Los desheredados de la tierra presionan a Petro para que cumpla su promesa
Miles de personas participan en tomas ilegales de terrenos por todo el pa¨ªs y obligan al Gobierno a exigir respeto a la propiedad privada
El primer problema del nuevo Gobierno de Colombia no lo protagonizan los empresarios que ve¨ªan en Gustavo Petro a un l¨ªder castrochavista, ni los uribistas que lo llamaban guerrillero. La primera amenaza de crisis est¨¢ creciendo desde un sector de la misma izquierda que lo llev¨® al poder. Petro prometi¨® en campa?a una reforma agraria para resolver las eternas desigualdades que arrastra la propiedad de la tierra en el pa¨ªs. Un problema tan profundo que ning¨²n presidente ha logrado, o querido, resolver nunca. La tierra se ha repartido siempre entre los poderosos, por la fuerza o como moneda de cambio, convirtiendo en despojados a los m¨¢s pobres. Estos son los que hoy presionan al Gobierno para que cumpla su palabra. Invasiones de propiedades a lo largo de todo el pa¨ªs tensan desde la investidura las costuras de un presidente reci¨¦n llegado. Y la presi¨®n va en aumento. Uno de los ¨²ltimos campamentos ilegales se bautiz¨® como ¡®Asentamiento Gustavo Petro¡¯.
El Gobierno se vio obligado la semana pasada a hacer frente a un problema creciente. Salir al paso de las cr¨ªticas de la oposici¨®n, que los acusa de haber alentado los asentamientos con su discurso, y templar los nervios de las organizaciones que promueven estas acciones y que dieron su apoyo a Petro durante la campa?a. Fue la vicepresidenta Francia M¨¢rquez, convertida durante la campa?a en un s¨ªmbolo para los m¨¢s desfavorecidos, quien dio la cara. ¡°No aceptamos y rechazamos, y solicitamos a quienes hoy est¨¢n de manera violenta o de manera inadecuada invadiendo predios privados a lo largo y ancho del pa¨ªs, para que se abstengan de seguir haciendo esa pr¨¢ctica¡±.
El ministro de Defensa a?adi¨® que los ocupadores ten¨ªan 48 horas para abandonar los predios o se tomar¨ªan las acciones necesarias para su desalojo. Es decir, enviar a las fuerzas del orden para proteger la propiedad privada. El analista pol¨ªtico Andr¨¦s Mej¨ªa Vergnaud reconoce que fue un mensaje ¡°muy duro¡±, que no se habr¨ªa diferenciado del de un Gobierno de derecha o centro derecha. El plazo expir¨® el viernes, pero el Gobierno quiere evitar una acci¨®n que podr¨ªa ser demoledora para su discurso y generar brotes violentos con los ocupadores. La ministra de Agricultura, Cecilia L¨®pez, que se confiesa muy preocupada, dice que se est¨¢n priorizando los di¨¢logos locales para evitar un desalojo por la fuerza.
L¨®pez lamenta por tel¨¦fono que si siguen las invasiones el esfuerzo del Gobierno podr¨ªa frenarse. ¡°Me cuesta mucho entender que, cuando se les est¨¢ dando una oportunidad, tomen una medida que quita capacidad pol¨ªtica para actuar. Esto alimenta a los sectores que nunca han querido una reforma agraria¡±, a?ade contrariada. La ministra conf¨ªa en poder empezar a titular tierras expropiadas al narco cuanto antes para calmar los ¨¢nimos, pero pide paciencia, ya que a¨²n est¨¢ configurando todos los equipos del ministerio.
Se trata de equilibrio muy complejo. Organizaciones como el Coordinador Nacional Agrario de Colombia (CNA), detr¨¢s de varios asentamientos, dio el jueves un primer aviso al Ejecutivo. En un comunicado, alert¨® de una posible ¡°agresi¨®n a los Derechos Humanos¡± a partir de una orden de la Presidencia. No tienen ninguna intenci¨®n de irse y prometen seguir ¡°recuperando¡± la tierra que durante d¨¦cadas les han robado ¡°los terratenientes criollos y el capital transnacional¡±.
En medio de este r¨ªo revuelto, tambi¨¦n hizo su aparici¨®n el poderoso presidente de la federaci¨®n ganadera Jos¨¦ F¨¦lix Lafaurie. En redes sociales, anunci¨® la creaci¨®n de grupos de ganaderos ¡°de reacci¨®n solidaria¡± para actuar en defensa de cualquier afectado por las invasiones. Sus palabras trajeron los ecos del pasado. En la d¨¦cada de los 90 se crearon los llamados grupos Convivir para defender la propiedad rural, que acabaron siendo origen del paramilitarismo. Lafaurie neg¨® la relaci¨®n entre unos y otros, pero su mensaje abona una crisis que no es nueva para Colombia.
Las invasiones de tierras se producen desde hace d¨¦cadas y de forma intermitente. Empezaron a finales de los a?os 50 y se intensifican durante cualquier negociaci¨®n agraria, gracias a la fuerza de organizaciones campesinas. Hasta ahora, todas las reformas agrarias han sido muy tibias, y han contado con el rechazo frontal de la derecha, lo que ha acumulado una tensi¨®n latente. Petro aprovech¨® en la campa?a ese hartazgo y prometi¨® una reforma agraria que incluye entregar tierras improductivas a los campesinos. La ministra de Agricultura ha mantenido la promesa, pero necesita tiempo para un problema muy profundo. El pa¨ªs ni siquiera tiene un catastro real y actualizado. Adem¨¢s, el Gobierno est¨¢ ahora centrado en el debate sobre la reforma tributaria, la que considera la madre de todas las reformas, y que aspira a sacar antes de final de a?o. Petro no puedo hacer todo a la vez.
El presidente ha comenzado su Gobierno con buen pie, un 56% de los colombianos aprueba su gesti¨®n. Pero parte del ¨¦xito de su mandato depender¨¢ de como maneje las expectativas de quienes lo auparon a la Presidencia con la promesa de cambiar el pa¨ªs. Los primeros en ponerse exigentes han sido los campesinos, afrodescendientes e ind¨ªgenas que llevan d¨¦cadas esperando una reforma agraria. La elecci¨®n de Francia M¨¢rquez para tratar de aliviar la tensi¨®n no es casual. Ella es una mujer afro, campesina, que dej¨® su casa amenazada de muerte por defender la tierra. Pero sus palabras no han provocado ninguna reacci¨®n. Las tomas de propiedades se siguen acelerando.
¡°Han generado una expectativa muy fuerte que est¨¢ siendo utilizada para ejercer una presi¨®n y obligar al Gobierno a actuar r¨¢pidamente¡±, explica Roc¨ªo Londo?o, profesora jubilada de la Universidad Nacional e investigadora de la historia agraria. A las asociaciones que protagonizan las invasiones, la espera ya se les est¨¢ haciendo larga, a pesar de que el mandato a¨²n comenz¨® el 7 de agosto.
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