusado de hacer una operaci¨®n militar en la que murieron 11 personas, varios de ellos civiles, entre ellos un menor de edad y una mujer embarazada.

Pero la C¨¢mara de Representantes, encargada de la votaci¨®n, apoy¨® mayoritariamente a Molano: 116 votos a favor del funcionario, y solo 28 votos en contra. Votaron a favor del ministro congresistas del partido de gobierno, Centro Democr¨¢tico, y sus aliados en el Partido Conservador, La U y Cambio Radical. En contra votaron congresistas de la izquierda y el Partido Verde. La bancada del Partido Liberal, como en las elecciones, se dividi¨® entre los dos polos. A pocos d¨ªas de elegir quien ser¨¢ el presidente de Colombia, la censura del ministro hubiera sido interpretada como una victoria de la oposici¨®n (liderada por el favorito en las encuestas, Gustavo Petro, de la izquierda) y una derrota para el oficialismo (representada por Fico Guti¨¦rrez, de la derecha).

Esta es la segunda moci¨®n de censura que supera el ministro. En marzo de 2021, fue cuestionado despu¨¦s de que el Ej¨¦rcito bombardeara un campamento de las disidencias guerrilleras, a pesar de que all¨ª hab¨ªa menores edad. ¡°La discusi¨®n aqu¨ª no es la legitimidad de nuestra fuerza p¨²blica para desarrollar estas operaciones¡±, dijo entonces, ¡°sino c¨®mo las disidencias de las FARC siguen reclutando a estos j¨®venes¡±. No hubo entonces mayor¨ªas para convocar una moci¨®n de censura por los hechos. S¨ª prosper¨® luego otra moci¨®n, en mayo y junio del 2021, cuando Molano fue cuestionado por m¨²ltiples abusos de la fuerza p¨²blica contra manifestantes durante las protestas del mes de abril. Molano logr¨® que la mayor¨ªa de los congresistas le apoyaran, con 109 votos a favor y 36 en contra, en la C¨¢mara de Representantes (en el Senado tambi¨¦n se vot¨® en esa ocasi¨®n: 69 votos a favor del ministro, 31 en contra).

Este ¨²ltimo esc¨¢ndalo en el que est¨¢ involucrado arranc¨® en marzo en una vereda llamada Alto Remanso, ubicada en el departamento del Putumayo, en el sur del pa¨ªs. El Gobierno present¨® entonces las muertes como disidentes de la extinta guerrilla de las FARC y a?adi¨® que hab¨ªan capturado a algunas personas. Pero poco a poco fueron saliendo inconsistencias con esa versi¨®n. La Fiscal¨ªa aclar¨® que no hubo capturas. La Defensor¨ªa del Pueblo dijo que entre los muertos hab¨ªa civiles. La CIDH y la ONU exigieron al Gobierno investigar porqu¨¦ se lanz¨® una operaci¨®n militar en una fiesta en la que hab¨ªa ni?os y mujeres. Y los reportes desde la zona empezaron a generar la duda sobre si el Ej¨¦rcito estaba ocultando algo m¨¢s grave.

Por ejemplo, el Ej¨¦rcito present¨® de forma sospechosa el cuerpo de uno de los muertos, un menor de edad llamado Brayan Santiago Pama. Fotograf¨ªas revelan que los soldados movieron el cad¨¢ver de la escena del crimen al menos en dos oportunidades, e instalaron armas junto a su cuerpo. Tambi¨¦n muri¨® ese d¨ªa Pablo Panduro Coquinche, un gobernador Ind¨ªgena del Cabildo Kicwa Bajo Remanso, que las autoridades presentaron como uno de los disidentes. Su muerte alert¨® a las organizaciones ind¨ªgenas del pa¨ªs de las que ¨¦l hac¨ªa parte y que niegan la versi¨®n del Gobierno. Entre los muertos tambi¨¦n estaba una mujer embarazada, Ana Mar¨ªa Sarrias. D¨ªas despu¨¦s del operativo, el general del Ej¨¦rcito Eduardo Zapateiro se defendi¨® diciendo que esta ¡°no ser¨¢ la primera vez que muere una mujer y un menor combatientes¡±.

Las personas asesinadas ese d¨ªa estaban en un bazar comunitario, y el ministro Molano defendi¨® ante el Congreso la versi¨®n de que ese era en realidad un evento para traficar droga. Allegados de las v¨ªctimas, en cambio, insisten en que era un bazar para recaudar fondos para gastos del pueblo. ¡°Vengo a decirles que mi hijo era un trabajador, no un guerrillero, como ustedes han dicho¡±, dijo hace una semana, en el Congreso, Argemiro Hern¨¢ndez, el padre de Divier Hern¨¢ndez, uno de los once muertos.

Los civiles de Alto Remanso est¨¢n ubicados en el centro de una disputa entre dos grupos armados: los Comandos de la Frontera y el frente Primero Carolina Ram¨ªrez. Esto los pone en alto riesgo de quedarse en el fuego cruzado o de ser injustamente se?alados como actores armados. El Ej¨¦rcito insiste con que los asesinados a finales de marzo eran miembros de los Comandos de la Frontera. El ministro dice que era una operaci¨®n para capturar a alias ¡®Bruno¡¯, hombre de las disidencias. Testimonios de personas en el Putumayo dicen, en cambio, que Bruno no se encontraba en ese bazar.

¡°Aqu¨ª nadie puede tener la identificaci¨®n plena y su relaci¨®n con las disidencias¡±, dijo el ministro la semana pasada ante el Congreso cuando fue cuestionado por no demostrar que los muertos eran todos disidentes. La Fiscal¨ªa es quien debe establecer esto, explic¨® Molano. Por ahora, mientras se investiga y se decide qui¨¦n ser¨¢ el pr¨®ximo presidente, Diego Molano continuar¨¢ en su cargo.

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