Petro en la COP 27: ¡°Es la hora de la humanidad y no la de los mercados¡±
El presidente de Colombia, que no apareci¨® para la foto oficial de la cumbre, pide a los gobiernos del mundo una desconexi¨®n inmediata de los hidrocarburos
El presidente Gustavo Petro ha sido ¨¦l m¨¢s que nunca en esta cumbre mundial del clima. Rebelde, a contramano, no apareci¨® en la foto oficial del evento junto al resto de dirigentes internacionales, algo nada usual para un debutante en una cumbre multilateral. En ese momento, mientras Nicol¨¢s Maduro, Jacinda Arden y Emmanuel Macron posaban para el retrato que inmortaliza este encuentro en el desierto del Sina¨ª, el presidente de Colombia estaba encerrado en una salita repasando el discurso que iba a servir de presentaci¨®n ante el mundo como el ecologista convencido que es. ¡°Es hora de la humanidad y no la de los mercados¡±, enfatiz¨® cuando le lleg¨® la hora.
Como hab¨ªa anunciado el d¨ªa anterior, present¨® un dec¨¢logo. Tuvo que hablar m¨¢s deprisa de lo que acostumbra para que le diera tiempo a decirlo todo. ¡°La COP ya no da respuestas y el tiempo se agot¨®. Las conferencias globales de gobiernos deben poner la pol¨ªtica al mando para generar un plan global de desconexi¨®n de los hidrocarburos de manera inmediata. La descarbonizaci¨®n es un cambio real y profundo del sistema econ¨®mico que domina¡±, arranc¨®. A continuaci¨®n, alert¨® del peligro que conlleva seguir por este camino: el de la extinci¨®n de la humanidad. Y dijo que era el momento de actuar globalmente como seres humanos, ¡°con o sin permiso de los gobiernos¡±.
Sorprende esa cita viniendo de un presidente. En el avi¨®n, camino a Sharm El Sheikh, hizo un comentario parecido, como que este era el momento de pedirle a la gente que se echara a las calles. En ese contexto son¨® a broma. Sin embargo, a esas horas deb¨ªa tener ya escrita esa frase en su borrador. Esta es la versi¨®n m¨¢s antisistema de Petro, que lleva en la pol¨ªtica tradicional 30 a?os, pero que siempre ha construido su discurso desde los m¨¢rgenes.
Petro insisti¨® en que el mercado no es el mecanismo para superar la crisis clim¨¢tica; de hecho, dice, la acumulaci¨®n de capital fue lo que la produjo. El llamado a la descarbonizaci¨®n tiene un fuerte mensaje interno. Su ministro de Econom¨ªa le ha pedido que suavice sus mensajes contra los combustibles f¨®siles para no estresar a los mercados. El propio Jos¨¦ Antonio Ocampo est¨¢ en contra de las econom¨ªas puramente extractivistas, pero no cree que sea el momento ni que Colombia est¨¦ preparada para lanzarse a un cambio de modelo tan radical. En el otro lado, la ministra de Minas y Energ¨ªa, Irene V¨¦lez, que empuja para acelerar ese cambio. En esas tensiones se mueve el Gobierno colombiano.
En su discurso, Petro dispar¨® contra todos, tambi¨¦n contra los tecn¨®cratas, en una referencia velada a su antecesor, Iv¨¢n Duque, que tambi¨¦n estaba en la cumbre del clima promocionando uno de sus libros. Escribi¨® cinco como presidente, todo un r¨¦cord, y ahora tiene uno reci¨¦n salido de imprenta nada m¨¢s acabar su mandato ¡ªuna producci¨®n al nivel de J.J. Ben¨ªtez¡ª. ¡°La movilizaci¨®n de la humanidad corregir¨¢ el rumbo y no el acuerdo de tecn¨®cratas influidos por los intereses de las empresas del carb¨®n y el petr¨®leo¡±, dijo Petro.
Y le lleg¨® el momento de dar un paso adelante para salvar la selva amaz¨®nica. Quer¨ªa sacar de esta cumbre una caja com¨²n con otros pa¨ªses como Brasil, Per¨², Venezuela o Estados Unidos para proteger la Amazon¨ªa. Colombia, anunci¨®, destinar¨¢ 140 millones de d¨®lares anuales durante los pr¨®ximos 20 a?os. Ahora le toca al resto. ¡°La crisis clim¨¢tica¡±, volvi¨® a insistir, ¡°solo se supera si dejamos de consumir hidrocarburos. Es hora de desvalorizar esa econom¨ªa con fechas definidas para su final¡±. Le quiso poner un epitafio a la econom¨ªa que ha sustentado el mundo en el ¨²ltimo medio siglo: ¡°La soluci¨®n es un mundo sin petr¨®leo y sin carb¨®n¡±.
El presidente es un gran cr¨ªtico de la actuaci¨®n de las organizaciones internacionales y las multilaterales. Esta vez, arremeti¨® contra la OMC y el FMI, que a su entender van en contra de la soluci¨®n de la crisis clim¨¢tica. Pidi¨® que el fondo inicie el programa de cambio de deuda por inversi¨®n en la mitigaci¨®n de cambio clim¨¢tico. Esa petici¨®n no es nueva, ante la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, pidi¨® destinar la deuda a la conservaci¨®n de la selva. No obtuvo respuesta. Adem¨¢s, le exigi¨® a los bancos que dejen de financiar la econom¨ªa de los hidrocarburos, algo que as¨ª dicho sin m¨¢s solo suena como una idea muy general.
Quiso acabar con una referencia a la invasi¨®n rusa en Ucrania, en la que ha mostrado una posici¨®n equidistante. ¡°De inmediato hay que iniciar las negociaciones de la paz. La guerra quita el tiempo, vital de la humanidad para evitar su extinci¨®n¡±, finaliz¨®. Fueron siete minutos, 420 segundos, de fuego contra el capital, las cumbres, el crudo, los bancos y los yupis de Wall Street. Hablaba un presidente convencido de que el mundo est¨¢ en peligro de extinci¨®n.
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