Petro, sobre la victoria del no en el plebiscito de Chile: ¡°Revivi¨® Pinochet¡±

Gustavo Petro ha reaccionado de forma abrupta a la derrota de la nueva Constituci¨®n en Chile que abandera su colega Gabriel Boric, junto al que pretende liderar un eje progresista en Latinoam¨¦rica. ¡°Revivi¨® Pinochet¡±, escribi¨® el presidente de Colombia en Twitter sobre una noticia de la CNN que avanzaba la victoria del no. En ese momento ni siquiera Boric hab¨ªa hablado en p¨²blico. Minutos m¨¢s tarde de su primer mensaje, Petro ahond¨® en la idea de uni¨®n entre una nueva generaci¨®n de gobernantes alejados de los viejos dogmas de la izquierda radical para imponer una agenda reformista: ¡°S¨®lo si las fuerzas democr¨¢ticas y sociales se unen, ser¨¢ posible dejar atr¨¢s un pasado que mancha a toda Am¨¦rica Latina y abrir las alamedas democr¨¢ticas¡±.

Varios de sus colaboradores tienen acceso a la cuenta de Twitter de Petro, pero este mensaje tan contundente solo ha podido escribirlo ¨¦l mismo. En apenas dos tuits ha nombrado y ha hecho referencia a dos fantasmas del pasado de Chile, el dictador Pinochet que gobern¨® desde los setenta hasta principios de los noventa y a Salvador Allende, el presidente socialista que sufri¨® el golpe de Estado de Pinochet y se suicid¨® en la residencia presidencial con un disparo de escopeta cuando los militares estaban a punto de entrar por la puerta. Petro confiaba en una reforma constitucional que, a su forma de ver, encaminar¨ªa al pa¨ªs andino hacia una sociedad m¨¢s justa.

?l mismo ha barajado en algunas ocasiones modificar algunos art¨ªculos de la constituci¨®n colombiana, pero el rechazo que ha encontrado enfrente le ha frenado en seco. Se considera un texto progresista, al menos m¨¢s que la propia sociedad colombiana. Intentar modificarla ser¨ªa tremendamente impopular. En campa?a electoral tuvo que desechar esa idea porque con ella en el programa le hubiera sido pr¨¢cticamente imposible ser presidente. Cree que la que se firm¨® en el 91 con un gran acuerdo nacional, un sendero que se abri¨® con la entrega de armas de la guerrilla del M-19 (Petro form¨® parte de ella), tiene algunos sesgos conservadores que limita las pol¨ªticas sociales que quiere llevar a cabo un gobierno de izquierdas como el suyo.

En Chile ha ocurrido lo que seguramente pasar¨ªa en Colombia: una mayor¨ªa muy contundente ha rechazado modificar la constituci¨®n. M¨¢s del 62% ha votado en contra. La participaci¨®n ha sido alt¨ªsima, de un 83%. Chile ha dejado claro que, aunque quiere cambiar su carta magna, no ser¨¢ como lo ha propuesto el oficialismo.

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