Las ollas comunitarias de Petro para enfrentar la emergencia por las lluvias

El gobierno de Gustavo Petro anunci¨® a principios de esta semana que el presidente estar¨¢ monitoreando de cerca c¨®mo se maneja la emergencia nacional causada por las lluvias extremas y que su prioridad es garantizar la seguridad alimentaria en las zonas afectadas. Una seguridad que espera alcanzar, en gran parte, en alianza con ollas comunitarias - cocinas barriales o veredales organizadas por miembros de la comunidad. ¡°Queremos dar una respuesta complementaria a la ayuda t¨ªpica humanitaria, dar ayuda de alimento caliente, dar comida permanente para la gente que se ha visto afectada; y eso es lo que se ha denominado: generaci¨®n de ollas comunitarias¡±, explica a EL PA?S el coequipero del presidente en esta tarea, Javier Pava S¨¢nchez, director de la Unidad Nacional para la Gesti¨®n del Riesgo de Desastres (UNGRD).

Algunos de los hay 419 municipios que se han declarado en calamidad p¨²blica en todo el pa¨ªs han logrado superar la emergencia r¨¢pidamente, pero otros llevan meses inundados y en una situaci¨®n cr¨ªtica de alimentos. Es en estos ¨²ltimos donde se concentrar¨¢ el nuevo esfuerzo de las ollas comunitarias. ¡°Es en las zonas donde las familias llevan una emergencia prolongada¡±, dice Pava. ¡°Hay poblaciones que siguen bajo el agua pero tambi¨¦n poblaciones, como Pioj¨® [en Atl¨¢ntico] o Sup¨ªa [en Caldas], con familias que tuvimos que evacuar y que est¨¢n fuera de sus casas¡±.

El Gobierno insiste en que quiere ayudar a los afectados con algo m¨¢s all¨¢ que un kit alimentario, que a una familia puede durarle entre 15 y 20 d¨ªas. La idea es aliarse, en esos municipios cr¨ªticos, con las Juntas de Acci¨®n Comunal (JAC), las instituciones formales de organizaci¨®n en las veredas y barrios que tienen liderazgos elegidos democr¨¢ticamente, con organizaciones sociales de mujeres o con resguardos ind¨ªgenas, para financiar una alimentaci¨®n sostenida. Incluso puede ser un colegio quien tome la iniciativa.

¡°Queremos ir directamente con las organizaciones de base y esas suelen ser las Juntas de Acci¨®n Comunal¡±, a?ade Pava. ¡°Y en algunos sectores, digamos con tradiciones hist¨®ricas, que tienen unos procesos organizativos muy fuertes y no responden a las JAC, como lo son comunidades ind¨ªgenas, afrocolombianas, de mujeres o de j¨®venes. En ellos nos vamos a apoyar¡±.

La idea es que esas organizaciones recibir¨¢n recursos del Gobierno para financiar las ollas comunitarias en lo que el Gobierno llama ¡°alianzas p¨²blico-populares¡±. Los recursos son gigantes y calculan que alcancen hasta febrero o marzo, cuando la emergencia debe haber amainado. La log¨ªstica y la veedur¨ªa para poner en funcionamiento estas ollas no es tan sencilla. Las organizaciones deber¨¢n inscribirse en un enlace de la UNGDR y proponer su plan para hacer una olla. Recibir¨¢n un monto de dinero acorde al n¨²mero de personas que puedan alimentar, para conseguir los alimentos y los instrumentos que necesiten. ¡°Vamos a promover la convocatoria con los alcaldes, en los municipios¡±, a?ade Pava. Cuando las organizaciones est¨¦n listas para cocinar, el director espera crear, con ayuda del Banco Agrario, una cuenta llamada ¡®Fondo de Inversi¨®n Colectiva¡¯ que transfiera el dinero de forma efectiva, mensualmente.

¡°Para garantizar que tengamos tranquilidad en el uso de esos recursos, las JAC y organizaciones deben conformar un comit¨¦ de veedur¨ªa, ubicado en la comunidad, que de un visto bueno para continuar con las inversiones mes a mes¡±, explica Pava. La UNGRD centralizar¨¢ un ¡°equipo de apoyo, de asistencia t¨¦cnica e institucional, para acompa?ar los territorios y ver varios temas: que los alimentos de perecederos sean de producci¨®n local; o que haya condiciones de salud, de higiene, y se cumplan con unos est¨¢ndares nutricionales¡±. Cada sitio, sin embargo, podr¨¢ escoger su men¨².

¡°Ya hay organizaciones de mujeres que nos han planteado las ollas comunitarias¡±, dice Pava. Pero si no hay una JAC o organizaci¨®n que quiera cocinar en uno de esos municipios, ¡°nosotros vamos a buscar apoyar al municipio con operadores o otras organizaciones sociales¡±.

En una rueda de prensa, Pava explic¨® en cifras c¨®mo los 2,1 billones de pesos destinados por ahora a la emergencia nacional dan prioridad a esta visi¨®n de la seguridad alimentaria. Todo el dinero ya est¨¢ en una cuenta que se llama Colombia Vital, y que se divide en cuatro l¨ªneas: Servicios Generales de Respuesta, con 534 mil millones de pesos; Hambre Cero y Empleo de Emergencia, que tiene 961 mil millones; Agroinsumos y producci¨®n de alimentos, con 20 mil millones; y Respuesta de Emergencias Viales, con 547 mil millones de pesos.

¡°M¨¢s del 54% de los recursos est¨¢n destinados al tema de alimentos¡±, dice Pava. M¨¢s recursos podr¨ªan asignarse en los primeros meses del 2023. Millones de pesos prepar¨¢ndose ya para hacer m¨¢s de un sancocho.

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