Petro agita de nuevo la calle para defender sus reformas: ¡°El cambio no es posible sin el pueblo¡±
El presidente abri¨® las puertas de la Casa de Nari?o a cientos de personas para ¡°socializar¡± sus reformas sociales. Aunque no moviliz¨® las mismas multitudes que cuando fue alcalde y candidato, varios movimientos sociales defienden su gobierno sin reservas
Gustavo Petro volvi¨® a apelar a la calle y la calle volvi¨® a responderle. El presidente de Colombia, que moviliz¨® a miles de ciudadanos cuando fue alcalde de Bogot¨¢ y luego como candidato presidencial, convoc¨® hace unas semanas a los ciudadanos para apoyar sus reformas sociales en salud, pensiones y trabajo. Aunque no acudieron las mismas multitudes del pasado, cientos salieron a respaldar las promesas de cambio del actual presidente. ¡°S¨ª se puede¡±, le gritaban entusiasmados las personas que lo escucharon desde la Plaza de Armas de la Casa de Nari?o, la primera vez que se abre ese espacio para escuchar un discurso desde el balc¨®n del presidente. ¡°El cambio no es posible sin el pueblo. Lo que se eligi¨® no fue simplemente a una persona, lo que se hizo en la elecci¨®n fue volver al pueblo gobierno, volver al pueblo poder¡±, les dijo desde el balc¨®n con el tono de un gobernante sediento de mantener una relaci¨®n directa con sus gobernados.
La primera gran lecci¨®n de la jornada es que los sindicatos m¨¢s grandes del pa¨ªs est¨¢n firmes con el programa de reformas del presidente. La marcha en la capital arranc¨® hacia las 10 de la ma?ana con el liderazgo de Fecode, la federaci¨®n sindical que re¨²ne a todos los maestros del pa¨ªs, que estaba en la cabeza de la movilizaci¨®n. ¡°Vamos a acompa?ar la reforma laboral que busca acabar con la tercerizaci¨®n, la informalidad, que busca salarios dignos¡±, arengaba uno de los miembros del magisterio, basado en lo que se ha dicho de la reforma laboral en medios, pues a¨²n no se ha presentado un texto ante el Congreso.
¡°Con Petro pa¡¯ las que sea¡±, rezaba una pancarta del sindicato en el Banco de la Rep¨²blica, por donde pas¨® la marcha en el centro de Bogot¨¢. Sobre todo estuvo casi omnipresente la organizaci¨®n sindical m¨¢s grande del pa¨ªs, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), pero fueron escasos los m¨¦dicos o enfermeros en la marcha. Una ausencia notable cuando, el d¨ªa anterior, el Gobierno present¨® en esa misma Plaza de Armas el esperado texto de la reforma de la salud despu¨¦s de varias semanas en las que el debate sobre esta crisp¨® el ambiente.
La Plaza es un simb¨®lico espacio entre la Casa de Nari?o y el Capitolio que suele estar cerrado al p¨²blico, reservado para eventos especiales como visitas de mandatarios extranjeros, pero en esta semana se ha convertido en escenario de la ¡°socializaci¨®n¡± de las grandes reformas sociales. El mi¨¦rcoles llegar¨¢ el turno de la oposici¨®n, que marchar¨¢ en rechazo a las transformaciones que propone el mandatario.
La Plaza de Bol¨ªvar, donde parte de la multitud esperaba el ingreso al palacio de Gobierno, nunca se llen¨® por completo, como ocurri¨® en varias movilizaciones en oposici¨®n al anterior presidente. Parec¨ªa un poco m¨¢s vac¨ªa de lo usual los domingos, cuando varias familias salen a entrenerse en la zona. La marcha del d¨ªa no era de rebeld¨ªa, era gobiernista, y eso dejaba un aire menos tenso en el centro de la ciudad. Las tiendas de comida y ropa en la carrera s¨¦ptima, la arteria de las movilizaciones, no cerr¨® por las marchas y el comercio parec¨ªa funcionar como en cualquier d¨ªa de la semana. La polic¨ªa antidisturbios pasaba desapercibida, casi ausente, y no hubo enfrentamientos entre las autoridades y quienes marchaban. La marcha del petrismo no parti¨® un solo vidrio.
Otra lecci¨®n de la marcha fue la uni¨®n del Pacto Hist¨®rico, la alianza de izquierdas que respalda a Petro, frente a la reforma a la salud. En la marcha no estaban grandes l¨ªderes de otros partidos de la coalici¨®n de Gobierno, como el Liberal o el Conservador, que tienen reservas frente a esta reforma en particular a pesar de que el Gobierno necesita sus votos en el Congreso para aprobarla. Mientras que en la Plaza de Armas s¨ª estaban firmes varios congresistas del Pacto, j¨®venes y mayores, que han respaldado sin titubeos a la ministra Carolina Corcho, de Salud.
¡°Esta reforma es de las m¨¢s controvertidas porque estamos tocando privilegios y estamos tocando una corrupci¨®n muy grande en Colombia¡±, dice a EL PA?S la senadora Aida Avella, del partido Uni¨®n Patri¨®tica. La raz¨®n principal por la que respalda esta reforma, seg¨²n explic¨®, es que permitir¨¢ crear centros de salud, o fortalecer los que hay, en las zonas m¨¢s apartadas del pa¨ªs. ¡°Debemos ser tolerantes y tambi¨¦n pensar en el que no tiene nada. Pensar en los peque?os pueblos donde no hay ni una ambulancia y la gente se nos muere, pensar en lugares como el Urab¨¢ chocoano o El Roble en Sucre, donde la gente ruega por puesto de salud¡±, dice en alusi¨®n a un proyecto que promete volcar la atenci¨®n a los territorios apartados.
Tambi¨¦n estaba presente la representante Mar¨ªa Fernanda Carrascal, parte de la nueva camada de congresistas que lleg¨® al Capitolio como parte del Pacto Hist¨®rico. ¡°Es necesario movilizarse porque nos ha costado much¨ªsimo llegar ac¨¢, estas son luchas de muchos a?os, los movimientos sociales han peleado esta reforma a la salud desde hace mucho tiempo¡±, valoraba sobre la propia Plaza de Armas, instantes antes del discurso de Petro. Defiende la tesis de que la reforma a la salud se refrend¨® en las urnas con la elecci¨®n de Petro y Francia M¨¢rquez, pues lleva por lo menos 15 a?os de construcci¨®n como una reivindicaci¨®n de trabajadores y movimientos de la salud. Califica como un ¡°hito hist¨®rico¡± que el presidente haya abierto las puertas de la Casa de Nari?o como un ejercicio de ¡°democratizaci¨®n del espacio¡±.
El texto que se radic¨® la v¨ªspera va a tener modificaciones como cualquier proyecto de ley , concede Carrascal. No considera que haber movilizado la calle constituya una presi¨®n al Legislativo, como han alegado desde varias orillas. ¡°No hemos entendido que m¨¢s que la representaci¨®n se debe ejercer es la participaci¨®n, y la participaci¨®n efectiva se da en las calles, en la mesa del comedor, en la universidades, en los foros, en los medios de comunicaci¨®n¡±, argumenta.
El balc¨®n en la Plaza de Armas promete no ser el ¨²ltimo ba?o de masas de Petro. ¡°Las reformas de Colombia, el cambio, no consiste solo en ganar unas elecciones, sino en movilizarse permanentemente¡±, dijo en su discurso. Hoy se vivi¨® la primera de esas movilizaciones, que algunos cr¨ªticos consideran una forma de forzar al Congreso a apoyar sus reformas, y otros ven como un mecanismo para fortalecer su movimiento pol¨ªtico hacia las elecciones locales de octubre. El presidente lo ve como parte del ejercicio democr¨¢tico. Como dijo en su discurso, ¡°el presidente de la Rep¨²blica invita a su pueblo a levantarse, a no arrodillarse, a convertirse en una multitud consciente de que tiene en sus manos el futuro, el presente, de que puede tener en sus manos el poder¡±.
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