Mujeres buscadoras: una lucha que quiere ser ley en Colombia
Yanette Bautista, quien perdi¨® a su hermana en 1987 a manos de agentes del Estado en Colombia, lidera una Ley de protecci¨®n a las mujeres que han dedicado su vida a la b¨²squeda de sus seres queridos en un pa¨ªs de al menos 200.000 desaparecidos. Una vez m¨¢s les cancelaron la cita en el Congreso
Desde hace semanas, Yanette Bautista tiene listo el bolso para salir corriendo al Congreso de la Rep¨²blica. Anda pendiente del tel¨¦fono por si llega el momento en el que los congresistas colombianos deciden, por fin, poner en primera l¨ªnea el proyecto de ley que ella lidera y ha sido su vida entera: el que promueve los derechos de las mujeres que buscan desaparecidos. Cada d¨ªa, algo se interpone, este mi¨¦rcoles, cuando era el primer asunto a discutir, fueron los paros de taxistas. El proyecto baja en el orden del d¨ªa o se aplaza, como si la desaparici¨®n forzada fuera algo que no importara, fuera algo m¨ªnimo, cuando las cifras m¨¢s conservadoras hablan de 120.000 desaparecidos, y la Comisi¨®n de la Verdad la cifra en 200.000 v¨ªctimas. ¡°Tenemos el r¨¦cord de Am¨¦rica Latina¡±, enfatiza Yanette en la sede de su fundaci¨®n en Bogot¨¢.
En 1987, ella era secretaria ejecutiva en una multinacional y la lucha por los derechos humanos no estaba en su proyecto de vida. Eso cambi¨® el 30 de agosto de ese a?o, cuando su hermana Nydia Erika fue desaparecida por miembros del Ej¨¦rcito el d¨ªa de la primera comuni¨®n de su hijo de 12 a?os. Nydia era militante del M19 y fue llevada por hombres armados de la Brigada XX hasta una finca donde la tuvieron en cautiverio, la torturaron y agredieron sexualmente. Su cuerpo apareci¨® d¨ªas despu¨¦s en una carretera cercana a Bogot¨¢. Fue sepultado como no identificado y, la familia solo pudo tener certeza de su identidad m¨¢s de una d¨¦cada despu¨¦s. La lucha por la justicia a¨²n no termina. Los victimarios siguen libres.
¡°La desaparici¨®n forzada de mi hermana me puso contra una realidad que nunca imagin¨¦ que existiera y en otro camino para seguir, porque habiendo conocido esa realidad no pod¨ªa trabajar como si no pasara nada en este pa¨ªs. No volv¨ª a ser la misma¡±, cuenta Yanette, hoy de 66 a?os, en la sede de la Fundaci¨®n Nydia Erika Bautista que cre¨® para luchar contra la impunidad y que agrupa a mujeres buscadoras. A su oficina se llega despu¨¦s de entrar a Revoltosas, una tienda de ropa y productos de joyer¨ªa con los que sobreviven estas mujeres, y es un sal¨®n luminoso en el que destacan im¨¢genes de las protestas de m¨¢s de tres d¨¦cadas. Una de ellas recuerda que hay m¨¢s desaparecidos en Colombia que bajo la dictadura de Augusto Pinochet en Chile y remata con una frase que interpela a la sociedad: ¡°?Y a qui¨¦n importa?¡±.
La indiferencia, dice Bautista, es la tercera pata de la impunidad en la desaparici¨®n forzada. Las otras dos, afirma, son la negligencia de la justicia, que cumpli¨® un rol en las violaciones de derechos humanos; y los medios de comunicaci¨®n, que no visibilizaron la dimensi¨®n de este crimen de lesa humanidad. Por eso, cree que es hora de que en Colombia haya una ley que proteja de manera integral a las mujeres que siguen buscando, para que sean consideradas sujetos de especial protecci¨®n constitucional y constructoras de paz. Dice mujeres, porque el 95% de quienes buscan son madres, esposas, hermanas e hijas; el otro 5%, son padres.
?En qu¨¦ consiste la ley?
En la pr¨¢ctica, el proyecto pretende que el Estado atienda con prioridad lo que les pasa a las mujeres que buscan desaparecidos durante sus investigaciones. No es poco. Sufren amenazas, secuestros, extorsiones, represalias, reclutamiento de sus hijos menores o violencia sexual a las ni?as que se quedan desprotegidas mientras sus madres buscan a otros hijos e hijas, luchan por recuperar los cuerpos, darles sepultura y evitar la impunidad. La misma Yanette sufri¨® amenazas de muerte y tuvo que exiliarse.
De esa manera, apuntan a que la Unidad Nacional de Protecci¨®n priorice las amenazas que reciben; y que, al ser consideradas constructoras de paz, tengan voz en las negociaciones que avanzan en la paz total, el proyecto del actual Gobierno para lograr negociaciones simult¨¢neas con distintos grupos armados.
El proyecto de ley, que pas¨® en primer debate en mayo y este martes lleg¨® por fin a la plenaria de la C¨¢mara de Representantes, es el trabajo de ocho organizaciones de mujeres. Se sustenta en informes que ellas entregaron a la Comisi¨®n de la Verdad, creada tras los acuerdos de paz entre el Estado y las extintas FARC, incluyendo uno que indica que en cada familia hay dos personas buscadoras, por lo que suman unas 400.000 personas. ¡°Una desaparici¨®n forzada afecta en promedio la vida de entre cinco y diez familiares por v¨ªctima, y si sumerc¨¦ mira la cosmovisi¨®n ind¨ªgena y la negra y su concepto de familia extendida, el universo de afectados puede ser m¨¢s grande y llegar a 2 millones de personas¡±, dice Yanette mientras toma notas para responder a cada pregunta con detalle.
La vida econ¨®mica de las mujeres buscadoras es, a menudo, invisibilizada. Muchas pierden sus empleos por priorizar la b¨²squeda de sus seres queridos, abandonan sus estudios, son desplazadas y malviven. A mejorar esa situaci¨®n le apuestan tambi¨¦n con la ley que, sin embargo, no tendr¨ªa un impacto fiscal para el Estado, porque las incluye en las instituciones y pol¨ªticas p¨²blicas existentes. ¡°No pedimos que las mujeres buscadoras tengan mejor trato que los dem¨¢s, pero s¨ª uno prioritario. Que estas mujeres puedan so?ar con entrar a la universidad, tener una vivienda digna, salud, pensi¨®n¡± agrega. Ella misma ha dedicado su vida a la b¨²squeda y, aunque es una lideresa reconocida en el mundo- ha Ganado el Premio Shalom de la Universidad Cat¨®lica de Eichst?tt (Alemania) y el de Derechos Humanos de Amnist¨ªa Internacional, entre otros- no tendr¨¢ pensi¨®n.
Despu¨¦s de a?os de protestar y remar, decidieron escribir y plasmar propuestas concretas. Lo han hecho con asesor¨ªa t¨¦cnica de la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja (CICR), la Comisi¨®n Interamericana de DDHH, Pastoral Social y la Embajada de los Pa¨ªses Bajos. Uno de los art¨ªculos plantea que tengan beneficios en las matr¨ªculas para acceder a educaci¨®n superior y cr¨¦ditos para sus familiares, lo mismo que acceso a proyectos de vivienda y medidas espec¨ªficas para atender los m¨²ltiples problemas de salud que se han agravado por las violencias que han sufrido en la b¨²squeda.
Otra de las claves del proyecto son la creaci¨®n de un Registro ?nico de Mujeres Buscadoras de V¨ªctimas de Desaparici¨®n Forzada, para que la Unidad de Reparaci¨®n Integral a las V¨ªctimas tenga informaci¨®n precisa sobre ellas; y las medidas de sensibilizaci¨®n social acerca de la desaparici¨®n forzada. ¡°Si la sociedad reaccionara o sintiera verg¨¹enza por este delito y se sumara a nuestra lucha, al menos no estar¨ªamos tan solas. As¨ª hemos estado por mucho tiempo¡±, concluye Yannette Bautista, que estaba a la espera de que este mi¨¦rcoles su proyecto de ley y de vida fuera el primero en importancia en el Congreso y en el pa¨ªs. A ¨²ltima hora, los congresistas les cancelaron la cita a las Mujeres Buscadoras.
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