El carnaval de ¡®los nadies¡¯: las calles se inundan de fiesta ante la llegada de Gustavo Petro
Miles de colombianos salieron a las plazas de Colombia para celebrar la posesi¨®n del nuevo Gobierno
La llamaron la fiesta del cambio, o la fiesta de la vida, o la fiesta que convoc¨® Gustavo Petro. Para un pa¨ªs que se toma la rumba muy en serio, esta fiesta es distinta. A la posesi¨®n del nuevo presidente de Colombia este domingo no solo van mandatarios de todo el mundo ¨Ccomo el rey Felipe VI; el presidente chileno, Gabriel Boric o el argentino Alberto Fern¨¢ndez¨C sino que Petro convoc¨® a miles de ciudadanos y artistas para que se tomen las plazas del pa¨ªs. El presidente electo, un mandatario de izquierda que demostr¨® en campa?a su poder para convocar a cientos a sus eventos pol¨ªticos, arranca con una fiesta simb¨®lica para demostrar lo que repiti¨® en campa?a: el suyo es el Gobierno para ampliar la representaci¨®n democr¨¢tica, para los excluidos, para los que usualmente no dejan entrar a la fiesta.
Una de las primeras en llegar a la fiesta era Dayra Benavides, una l¨ªder del Carnaval de Negros y Blancos que todos los a?os se celebra en el sur occidente del pa¨ªs. ¡°Para nosotros el carnaval es el sentido de nuestra vida¡±, dice. ¡°Nosotros somos disc¨ªpulos de la danza, disc¨ªpulos del carnaval, trabajamos todo el a?o para salir un solo d¨ªa, y este d¨ªa para nosotros es hist¨®rico porque hace mucho que Bogot¨¢ no ten¨ªa carnaval. El carnaval es uni¨®n, no divide sino que une, no habla de guerras, sino de nuestras historias, los carnavales son una catarsis. Bogot¨¢ necesita esto, vamos a exorcizar muchos rencores a trav¨¦s del baile¡±.
Aunque la posesi¨®n oficial estaba previsto que arrancara a las 15.00 horas, la fiesta popular arranc¨® el domingo hacia las ocho de la ma?ana en el centro de Bogot¨¢. Sobre la carrera s¨¦ptima ¨Cuna de las principales avenidas de la capital¨C llegaron comparsas del varias zonas andinas del pa¨ªs, adem¨¢s de grafiteros, artesanas y m¨²sicos. En otras seis tarimas, todas instaladas en distintas plazas del centro hist¨®rico, llegaron m¨²sicos de todos los departamentos ¨Cdesde las islas de San Andr¨¦s en el Caribe hasta los llanos orientales del sur oriente¨C para poner la banda sonora del d¨ªa: arpas, joropo, ballet, gaiteros, hip-hop, cumbia, flautas andinas o acordeones caribe?os. En total se planearon 70 actos culturales con 1.000 artistas en la escena o en las calles.
Jos¨¦ Aldrumas Monroy, un viejo m¨²sico del oriente del pa¨ªs que lleva 40 a?os tocando m¨²sica llanera, se prepara hacia las 10 de la ma?ana para tocar en la plaza conocida como Santander. Aunque toda su banda se visti¨® de negro este domingo, Monroy viene de blanco y emocionado porque se valore hoy ¡°la m¨²sica de mi llano, uno de los folclores m¨¢s lindos que hay¡±. Para ¨¦l la victoria de Francia M¨¢rquez y Gustavo Petro es la oportunidad de tener un gobierno que conoce lo dif¨ªcil que es sobrevivir con un salario min¨²sculo, hacer mercado en medio de la inflaci¨®n y el alto costo de vida. ¡°Necesitamos que haya m¨¢s igualdad, porque hay gente que gana sueldos exorbitantes¡±, dice Monroy. ¡°El costo de vida para la clase media es ya imposible, el sueldo no alcanza para nada¡±.
Algunos se quedan a escuchar al grupo de Monroy, pero la mayor¨ªa caminan r¨¢pido hacia la carrera s¨¦ptima para llegar a la plaza principal, la Plaza de Bol¨ªvar, donde hay dos pantallas gigantes para ver la posesi¨®n del nuevo gobierno. Camina hacia all¨¢ V¨ªctor Jim¨¦nez, un hombre que carga en sus brazos un cart¨®n con la silueta de Petro y M¨¢rquez, y que se identifica como uno de ¡°los nadies¡±. Jim¨¦nez cuenta que es desplazado de la violencia despu¨¦s de que su hermano fue asesinado en el departamento del Tolima por pertenecer a un grupo de izquierda.
¡°Estoy reivindicando hoy a mi hermano, ¨¦l resucit¨® hoy con el carnaval de la vida¡±, dice Jim¨¦nez. ¡°Hoy estoy de carnaval, hoy no estoy en la posesi¨®n presidencial, hoy empieza la potencia mundial de la vida, a construirse desde abajo con los negros, los blancos, los indios, las putas y los maricas. Vamos a vivir sabroso¡±. Los ojos de Jim¨¦nez se encharcan mientras habla. El carnaval es exorcizar tambi¨¦n las demandas, las altas expectativas que tienen los excluidos con el nuevo gobierno de izquierda.
M¨¢s alegre, no muy lejos de Jim¨¦nez, camina r¨¢pidamente hacia la plaza principal una mujer joven afrocolombiana, Mardis Redondo Vanegas, que estudia derecho en la capital, pero viene del departamento caribe?o de la Guajira. Para la fiesta escogi¨® unos pendientes en forma del continente de ?frica y un largo vestido rojo, porque ese color ¡°representa fuerza, templanza y car¨¢cter, que es lo que hemos tenido los pueblos para tener un d¨ªa como hoy, un d¨ªa de cambio y transformaci¨®n en la democracia¡±. De todas las promesas del cambio de M¨¢rquez y Petro, lo que ella m¨¢s espera que cambie con este nuevo gobierno es ¡°la forma como se est¨¢ viendo la pol¨ªtica. Hist¨®ricamente, se ha visto como un ejercicio de ¨¦lite, y eso es lo que quisiera que se cambiara, que realmente se trasladara el poder al pueblo, que es el que decide sobre el futuro del pa¨ªs, y la pol¨ªtica deje de ser un ejercicio de ¨¦lite, que sea popular, desde abajo¡±.
La plaza de Bol¨ªvar, donde se celebrar¨ªa la toma de posesi¨®n, estaba llena desde primera hora. Llegaron a la fiesta principal grupos ind¨ªgenas, afrocolombianos, sobrevivientes del genocidio pol¨ªtico contra el partido de izquierda UP (¡°no podemos creer que este d¨ªa haya llegado¡±, dice una de ellas), adem¨¢s cientos m¨¢s de ciudadanos que esperan pacientemente mientras en el fondo escuchan cantar a un grupo de hip-hop. Petro siempre dice que quiere convertir a Colombia en la ¡°potencia mundial de la vida¡±. No es a¨²n potencia. Pero en su primer d¨ªa, o en su primera fiesta, s¨ª hay mucha vida.
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