Petro resucita el discurso que lo llev¨® al poder para movilizar a los suyos
La oposici¨®n logra sacar a m¨¢s gente a la calle en la marcha contra el Gobierno convocada un d¨ªa despu¨¦s de la del presidente
Gustavo Petro volvi¨® este martes a su escenario natural, el lugar donde se crece y desde donde apuntal¨® su carrera como opositor, como alcalde de Bogot¨¢ y como candidato a la Presidencia. Es en la calle, ante los suyos y con un micr¨®fono, donde mejor se desenvuelve. En su primer discurso como presidente desde el balc¨®n del Palacio de Nari?o, Petro resucit¨® el tono electoral que lo llev¨® al poder. Le habl¨® a los suyos, a las b...
Gustavo Petro volvi¨® este martes a su escenario natural, el lugar donde se crece y desde donde apuntal¨® su carrera como opositor, como alcalde de Bogot¨¢ y como candidato a la Presidencia. Es en la calle, ante los suyos y con un micr¨®fono, donde mejor se desenvuelve. En su primer discurso como presidente desde el balc¨®n del Palacio de Nari?o, Petro resucit¨® el tono electoral que lo llev¨® al poder. Le habl¨® a los suyos, a las bases de la izquierda sobre las que se apoya su fuerza pol¨ªtica. Despu¨¦s de unos meses de luna de miel, el entusiasmo se ven¨ªa apagando mientras la oposici¨®n escalaba su presi¨®n contra las reformas. Petro quiere volver a enchufar la corriente por si alguien se hab¨ªa dormido.
La respuesta a la convocatoria, alentada por ¨¦l mismo sin disimulo, no fue masiva, pero la capacidad del Pacto Hist¨®rico para encender la calle volvi¨® a resultar efectiva. La Plaza de Armas, en el centro de Bogot¨¢, no se llen¨® pero s¨ª dej¨® una alfombra de gente para escuchar las palabras del presidente. Fue un buen punto de partida para este mi¨¦rcoles, turno de la oposici¨®n en las calles. Algunos l¨ªderes conservadores hab¨ªan llamado a una contramarcha -contra Petro, contra las reformas, contra el Gobierno-. La comparaci¨®n de ambas sirvi¨® de term¨®metro para medir el nivel de crispaci¨®n o aceptaci¨®n del pa¨ªs con su primer presidente de izquierdas. La de la oposici¨®n reuni¨® a mucha m¨¢s gente, pero careci¨® de la organizaci¨®n de la primera y fue m¨¢s breve.
El Gobierno ha puesto en las ¨²ltimas semanas el acelerador de las reformas. Existe la convicci¨®n de que lo que no se ponga en marcha en el primer a?o no saldr¨¢ adelante en todo el mandato, y Petro solo tiene cuatro para cumplir con el cambio que prometi¨® en la campa?a. Los meses de entusiasmo mayoritario entre la ciudadan¨ªa, con un presidente que se mostr¨® m¨¢s moderado de lo que se esperaba, que hizo un Gobierno diverso y ofreci¨® su versi¨®n m¨¢s conciliadora, ya pasaron. Las reformas m¨¢s pol¨¦micas empiezan a ver la luz y la polarizaci¨®n ha vuelto a escena.
La marcha de este martes se celebr¨® un d¨ªa despu¨¦s de la presentaci¨®n de la reforma sanitaria, que ha generado una enorme pol¨¦mica. El pa¨ªs se divide entre quienes piensan que el sistema actual, aunque imperfecto, funciona; mientras otra parte considera que ni es universal ni llega a todos los colombianos. La convocatoria estaba hecha, en principio, para tratar de explicar esa reforma, aunque no fue el grueso de un discurso que se alarg¨® hora y media. El presidente critic¨® el modelo ¡°neoliberal¡± que ha gobernado Colombia en las ¨²ltimas d¨¦cadas y prometi¨® poner a la gente en el centro. ¡°No puede ser que tienes salud si tienes plata¡±, dijo.
El presidente quiere preparar a la audiencia para lo que viene en los pr¨®ximos meses. Anunci¨® la presentaci¨®n de la reforma laboral y la pensional, dos huesos que se unir¨¢n a la sanitaria en el Congreso. Hasta ahora el Gobierno no ha tenido mayores problemas en el Legislativo para sacar adelante sus proyectos. La aprobaci¨®n de la reforma tributaria antes de final de a?o fue una sorpresa may¨²scula, pero ese ambiente no es el que acompa?a ahora. Petro necesita a los suyos preparados para acompa?ar desde la presi¨®n de la calle el empuje del Gobierno por si las reformas empiezan a estrellarse en un Congreso a la contra.
La palabra cambio volvi¨® a ser el eje sobre el que gir¨® su discurso, como en la campa?a electoral. ¡°El cambio consiste en que en Colombia haya una democracia¡±, ¡°el cambio por el que votaron millones no puede ser de mentiras ni maquillaje¡±. Y su principal mensaje: ¡°Solo si el pueblo abandona a su Gobierno, ese cambio podr¨ªa detenerse¡±.
Petro ha basculado desde que lleg¨® al poder en un dif¨ªcil equilibrio. Odiado por un amplio sector de la poblaci¨®n, que ve¨ªa en ¨¦l un l¨ªder comunista que conducir¨ªa a Colombia por el camino de Venezuela, el presidente lleg¨® al poder dispuesto a ganarse a parte de esa gente. Lo logr¨® con un discurso medido y conciliador, construido sobre un gabinete plural y con pol¨ªticos de peso y trayectoria reconocida. Dej¨® la econom¨ªa en manos de Jos¨¦ Antonio Ocampo, uno de esos personajes con el poder de gustar a todo el mundo, que templ¨® la reforma tributaria lo suficiente como para que fuera aprobada de forma holgada.
Mientras ganaba aceptaci¨®n hacia un lado, sus bases empezaron a tensarse. ?Se pod¨ªa hacer el cambio en manos de pol¨ªticos de siempre como Ocampo, Cecilia L¨®pez o incluso con Alejandro Gaviria? Con el paso de los meses, los opositores volvieron a estar en su sitio, en contra del Gobierno. Por eso ahora Petro busca a su verdadero capital pol¨ªtico. ¡°Me llaman dictador cuando hemos dejado nuestra obra en manos del Congreso de Colombia, como una democracia lo requiere¡±, les dijo desde el balc¨®n cuando ya hab¨ªa anochecido.
Al acabar, desapareci¨® dentro del Palacio y volvi¨® a Twitter, su otro lugar favorito. Desde su perfil agradeci¨® a la gente su presencia y se retir¨® a esperar este mi¨¦rcoles el turno de la oposici¨®n en este pulso de fuerza por ver qui¨¦n saca a m¨¢s personas a la calle. En este primer asalto, gan¨® la oposici¨®n.
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