Uhura viaj¨® a las estrellas
La muerte de la actriz Nichelle Nichols, Uhura en ¡®Star Trek¡¯, revive los logros de una encargada de comunicaciones que poco hablaba
?C¨®mo pudo darse el contrasentido de que la responsable de las comunicaciones de la nave Enterprise tuviera escasos parlamentos en la serie Star Trek? Se lo plante¨® seriamente la actriz Nichelle Nichols, quien encarnaba a Uhura. Y opt¨®, entonces, por dejar el programa. Pero alguien m¨¢s importante que todos los guionistas combinados la convenci¨® de no hacerlo.
Martin Luther King Jr. le explic¨® la importancia de su rol, no solo para probar a los j¨®venes negros que pod¨ªan tener papeles protag¨®nicos en la televisi¨®n, lejanos de los estereotipos de la ¨¦poca (mucamas, cocineras, mayordomos). Lo clave era el mensaje que enviaba a las audiencias blancas. Nichols, consciente de esa enorme responsabilidad, asumi¨® su tarea hasta el fin de la serie, diez meses antes del asesinato del ministro y premio Nobel de Paz.
A los 89 a?os, Nichols viaj¨® a las estrellas, despu¨¦s de una carrera que nunca pudo escapar al magnetismo de Uhura, personaje que ella bautiz¨® modificando una letra a la palabra uhuro, libertad, en suajili. Su tarea, despu¨¦s de dejar el plat¨® de Star Trek, puede haber sido olvidada por el tiempo, pero fue de un valor supremo, en concordancia con la petici¨®n que le hiciera King. Porque si con Uhura los afroamericanos llegaron al espacio en la ciencia ficci¨®n, con Nichols lo hicieron en la ciencia real.
En plena era de los transbordadores, la NASA necesitaba de un nuevo tipo de astronautas, ya no pilotos de combate, como en el pasado, sino profesionales de variopintas disciplinas que se convertir¨ªan en especialistas de misi¨®n. Y el encargo de Nichols fue precisamente atraer a mujeres y minor¨ªas a postularse. Muy pocos se atrev¨ªan, habida cuenta de que en ninguno de los tres programas dise?ados para llevar a la humanidad a la luna (Gemini, Mercury, Apolo) hab¨ªa clasificado un astronauta negro, de origen asi¨¢tico o una mujer.
En una correr¨ªa de cuatro meses por todo el pa¨ªs, Nichols sedujo a cientos de postulantes que le creyeron cuando les prometi¨® que finalizaba el monopolio espacial de los WASP (White Anglo-Saxon Protestant). Les cumpli¨®. Antes de su llegada, la NASA ten¨ªa apenas 1.500 aplicaciones de aspirantes a astronauta, en un periodo de ocho meses de trabajo, de las cuales menos de cien eran mujeres y solo 35 representaban minor¨ªas. Cuando Nichols culmin¨® su encargo, NASA contaba con 8 mil aplicaciones (1.649 de mujeres y m¨¢s de mil correspondientes a minor¨ªas).
Gracias a Nichols, como revela el documental sobre su vida Woman in motion, viajaron al espacio la primera estadounidense, Sally Ride; el primer norteamericano de origen asi¨¢tico, Ellison Onizuka (morir¨ªa en la tragedia del Challenger); y el primer afroamericano, Guion Bluford. Valga decir que, aunque Estados Unidos cree ser el gran inquilino de Am¨¦rica, el primer afroamericano en el espacio hab¨ªa sido Arnaldo Tamayo, a bordo de la Soyuz 38. ?O alguien duda que Cuba queda en Am¨¦rica, en la Am¨¦rica de todos?
As¨ª, Nicholls termin¨® siendo la protagonista de Star Trek que m¨¢s cerca estuvo de la carrera espacial. Quien fuera discreta encargada de comunicaciones, se convirti¨® en efectiva vocera de los no convidados al espacio y, gracias a su dedicaci¨®n, abri¨® caminos de igualdad como nadie en el casting de la serie.
El rol de Uhura se mantiene vivo con la actriz Cecilia Rose Gooding, que la interpreta en Strange New Worlds, precuela que acaba de concluir su primera temporada y alista una segunda, con la participaci¨®n de la colomboamericana Melissa Navia (entrevistada por EL PA?S el 14 de junio). Cecilia y Melissa, a diferencia de Nichele, tienen jugosos parlamentos en la serie. Otro logro de esta pionera, que muri¨® el domingo para no morir nunca.
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