La resaca del caso Benedetti congela al Gobierno de Petro: acusaciones, fuentes an¨®nimas, dinero negro y un muerto
Las reformas se atascan en un Congreso paralizado mientras la crisis pol¨ªtica crece alrededor de la misteriosa muerte de un polic¨ªa implicado en el caso de la ni?era
En las ¨²ltimas dos semanas han pasado tantas cosas en Colombia que la realidad resulta dif¨ªcil de digerir. Es cierto que se localiz¨® el cad¨¢ver de un coronel de la polic¨ªa relacionado con el caso del robo en casa de la ex jefa de gabinete de Gustavo Petro. Tambi¨¦n es cierto que seis d¨ªas despu¨¦s a¨²n no se ha confirmado que fue un suicidio, como parece y asegura el Gobierno, o si detr¨¢s se esconde alguna historia criminal y truculenta como deslizan algunos. ...
En las ¨²ltimas dos semanas han pasado tantas cosas en Colombia que la realidad resulta dif¨ªcil de digerir. Es cierto que se localiz¨® el cad¨¢ver de un coronel de la polic¨ªa relacionado con el caso del robo en casa de la ex jefa de gabinete de Gustavo Petro. Tambi¨¦n es cierto que seis d¨ªas despu¨¦s a¨²n no se ha confirmado que fue un suicidio, como parece y asegura el Gobierno, o si detr¨¢s se esconde alguna historia criminal y truculenta como deslizan algunos. Las fuentes an¨®nimas calientan cada d¨ªa el caso. Una dice ahora que en los maletines robados no hab¨ªa 7.000 d¨®lares, sino m¨¢s de medio mill¨®n, y que adem¨¢s pertenecer¨ªan al presidente. Tanto Laura Sarabia como Petro lo niegan. Alegan que, como la mayor¨ªa de las personas, nunca en su vida han visto tal cantidad de dinero junto. En medio de todo esto y cien cosas m¨¢s derivadas de los perturbadores audios del exembajador Armando Benedetti, que habl¨® de corrupci¨®n en la campa?a electoral y luego lament¨® ser v¨ªctima del alcohol y la rabia, ocurri¨® lo m¨¢s real y menos cre¨ªble de todo cuanto ha pasado. Los cuatro ni?os ind¨ªgenas perdidos en la selva fueron localizados con vida 40 d¨ªas despu¨¦s de despe?arse en una avioneta. Una noticia que emocion¨® a un pa¨ªs que a¨²n trabaja en entenderse entre diferentes. Cuentan otros medios, y otras fuentes, que el mismo coronel, horas antes de morir, llam¨® a su hermano para contarle el milagro de la selva. Podr¨ªa ser. O no.
M¨¢s all¨¢ de las verdades a¨²n por conocer del llamado caso Benedetti o caso ni?era, que le cost¨® la salida tanto al exembajador como a la n¨²mero dos de Petro, Laura Sarabia, la realidad es que el Gobierno de Colombia ha entrado en una situaci¨®n de par¨¢lisis preocupante a los 10 meses de llegar al poder. El llamado Gobierno del cambio se ve acorralado por los mismos temas que han atrapado a tantos ejecutivos anteriores: la sombra de la corrupci¨®n, la guerra encarnizada entre instituciones del Estado, el juego sucio de la pol¨ªtica de toda la vida. La primera v¨ªctima -m¨¢s all¨¢ del coronel- son las reformas con las que Petro prometi¨® transformar el pa¨ªs.
El presidente parece ahora m¨¢s ensimismado en defender su papel de v¨ªctima de un ataque coordinado desde las ¨¦lites econ¨®micas, pol¨ªticas y medi¨¢ticas que en hacer pol¨ªtica. Hace ya dos meses que decidi¨® romper las mayor¨ªas que hab¨ªa fraguado al principio del mandato con partidos conservadores y tradicionales, pero a¨²n no se vislumbran nuevos acuerdos. Las reformas de la salud, la laboral y la pensional avanzan a paso de tortuga en el Congreso mientras el proyecto para legalizar la compra y venta de cannabis se atasca desde hace semanas, unos d¨ªas por falta de qu¨®rum, otros por falta de votos. El final del periodo anual de sesiones llama ya a la puerta del Congreso, que podr¨ªa irse de vac¨ªo. Ese ser¨ªa el primer gran fracaso del Gobierno, que lleg¨® con tanta fuerza al poder que en solo cuatro meses ten¨ªa aprobada la reforma tributaria y fantaseaba con funcionar como una aplanadora para sacar el mayor n¨²mero de reformas en su primer a?o, incluyendo las tres a la seguridad social.
Esa es la situaci¨®n de la pol¨ªtica real, pero hace ya semanas que no es ah¨ª donde se juega la actualidad. El origen de esta crisis no hay que buscarla muy lejos del Palacio de Nari?o, sino en sus pasillos, en sus despachos y en sus tel¨¦fonos. Una historia que no tiene la firma de los supuestos enemigos del cambio, como dice Petro, sino de sus dos personas m¨¢s cercanas. Benedetti y Sarabia, durante a?os jefe y asistente personal, que se unieron a la campa?a electoral sin ser de izquierdas ni petristas pero que se convirtieron en los operadores necesarios para una victoria electoral improbable hasta hace un par de a?os. Ella como secretaria personal y ¨¦l como jefe de campa?a se ganaron la confianza de Petro, que los premi¨® con la jefatura de gabinete y la embajada en Venezuela, un puesto que Benedetti siempre despreci¨® por considerarse lejos del n¨²cleo del poder. La enemistad creciente entre ambos, y el af¨¢n de ¨¦l por culparla a ella de su destino, terminaron por sacar a la luz p¨²blica los primeros trapos sucios.
Sarabia hab¨ªa denunciado un robo de dinero en su casa y su equipo de seguridad en la Casa de Nari?o decidi¨® someter a la ni?era de su hijo a un pol¨ªgrafo en Palacio. La mujer, que una vez despedida volvi¨® a trabajar con Benedetti, lo cont¨® en una portada de la revista Semana. Con el paso de los d¨ªas, la misma revista public¨® unos audios del entonces embajador a Sarabia en los que la ataca, menosprecia e insulta, adem¨¢s de amenazar con dar detalles de una supuesta financiaci¨®n ilegal en la campa?a para acabar con todos: ¨¦l mismo, Sarabia y Petro. Benedetti se defendi¨® de la publicaci¨®n atacando y desliz¨® que Sarabia podr¨ªa ordenado la interceptaci¨®n de alg¨²n tel¨¦fono. El fiscal Francisco Barbosa, conocido por su oposici¨®n al Gobierno, entr¨® con todas las ganas en una investigaci¨®n que confirm¨® que el tel¨¦fono de la ni?era hab¨ªa sido chuzado durante diez d¨ªas.
El d¨ªa 2 de junio Petro anunci¨® la salida de Sarabia y Benedetti del Gobierno para tratar de frenar la crisis, pero la espita abierta por Benedetti era demasiado potente. Una semana despu¨¦s, el coronel D¨¢vila fue hallado muerto en un coche cerca de su casa en Bogot¨¢. El presidente asegur¨® que el polic¨ªa, adscrito a la seguridad de la presidencia, se hab¨ªa suicidado. ¡°Ojal¨¢ la investigaci¨®n judicial busque las causas de su suicidio. Por qu¨¦ se sinti¨® tan acorralado como para llegar a tan terrible decisi¨®n¡±, escribi¨® el presidente en Twitter. D¨¢vila estar¨ªa involucrado en la investigaci¨®n de la Fiscal¨ªa y, seg¨²n confirm¨® su abogado, habr¨ªa participado del pol¨ªgrafo que se le realiz¨® a la ni?era. Adem¨¢s, pertenec¨ªa a la secci¨®n que se estar¨ªa investigando por la interceptaci¨®n del tel¨¦fono de la mujer. Antes de morir, se hab¨ªa puesto a disposici¨®n de la Fiscal¨ªa para rendir declaraci¨®n y habr¨ªa contratado un abogado, al que le pag¨® 50 millones de pesos de adelanto por su defensa. Las especulaciones sobre su muerte fueron inmediatas y la ausencia del informe de Medicina Legal contribuye a¨²n a alimentarlas.
Las investigaciones por chuzadas, pol¨ªgrafos, maletines de dinero, financiaciones irregulares y muertes misteriosas se acumulan en la mesa de un fiscal en entredicho, al que le quedan apenas siete meses en el cargo. El presidente Petro se encuentra estos d¨ªas de viaje oficial en Alemania mientras en casa sus congresistas pelean in extremis para sacar adelante el proyecto del cannabis como bandera de un primer periodo legislativo que acaba enfangado. En medio de la tormenta pol¨ªtica ya no se trata de cambiar el pa¨ªs, sino de salvar los muebles. O de esperar otro milagro.
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