Tres meses de espera: el nuevo plan migratorio de Estados Unidos, marcado por el secretismo y la incertidumbre
Movilidad Segura ofrece rutas legales hacia Norteam¨¦rica desde Colombia, Costa Rica y Guatemala. Pero los migrantes en el pa¨ªs sudamericano no tienen a d¨®nde acudir para acceder y denuncian que est¨¢n obligados a firmar acuerdos de confidencialidad
Oficinas secretas, semanas de espera, llamadas desde n¨²meros privados, acuerdos de confidencialidad. Estos son algunos de los elementos del nuevo programa migratorio estadounidense conocido como Movilidad Segura, que busca ¡°la expansi¨®n de rutas legales hacia los Estados Unidos u otros pa¨ªses para personas refugiadas y migrantes en Suram¨¦rica y Centroam¨¦rica¡±, seg¨²n su p¨¢gina oficial. Estados Unidos lanz¨® el programa en junio con el prop¨®sito de ¡°reducir la migraci¨®n irregular¡±, y cre¨® oficinas migratorias en Colombia, Costa Rica y Guatemala. Pero a tres meses de su estreno, menos del 1% de los casi 29.000 solicitantes en Colombia ha pasado al Programa de admisiones de refugiados norteamericano, de acuerdo con datos oficiales. La falta de informaci¨®n y el secretismo sobre el proyecto dejan a los expertos consultados por EL PA?S perplejos, y a decenas de miles de migrantes atrapados entre la esperanza y la incertidumbre.
El proceso de solicitud de Movilidad Segura suena sencillo. El comunicador venezolano Eliezer Brice?o cuenta por videollamada que la realidad es otra. ¡°Es tedioso¡±, dice el caraque?o de 40 a?os. Se inscribi¨® el pasado 11 de agosto junto con su esposa e hijo de 8 a?os a trav¨¦s del portal web oficial. Lo logr¨® en su segundo intento, tras fracasar cuando lo prob¨® desde su tel¨¦fono m¨®vil. ¡°La p¨¢gina no es tan sociable. Cualquier persona que no tenga un buen equipo tecnol¨®gico no va a poderse inscribir r¨¢pido. Adem¨¢s, tienes que tener una buena conexi¨®n de internet porque la p¨¢gina es pesada¡±, asegura.
El portal se encuentra actualmente cerrado en Colombia debido a que ha recibido demasiadas aplicaciones. Abrir¨¢ de nuevo el 10 de octubre, explica a EL PA?S una vocera de la Embajada estadounidense que est¨¢ encargada del programa. Los cupos disponibles se llenaron r¨¢pido, en los dos periodos de pocas semanas que ha abierto desde el lanzamiento.
Brice?o sali¨® de Venezuela hace siete a?os con su esposa e hijo en b¨²squeda de mayor estabilidad financiera y emocional. Ahora, vive y trabaja en Ciudad Bol¨ªvar, una de las localidades m¨¢s empobrecidas de Bogot¨¢. Cuando se enter¨® de Movilidad Segura se emocion¨® mucho. ¡°?Uau! Ser¨ªa fabuloso que pudi¨¦ramos optar¡±, cuenta que fue su primera reacci¨®n.
El padre de familia es uno de los millones de migrantes en Colombia que pueden solicitar migrar a Estados Unidos, Canad¨¢ o Espa?a a trav¨¦s de Movilidad Segura. El programa, que no est¨¢ abierto a colombianos, ¡°est¨¢ dirigido a personas cubanas, haitianas y venezolanas que se encontraban en el pa¨ªs el 11 de junio de 2023 o antes, y que al momento de aplicar cuentan con un estatus regular o est¨¢n en proceso de regularizaci¨®n¡±, seg¨²n la p¨¢gina oficial.
Siete semanas despu¨¦s de enviar la solicitud, sin embargo, Brice?o cuenta que no ha recibido noticias sobre su estatus. ¡°Solo tengo un pantallazo de mi recibo que dice que me van a llamar. As¨ª que estoy con el tel¨¦fono prendido 24/7. Siempre estoy pendiente¡±, asegura.
La situaci¨®n de Brice?o es la misma que viven m¨¢s de 28.000 personas en Colombia. De los alrededor de 29.000 migrantes que se han postulado para Movilidad Segura desde este pa¨ªs, 260 han pasado al Programa de admisiones de refugiados de Estados Unidos (USRAP), de acuerdo con los datos m¨¢s recientes del Departamento de Estado, del 28 de agosto. Los funcionarios de Movilidad Segura no ofrecen informaci¨®n sobre el estatus migratorio de estas personas despu¨¦s de que las pone en contacto con USRAP.
La espera ¡°es desesperante¡±, califica el comunicador venezolano. ¡°Ir a Estados Unidos me cambiar¨ªa mucho la vida. Y no me atrevo a hacer esa odisea por la selva¡±. En lo que va de a?o, m¨¢s de 330.000 personas han cruzado el Tap¨®n del Dari¨¦n ¡ªla selva que separa a Colombia de Panam¨¢, a la que se refiere Brice?o. Uno de cada cinco migrantes que ha hecho esa traves¨ªa, llena de todos los peligros imaginables, ha sido un ni?o, informa la ONU.
Movilidad Segura es una de las respuestas del Gobierno estadounidense a la crisis migratoria que vive Occidente, explica una funcionaria del programa. M¨¢s de 20 millones de personas en Am¨¦rica Latina y el Caribe han sido desplazadas por las varias crisis humanitarias, pol¨ªticas y econ¨®micas en la regi¨®n. Gran parte de estos problemas se reflejan en la frontera estadounidense con M¨¦xico, donde miles de migrantes llegan cada d¨ªa, lo que ha resultado en una situaci¨®n de extrema vulnerabilidad para ellos y una pol¨¦mica enorme para el presidente norteamericano, Joe Biden. Pero no es el ¨²nico lugar: Colombia ha recibido unos 2.500.000 de venezolanos y Per¨² otros 1.500.000.
Oficinas secretas
Para enfrentar esta crisis, el Gobierno de Biden ha abierto este a?o, en colaboraci¨®n con la OIM y el ACNUR, cinco oficinas migratorias en Am¨¦rica Latina; una en Guatemala, otra en Costa Rica, y tres en Colombia, de donde ha llegado casi el 70% de las m¨¢s de 40.000 aplicaciones a Movilidad Segura. Los centros colombianos se encuentran en Cali, Medell¨ªn y Soacha, un municipio empobrecido conurbado con Bogot¨¢. Est¨¢n operativas pero sus direcciones son privadas, seg¨²n la funcionaria estadounidense, para la seguridad de los migrantes.
Adam Isacson, director de la Oficina en Washington sobre Asuntos Latinoamericanos, explica que aunque los directores de Movilidad Segura ¡°se lo est¨¢n inventando sobre la marcha¡±, es normal que no quieran hacer p¨²blicas las direcciones. ¡°Probablemente quieran evitar que haya miles de personas afuera de sus instalaciones, como pas¨® en Tapachula, M¨¦xico¡±, dice. En m¨²ltiples ocasiones este a?o, grupos de miles de migrantes han irrumpido en las oficinas del Instituto Nacional de Migraci¨®n en esa ciudad, la m¨¢s grande en la frontera que divide M¨¦xico de Guatemala. No ha habido muertes en estos incidentes.
En Colombia, los solicitantes se enteran de las direcciones de las oficinas solo cuando se les notifica que han sido seleccionados para una cita. Ariel Ruiz, analista del Migration Policy Institute, asegura por tel¨¦fono que esta parte del proceso est¨¢ en manos de las ONG, no del Gobierno estadounidense. Una vocera del ACNUR lo confirma. ¡°Las oficinas de Movilidad Segura, apoyadas por ACNUR y OIM, realizan la identificaci¨®n de casos y acompa?an a las personas durante el proceso para evaluar la elegibilidad de su caso, incluyendo eventualmente entrevistas presenciales, para presentarlo posteriormente a consideraci¨®n de las autoridades en Estados Unidos¡±, escribe por correo electr¨®nico a este diario.
El trabajo de las dos entidades multilaterales del sistema de la ONU es averiguar si cada solicitante tiene cabida en alguna de las cuatro v¨ªas migratorias que ofrece el programa: el reasentamiento como refugiado, la reunificaci¨®n familiar, una visa de empleo temporal o el permiso humanitario ¨Dconocido en EE UU como parole. ¡°Est¨¢ claro que no hay suficientes v¨ªas legales para atender a todas estas personas. Por ello, los agentes del programa tienen opciones limitadas¡±, admite Ruiz.
Una vez una de las organizaciones identifica a un buen candidato, Movilidad Segura lo contacta. Lo hace v¨ªa telef¨®nica, sin previo aviso y desde un n¨²mero privado, al que el interesado no puede devolver la llamada si no pudo responder. Durante esta conversaci¨®n, le notifican de que ha sido elegido para el siguiente paso: una cita en las instalaciones. Lo que pasa cuando acuden a las oficinas secretas para las reuniones, sin embargo, ¡°es desconcertante¡±, sentencia Isacson.
Acuerdos de confidencialidad
EL PA?S entrevist¨® por v¨ªa telem¨¢tica a una decena de migrantes que han tenido citas con Movilidad Segura en Colombia. Algunos solo han tenido una entrevista, otros llevan varias. Un par ha terminado el proceso y asegura que se est¨¢ preparando para viajar a Estados Unidos, aunque no sabe en qu¨¦ ciudad terminar¨¢. Ninguno accedi¨® a dar su nombre. Seg¨²n ellos, los trabajadores del programa dejan claro durante las entrevistas que hablar p¨²blicamente del proceso puede afectar el resultado. Es m¨¢s, varios contaron que les hicieron firmar un acuerdo de confidencialidad que dice que ¡°no pueden comentar nada sobre su proceso¡±. Es un procedimiento que el profesor de la Universidad de Cornell y penalista experto en migraci¨®n Stephen Yale-Loehr califica como ¡°in¨¦dito¡± e ¡°inusual¡±.
El penalista explica que la firma de cl¨¢usulas de no divulgaci¨®n no es parte del proceso de refugio en Estados Unidos ni es un requisito para realizar una entrevista en una embajada o consulado norteamericano. ¡°Tendr¨ªa que ser un procedimiento nuevo, del que no hab¨ªa escuchado antes¡±, declara.
Una vocera encargada de Movilidad Segura desmiente las acusaciones de los entrevistados. ¡°Los solicitantes no tienen que firmar un acuerdo de confidencialidad. Les pedimos firmar un acuerdo dando su consentimiento para facilitar sus datos personales a los socios de la iniciativa. Esta informaci¨®n es necesaria para determinar los criterios de admisibilidad de los solicitantes¡±, escribe por correo electr¨®nico.
Sin embargo, al ser preguntado por estos acuerdos, el ACNUR no los niega. ¡°El proceso de reasentamiento requiere confidencialidad porque estamos hablando de personas con necesidades de protecci¨®n internacional¡±, declara una vocera de la organizaci¨®n.
Los migrantes aseguran que la incertidumbre no acaba tras firmar el supuesto acuerdo de confidencialidad y terminar la entrevista. Los que son rechazados reciben un correo electr¨®nico que les notifica de ello. Los dem¨¢s siguen en el limbo, en una espera sin fin definido para que ojal¨¢, uno de estos d¨ªas, les llegue otra llamada. Algunos la reciben pronto, en una semana. Otros lamentan que llevan casi un mes esperando. ¡°No hay informaci¨®n. No me han rechazado todav¨ªa, pero han citado a otras personas que tuvieron su entrevista despu¨¦s que tuve la m¨ªa¡±, dice un migrante. ¡°Parece que eligen al azar. Es muy frustrante¡±.
Cuando el Gobierno estadounidense lanz¨® Movilidad Segura en Colombia, anunci¨® que har¨ªa ¡°una prueba piloto de seis meses¡±. A mitad de ese camino, asegura que planea agrandarlo, pero se niega a dar una l¨ªnea de tiempo concreta. Ante tanta incertidumbre, Yale-Loehr confiesa que entiende la frustraci¨®n que rodea el programa. ¡°Ha tenido un comienzo muy lento¡±, admite.
Con la migraci¨®n global en cifras r¨¦cord, no hay una sola iniciativa que pueda solucionar el problema; depender¨¢ de la colaboraci¨®n de muchos pa¨ªses y de formas muy variadas. El futuro de Movilidad Segura en ese proceso, opina el penalista, sigue siendo una inc¨®gnita: ¡°No es un fracaso todav¨ªa, pero tampoco ha sido un ¨¦xito¡±.
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