Tributaria recesiva

El presidente Petro, el ministro de Hacienda Ricardo Bonilla y el exministro Jos¨¦ Antonio Ocampo han planteado la necesidad de una nueva reforma tributaria que baje la tasa impositiva de las empresas de 35% al 30%. Como reducir¨ªa el recaudo en 10 billones de pesos, buscan compensarlo con m¨¢s impuestos a los profesionales y trabajadores del pa¨ªs. ?A qui¨¦n se le ocurre que un pa¨ªs que est¨¢ pagando dos reformas tributarias consecutivas, aprobadas en 2021 y 2022, lo que necesita para reactivarse es otra tributaria? El exministro Ocampo prometi¨® que su tributaria, aprobada a los cuatro meses de iniciar el Gobierno Petro, era suficiente para las necesidades del cuatrienio.

La tributaria fue ideada a medias, inspirada en volver inviable a la industria petrolera y minera en Colombia, afectar a los bancos, que hoy sufren un incremento hist¨®rico en los niveles de reestructuraci¨®n de deuda, a los profesionales y trabajadores. Como muchos advertimos, no iba a aguantar el escrutinio de la Corte Constitucional; por lo cual ahora piden otra, que llevar¨ªa a p¨¦rdida de talento y capitales.

La gran iron¨ªa de Petro es haberse vuelto presidenciable incitando a las protestas de 2021 contra la reforma tributaria de Alberto Carrasquilla, que bajaba impuestos a las empresas y los sub¨ªa a las familias; y, ya presidente, querer hacer lo que antes consideraba inadmisible. Resulta contradictorio que quien indujo la recesi¨®n con anuncios imprudentes, acciones err¨¢ticas y un constante asedio a las empresas, ahora pretenda reducir impuestos a los empresarios, mientras los estigmatiza de manera populista y contraproducente de explotadores y esclavistas.

En 2024 el recaudo tributario se va a resentir porque en 2023 se esfumaron las utilidades de las empresas. Ante tanta incertidumbre, los empresarios se asustaron y decidieron parar sus inversiones. En qu¨¦ momento se le ocurre a los economistas del gobierno que la forma de reactivar la confianza empresarial es succionar m¨¢s plata de los bolsillos de las familias. Recuerden: familias que pagan m¨¢s impuestos compran menos. Los empresarios lo saben. Otra contradicci¨®n.

?Cree el gobierno que empresarios que sufren en Bogot¨¢, una ANLA que archiva la ampliaci¨®n de la Autopista Norte, un Ministerio de Minas que retira a Antioquia la prerrogativa minera y que combate los hidrocarburos en 18 departamentos, un Ministerio de Deporte que deja perder los Juegos Panamericanos de Barranquilla, unos ministerios que atropellan la construcci¨®n de vivienda e infraestructura por todo el pa¨ªs, una DIAN agresiva y un INVIMA inoperante, que se demora dos a?os para una licencia que antes tomaba seis meses, cree el gobierno que esos empresarios van a invertir m¨¢s? Es contradictorio.

Quieren matar a impuestos a los profesionales y trabajadores para gastar en el gobierno. Los impuestos que ya nos cobran no les alcanzan porque se gastaron las dos tributarias pasadas en subsidiar la gasolina y el di¨¦sel. M¨¢s de 50 billones de pesos se fueron en pagar la mitad de la tanqueada de carros y camiones. En 2024, el gobierno que quiere salvar al planeta del CO2, seguir¨¢ subsidiando el diesel. Vaya contradicci¨®n.

En lugar de clavarnos con una tercera reforma tributaria, dejen de subsidiar a los combustibles f¨®siles. En lugar de aumentar los impuestos, ejecuten adecuadamente el presupuesto de la Naci¨®n, ¨¢mbito en el cual el Gobierno de Petro se ha caracterizado por ineptitud e ineficacia a la hora de materializar las inversiones y los programas. Seguir enumerando contradicciones puede crear la ilusi¨®n de que nos gustan y asimilarnos ideol¨®gicamente a la izquierda, que se emociona hasta el paroxismo cuando encuentra una contradicci¨®n. Pasemos mejor al Congreso.

Hace dos siglos y medio, uno de los Padres Fundadores de Estados Unidos dijo que para que se configure una debacle institucional, se necesita que conspiren al menos dos ramas del poder p¨²blico. El ejecutivo solo no es capaz de estrellar a un pa¨ªs. 2024 es el a?o del congreso. Este congreso genuflexo e impreparado, vociferante y contradictorio tendr¨¢ que decidir si se al¨ªa con el gobierno en mal-dirigir a Colombia, y le aprueba la tercera tributaria consecutiva, la destrucci¨®n de la salud, la reversi¨®n del sistema pensional, la debacle de los servicios p¨²blicos y una osificaci¨®n laboral digna de la Venezuela bolivariana. O si, por el contrario, ah¨ªto de mermelada, ve la luz y devuelve la estabilidad institucional al pa¨ªs.

Varios congresistas dicen que ¡°aprueban la reforma de salud porque se cae en la Corte Constitucional¡±. Quedar¨ªamos en un pa¨ªs gobernado por las Cortes, ante la ineptitud del ejecutivo y la inoperancia del legislativo. Eso no puede ser un dise?o razonable ni deseable. Conservadores, Liberales, Verdes, Partido de la U y otros partidos, en 2024 la responsabilidad es de ustedes. No se escondan en las votaciones mientras ayudan al quorum. No le saquen el cuerpo a su juramento. No aprueben esos esperpentos. Qu¨ªtense las rodilleras, p¨¢rense firmes en las plantas de sus pies y devuelvan la tranquilidad al pa¨ªs y la calidad a nuestras instituciones.

Para el final de 2024 el gobierno habr¨¢ pr¨¢cticamente terminado y nos enrutaremos hacia las elecciones de 2026. Claro est¨¢, el gobierno a¨²n seguir¨¢ haciendo da?o a trav¨¦s de decretos y regulaciones, controles de precios, subsidios y populismo, pero su legado estar¨¢ definido.

Este es el a?o cr¨ªtico. Nadie puede desfallecer. Los congresistas, las Altas Cortes, los mandatarios regionales, los empresarios, los medios, los intelectuales, seremos responsables de lo que quede de Colombia para el cierre de 2024. Las contradicciones del gobierno Petro no emocionan, angustian. Ojal¨¢ cesaran y pudi¨¦ramos abandonar esta labor peregrina de comentar y contradecir a este gobierno contradictorio.

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