Andr¨¦s Juli¨¢n Rend¨®n: ¡°Tengo claras las prioridades de Antioquia; si el presidente las tiene embolatadas, es problema de ¨¦l¡±
El gobernador electo de Antioquia ser¨¢ el mandatario m¨¢s poderoso de su partido, el uribista Centro Democr¨¢tico
Andr¨¦s Juli¨¢n Rend¨®n (Rionegro, Antioquia, 45 a?os) ocupar¨¢ desde el 1 de enero uno de los cargos m¨¢s visibles de la pol¨ªtica colombiana: la Gobernaci¨®n del poderoso departamento de Antioquia. Ser¨¢ el mandatario m¨¢s relevante que tendr¨¢ el opositor Centro Democr¨¢tico, el partido de derecha que lidera el expresidente antioque?o ?lvaro Uribe V¨¦lez.
Recibe a EL PA?S en la plaza de San Antonio de Pereira, un corregimiento de Rionegro, el municipio en el que naci¨® y del que fue alcalde entre 2016 y 2019. Antes de iniciar la entrevista, saluda de mano o de beso a las personas sentadas al aire libre, en la terraza de una cafeter¨ªa. Les entrega un folleto de agradecimiento por haber votado por ¨¦l ¨Dtodos, ellos y ¨¦l, asumen que as¨ª lo hicieron¨D. A lo largo de la charla lo interrumpen cinco personas m¨¢s, para saludarlo y felicitarlo. Una le pide ayuda para conseguir un trabajo. A todos les sonr¨ªe, con el orgullo, dice, de ser ¡°el gobernador m¨¢s monta?ero desde que hay elecci¨®n popular [es decir, desde 1993]¡±.
Pregunta. ?C¨®mo eval¨²a al departamento hoy?
Respuesta. Antioquia sufre de unos dolores muy grandes. Por cuenta de la paz total del Gobierno, enfrentamos una inseguridad como la de hace 20 a?os. Dos millones de antioque?os aguantan hambre. La violencia contra las mujeres est¨¢ exacerbada: de 55 feminicidios en 2022, pasamos a m¨¢s de 90 en lo corrido de 2023. Hay que enfrentar esos dolores sin dejar de hacer lo importante. Hay 26.000 kil¨®metros de v¨ªas destruidas; el 90% de las escuelas no tiene internet; las unidades hospitalarias no tienen capacidad de resoluci¨®n; hay un d¨¦ficit de 600.000 unidades de vivienda y grandes carencias de servicios p¨²blicos. Aunque Antioquia es el segundo departamento con mayor extensi¨®n costera sobre el Caribe despu¨¦s de La Guajira, en las playas bell¨ªsimas de Urab¨¢ no hay agua potable para construir hoteles.
P. ?C¨®mo enfrentarlo desde una Gobernaci¨®n? Todas tienen pocos recursos...
R. S¨ª, los departamentos solo tienen las rentas de la Colonia, como licores y juegos de azar, y ahora con los impuestos vehicular y a la gasolina. Son peque?os en recaudo y buscan desincentivar el consumo de bienes con efectos negativos. En la medida en que los ciudadanos tienen pr¨¢cticas m¨¢s saludables o m¨¢s amigables con el ambiente, tienden a decrecer.
P. Pero Antioquia es socia de Hidroituango...
R. Ah¨ª hay dos problemas. Uno es que la obra ha tenido unos sobrecostos de 2,5 veces lo presupuestado, que debe pagar; otro es que en el contrato con Empresas P¨²blicas de Medell¨ªn (EPM) para que la hiciera se acord¨® que solo pagar¨¢ 100 pesos por kilovatio a los due?os (la misma EPM como minoritaria, y el departamento como mayoritario). Como hoy se paga a m¨¢s de 1.000 pesos en la bolsa de energ¨ªa y se pacta a unos 300 en los contratos de largo plazo, hay margen para negociar ese precio con Federico Guti¨¦rrez, quien, como nuevo alcalde de Medell¨ªn, va a presidir la junta de EPM.
Con ¨¦l tengo facilidad de di¨¢logo y empat¨ªa. No solo porque fuimos f¨®rmula electoral en octubre, sino por los antecedentes y por su mirada. En 2016, cuando llegu¨¦ a la Alcald¨ªa de Rionegro, no ten¨ªamos agua potable. Vendimos la empresa de acueducto a EPM. Federico, como alcalde de Medell¨ªn, lider¨® una inversi¨®n de medio bill¨®n de pesos. Ahora tenemos agua sin color, sin olor y sin sabor, y se est¨¢ construyendo la planta de aguas residuales m¨¢s moderna de Am¨¦rica Latina. Cuando le pregunt¨¦ por qu¨¦ fue tan generoso con Rionegro, me respondi¨® que si EPM pod¨ªa invertir 1.500 millones de d¨®lares en Chile y Centroam¨¦rica, con m¨¢s raz¨®n ac¨¢. ¡°Uno merca para la casa¡±, dec¨ªa.
P. ?Depende entonces de Hidroituango?
R. No. Mi propuesta para el mediano plazo es un referendo de autonom¨ªa fiscal para los departamentos. No se trata de federalizar a Colombia, sino de que la Constituci¨®n establezca que solo los departamentos puedan grabar la renta y el patrimonio de las personas naturales y jur¨ªdicas. Es an¨¢logo a lo que dicen los grav¨¢menes a la tierra para los municipios.
Con eso, 27 de los 32 departamentos casi duplicar¨ªan sus ingresos. En 2022, la Naci¨®n recogi¨® 30 billones de pesos en tributos en Antioquia, y le gir¨® apenas cinco billones; con el referendo, ser¨ªan entre 13 y 15 billones. Eso s¨ª, tendremos que pensar un esquema diferente para los departamentos de la Amazon¨ªa o para San Andr¨¦s, que no tendr¨ªan ese mismo impulso, pero tienen una riqueza natural que el pa¨ªs y el mundo entero necesitan. En todo caso, la financiaci¨®n de mi programa de Gobierno es realista y no depende de esa meta.
P. Igual es una meta ambiciosa¡
R. La m¨¢s ambiciosa del pa¨ªs, al que le sirve mucho que los departamentos compitan por gente y por empresas. Es la forma en vigorizar definitivamente el nivel intermedio y darle un golpe al centralismo.
P. Lo dice en Antioquia, donde la gente vot¨® contra Petro y lo eligi¨® a usted, un opositor. ?Los otros gobernadores electos est¨¢n alineados con el referendo? El presidente dice que 15 son de su coalici¨®n¡
R. Pienso que esa propuesta gusta mucho. Los electos son respetuosos y quieren tener una relaci¨®n cordial con el Gobierno, pero necesitan vigorizar sus finanzas m¨¢s que Antioquia. En nuestro caso, solo el 44% del presupuesto depende de transferencias de la Naci¨®n; en otros es del 90%.
P. ?En qu¨¦ va la propuesta?
R. Yo alcanc¨¦ a recogerle firmas, pero por la campa?a a la Gobernaci¨®n no alcanzamos a llegar a la meta. Vamos a reiniciar el proceso con un comit¨¦ promotor m¨¢s amplio.
P. La derecha hist¨®ricamente ha sido centralista. ?C¨®mo se compagina su propuesta y su pertenencia al uribismo?
R. Yo creo que el fin de una Gobernaci¨®n es hacer que las cosas pasen. Soy economista, tengo mis principios, mis creencias. Me gusta la econom¨ªa de mercado, no el Estado empresario. Pero creo que el Estado s¨ª debe atender las fallas del mercado, los bienes p¨²blicos, las externalidades negativas, los mercados incompletos, etc. Mejorar la vida a las personas, sacar a dos millones de personas del hambre o pavimentar 20 kil¨®metros de v¨ªa no es de izquierda o de derecha. La gente quiere m¨¢s soluciones y menos discusiones entre los pol¨ªticos.
P. ?Eso qu¨¦ tiene que ver con las finanzas de los departamentos?
R. Los departamentos necesitan vigorizar sus finanzas para atender las exigencias de los territorios, que conocen mejor que la Naci¨®n, pero el Gobierno va por la v¨ªa de centralizar. ?Qu¨¦ hace la Naci¨®n definiendo la formaci¨®n y entrenamiento laboral para todo el pa¨ªs? Acaba de crear una entidad para que haga las v¨ªas terciarias. En las capacitaciones que tuvimos los gobernadores electos, la ministra de Vivienda present¨® un programa nacional de mejoramiento de viviendas, para darles pisos, ba?os o techos mejores. Ser¨¢ un Ministerio gerenciando un problema que yo, como alcalde, encontraba dif¨ªcil de aterrizar en el municipio. ?C¨®mo se manejan desde Bogot¨¢ los mejoramientos en Tumaco o en Urab¨¢? No s¨¦ a qu¨¦ horas perdimos de perspectiva de las competencias y los roles de los distintos niveles.
P. A la espera de ese cambio, ?qu¨¦ piensa hacer en Antioquia?
R. El Estado tiene que sintonizarse con los prop¨®sitos de la gente y dar cuenta de tareas que empiecen a cambiar la vida de las personas. Haremos eso. Queremos convertir al Instituto para el Desarrollo de Antioquia (IDEA) en una turbina crediticia que d¨¦ un ejemplo de reactivaci¨®n econ¨®mica complementando el mercado del cr¨¦dito, que es incompleto y no llega a todos los sectores. Como banca de segundo piso, prestar¨¢ hasta siete billones de pesos ¨Dhoy solo ha colocado 1,5 billones¨D para emprendimientos disruptivos, cierres financieros de concesiones y hacer viviendas. En eso ¨²ltimo el Gobierno est¨¢ dejando un vac¨ªo gigantesco, que se nota en la ca¨ªda del 8% en la construcci¨®n en el ¨²ltimo trimestre porque cambiaron una pol¨ªtica que funcionaba bien. Vamos a reducir el d¨¦ficit unidades en Antioquia dando peque?os subsidios a la tasa. A trav¨¦s de fondos de empleados, cooperativas financieras o la banca tradicional, permitiremos a la gente adquirir o mejorar su vivienda sin pagar mensualmente m¨¢s de 8.000 pesos por cada mill¨®n. As¨ª, pueden sustituir el gasto en arriendo por una propiedad mejorada o propia. Ser¨¢ una revoluci¨®n del cr¨¦dito.
P. ?C¨®mo va a manejar la seguridad?
R. La paz total es un palo en la rueda. La gente se siente muy angustiada, comienza a vivir situaciones como las de hace 20 a?os. La paz se impone con seguridad, con el imperio de la ley y la justicia, no contemporizando con los criminales. Voy a asumir la funci¨®n del gobernador como primer agente en materia de orden p¨²blico. Voy a apelar al valor de los soldados y polic¨ªas acantonados en Antioquia; la fuerza p¨²blica se maneja con convicci¨®n, con amor, con mucha determinaci¨®n. Ellos saben combatir el crimen y proteger a los ciudadanos.
Ahora, no todo pasa por ellos. Cuando llegu¨¦ a la Alcald¨ªa, las bandas pon¨ªan hasta 50 asesinatos por a?o. Me di cuenta de que todo estaba articulado al microtr¨¢fico, y tumbamos todas las casas de vicio que nos reportaron. Al final de mandato no qued¨® ninguna de las estructuras criminales, y en 2019 hubo 11 homicidios. El general Mart¨ªnez, el secretario de designado de Seguridad, ya est¨¢ haciendo el listado de las primeras casas que vamos a derrumbar, en todos los rincones de Antioquia.
P. ?No teme que eso dispare los delitos, por los reacomodamientos, y que las bandas se desplacen a otros lugares?
R. La seguridad es un tema de todos los d¨ªas. Si uno se relaja, los bandidos cogen aire; si uno solo aprieta aqu¨ª, por el efecto globo, se van a otro lado. Vamos a hacer una cosa muy consistente, de ocupaciones de distintos territorios, para que sea muy s¨®lida a nivel general y para atenuar los reacomodos, que puedan acontecer.
P. ?Y las econom¨ªas ilegales?
R. Es muy complejo. Cuando me posesion¨¦ como secretario de Gobierno de Antioquia, en enero de 2008, el tema cr¨ªtico era la coca. El departamento le disputaba el tercer lugar en cultivos al Meta. Ten¨ªamos 9.000 hect¨¢reas; terminamos en 2011 con 3.000. Lo logramos con aspersi¨®n, hoy prohibida, y con un programa de desarrollo alternativo y proyectos de cacao, caf¨¦, arroz. Vinculamos a casi 10.000 familias. Eso se perdi¨®, ?hoy hay 18.000 hect¨¢reas! Una barbaridad.
P. ?Y la miner¨ªa?
R. Es un tema nuevo para m¨ª. Ten¨ªa la versi¨®n de las autoridades de que los que hacen miner¨ªa son los ilegales. Pero a inicios de este a?o, en pleno paro minero, alguien del Bajo Cauca me dijo que fuera a conocer. Me sent¨¦ con los mineros y comenc¨¦ a comprender un problema que creo que el pa¨ªs no ha entendido: el 95% de los t¨ªtulos mineros no se explotan. Los titulares dejan engordando esas hect¨¢reas en un mal arreglo institucional que fomenta la ilegalidad porque en la zona hay mineros de toda la vida, desde sus abuelos, que saben que en esa zona hay oro y se meten a la brava. Y si pasa hoy el Clan del Golfo cobrando una extorsi¨®n, le pagan. Si ma?ana pasa el ELN, le pagan. Los bandidos no hacen miner¨ªa, sino que cobran extorsiones. Los mineros no tienen la protecci¨®n del Estado, porque trabajan por fuera de las leyes mineras.
P. ?Cu¨¢l es su propuesta?
R. Aportar a la discusi¨®n de la reforma a la normatividad minera que ha anunciado el Gobierno. La idea es replicar lo que se hace con la tierra: que se pague 10 veces m¨¢s de canon superficial por las hect¨¢reas de un t¨ªtulo minero que no explotan. As¨ª creamos un incentivo para que los titulares las exploten, las arrienden a quien lo haga o las devuelvan, y el Estado se las pueda conceder a quien s¨ª las trabaje. Todo, claro, con buenas pr¨¢cticas legales y ambientales, sin usar mercurio.
Funcionar¨ªa. Un minero me dec¨ªa que preferir¨ªa tener 10 millones de pesos en el banco y no los 2.000 millones que ten¨ªa debajo del colch¨®n, con miedo, huyendo de todo el mundo, de los bandidos que extorsionan, del Estado.... en Colombia nos empecinamos en las normas para una situaci¨®n ideal, no real, y dejamos a mucha gente trabajando en la oscuridad.
P. Eso implicar¨ªa ir al Congreso siendo oposici¨®n.
R. S¨ª, pero es una soluci¨®n en la que todos ganan. Si le arriendas a un minero artesanal, ese se?or, en lugar de pagar una extorsi¨®n a un criminal, paga impuestos y tiene trabajo legal; el titular no pagar¨ªa el impuesto alto y s¨ª recibir¨ªa un arrendamiento.
P. Pero los proyectos est¨¢n estancados en el Congreso...
R. Este Gobierno se mueve por temas ideol¨®gicos, como su negativa a financiar lo que falta en las Autopistas de la Monta?a, en Antioquia. Aunque son la v¨ªa m¨¢s corta entre el suroccidente del pa¨ªs y el Caribe, argumentan que no tienen los tres billones de pesos que se necesitan. Pero ning¨²n Gobierno reciente ha tenido m¨¢s plata que este.
En todo caso, vamos a pedir al Congreso que modifique la ley de concesiones para que los contratos se puedan adicionar hasta en un 50% del tiempo (hoy solo se puede el 20%). Alargar el tiempo permitir¨ªa su cierre financiero sin poner un solo peso del presupuesto de la Naci¨®n. Y tiene sentido: se hacen v¨ªas con una utilidad de m¨¢s de medio siglo y la ley deja un m¨¢ximo de 30 a?os de concesi¨®n, lo que arroja proyectos muy apretados en lo financiero.
P. De nuevo, ?c¨®mo es pol¨ªticamente viable sacar una reforma legal desde la oposici¨®n?
R. Vamos a llevar la idea a la bancada antioque?a, que tiene una composici¨®n plural. Ellos la pueden presentar en sus colectividades, porque la idea no solo le sirve a Antioquia. Y el Gobierno no controla el Congreso, algo que me da mucha ilusi¨®n porque muestra un pa¨ªs con un fortaleza institucional probada.
P. El presidente ha insistido en que su coalici¨®n gan¨® las elecciones regionales de octubre, y los departamentos y muchos municipios dependen mucho del dinero de la Naci¨®n. ?No teme que el Gobierno privilegie a sus aliados?
R. No. Los rubros m¨¢s importantes de lo que gira la Naci¨®n, el sistema general de participaciones y las regal¨ªas est¨¢n definidos por la Constituci¨®n y la ley. As¨ª quisiera, ning¨²n presidente puede quitar la plata para la educaci¨®n o para la salud. En programas concursables, como el de mejoramientos de vivienda, s¨ª podr¨ªa intervenir, pero lo trascendental est¨¢ cubierto.
Yo tengo con un ray¨®n de crianza. Cuando me lamentaba, mis pap¨¢s me respond¨ªan, ¡°No se queje, trabaje con lo que da la madre tierra¡±. Por eso, estoy en la disposici¨®n de sacar adelante a Antioquia con lo que disponemos. Si el Gobierno Nacional se embarca en decisiones pr¨¢cticas, tanto mejor. Por ahora, yo tengo muy claras las prioridades de Antioquia; si el presidente las tiene embolatadas, ese es un problema de ¨¦l.
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