Salir o no salir del gas: esa es la cuesti¨®n para Colombia
Ecopetrol ha advertido que, pese a que se trata de un combustible f¨®sil y solo hay reservas probadas para siete a?os, lo usar¨¢ como energ¨ªa para la transici¨®n. Seg¨²n expertos, para 2040 ya deber¨ªa estar fuera de la matriz del pa¨ªs
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El discurso de Gustavo Petro, presidente de Colombia, volvi¨® a repetirse en Davos. ¡°Hemos decidido no contratar m¨¢s exploraciones de petr¨®leo, gas y carb¨®n como una muestra de la necesidad que tenemos de descarbonizar nuestra econom¨ªa¡±. Sus palabras, por lo menos en t¨¦rminos de cambio clim¨¢tico, son una buena se?al pol¨ªtica, pero llevarlas a la pr¨¢ctica implicar¨¢ retos enormes no solo para este Gobierno, sino, por lo menos, para las pr¨®ximas cuatro presidencias del pa¨ªs. Y aunque el camino que deber¨¢ recorrer cada uno de estos combustibles f¨®siles en los pr¨®ximos a?os es desafiante, el caso del gas podr¨ªa ser de los m¨¢s inquietantes. Quiz¨¢, el que m¨¢s matices tiene.
Actualmente, el gas natural le da energ¨ªa a alrededor de 11 millones de familias, mueve a 670.000 veh¨ªculos y permite que 145.000 comercios puedan desarrollar su actividad, solo por citar algunos casos. Adem¨¢s, y a pesar de que su presencia en la matriz primaria ha ido disminuyendo ¨C ha pasado de representar el 28% al 16% entre 2000 y 2021, seg¨²n datos reportados por un informe del Natural Resource Governance Institute (NGRI) -, la seguridad energ¨¦tica del pa¨ªs sigue siendo altamente dependiente del gas. El problema es que desde el a?o 2022 se estim¨® que las reservas probadas que existen de gas natural en el pa¨ªs, solo alcanzar¨ªan para 7,2 a?os m¨¢s, el menor nivel alcanzado en los ¨²ltimos diez a?os.
Pese a esta posible escasez de gas, el Gobierno ha reiterado que usar¨¢ el gas como una energ¨ªa transici¨®n. Algo as¨ª como decir que es un escal¨®n por el que se necesita pasar, mientras las energ¨ªas renovables basadas en el sol y en el viento se hacen m¨¢s potentes y confiables. Se trata de una narrativa que no solo ha crecido en Colombia. ?La raz¨®n? El gas, a pesar de generar metano ¨C que es hasta 80 veces m¨¢s potente que el CO2 a la hora de calentar la atm¨®sfera -, emite entre un 50% y 60% menos de CO2 que el carb¨®n. Por eso, si se compara con el petr¨®leo y el carb¨®n, puede considerarse una energ¨ªa m¨¢s limpia.
Cuando se juntan ambos discursos ¨C la intenci¨®n de dejar atr¨¢s el gas eventualmente, pero usarlo como parte de la transici¨®n hac¨ªa las renovables ¨C surgen m¨¢s preguntas. ?Cu¨¢les son los sectores que dejar¨¢n de usar primero el gas? ?Para cu¨¢ndo debe salir de la matriz energ¨¦tica? ?Si solo hay gas para 7,2 a?os m¨¢s, vale la pena seguir apost¨¢ndole?
Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol, prefiere no dar fechas sobre su salida. ¡°La demanda va a ser la que diga cu¨¢ndo empezar¨¢ a decaer el uso de este recurso¡±, comenta en entrevista con Am¨¦rica Futura. Mientras, expertos como Giovanni Pab¨®n, director del ¨¢rea de Energ¨ªa en el centro de pensamiento Transforma, comentan que los an¨¢lisis apuntan a que, para 2040, el gas ya deber¨ªa salir. Esto, teniendo en cuenta que el pa¨ªs tiene compromisos clim¨¢ticos como reducir sus emisiones en 51% para 2030 y ser carbono neutral a 2050. ¡°Dejar el gas va a ser doloroso y largo, pero hay que hacerlo, tambi¨¦n, porque es un combustible que cada vez tendr¨¢ precios m¨¢s altos¡±, agrega.
La baraja de opciones del gas
Haciendo matem¨¢ticas ligeras, Colombia tendr¨ªa gas asegurado hasta, m¨¢s o menos, 2029. Y si un buen estimado es que el combustible tendr¨ªa que salir de la matriz para el 2040, por lo menos habr¨ªa que asegurar m¨¢s gas natural para unos diez a?os, esto teniendo en cuenta que la misi¨®n que tiene el Gobierno es que se haga sin explorar m¨¢s contratos de los que existen al d¨ªa de hoy. Para lograrlo, existe una baraja de opciones.
Una sobre las que primero habla Roa es la de materializar la explotaci¨®n del gas que est¨¢ costa afuera. ¡°En la medida que podamos madurar y desarrollar los recursos off shore, esperamos que podamos suplir r¨¢pidamente este nivel de reservas¡±, comenta. Sus c¨¢lculos apuntan a que, si determina que s¨ª se puede y es financieramente recomendable explotar ese gas costa afuera, el combustible ya se podr¨ªa utilizar ¡°por temprano para el 2027 y, por tarde, para principios de 2029¡å. ¡°Estamos hablando de 2,5 terapies c¨²bicos adicionales o, por mucho, entre 10 y 12,5 terapies c¨²bicos¡±. Gas que, se?ala, podr¨ªa duplicar las reservas, en el primer caso, y hasta multiplicarlas por cuatro o por cinco en el segundo caso.
Pese a su optimismo frente al tema, hay reportes que han encontrado dudas sobre esta opci¨®n. El a?o pasado, el International Institute for Suistainable Develepment (IISD) public¨® un informe que, con base en un an¨¢lisis del grupo Rystad, dec¨ªa que dos de los grandes proyectos que se esperan explotar costa afuera, los yacimientos de Gorgon y Uchuva, solo lograr¨ªan darle gas al sistema hasta 2035, ¡°alcanzando su m¨¢ximo alrededor de 2037-2038¡å. Algunas de las conclusiones de las que habla el documento de IISD son que el desarrollo de estos yacimientos es muy incierto e implica altos riesgos econ¨®micos, que ¡°estas inversiones se consideran econ¨®micamente no comerciales¡± y que ¡°la venta de este gas en el mercado interno colombiano probablemente requerir¨ªa que el gas se vendiera a un precio m¨¢s elevado que el esperado por los consumidores, por lo que el Gobierno colombiano podr¨ªa verse obligado a pagar importantes subvenciones al fin de mantener un precio aceptable¡±.
Sin embargo, un an¨¢lisis m¨¢s reciente de Rystad, publicado en diciembre de 2023, va por otra v¨ªa. Se?ala que el desarrollo de Gorgon y Uchuva generar¨ªa un gas que ser¨ªa competitivo en t¨¦rminos econ¨®micos. ¡°En t¨¦rminos de seguridad del suministro, competencia de precios y oportunidades para la industria nacional, el desarrollo de estos activos en alta mar deber¨ªa ser una prioridad para Colombia¡±.
La otra opci¨®n ¨C que podr¨ªa ser una mezcla con la anterior ¨C es importar m¨¢s gas. ?De d¨®nde? Roa repite la idea que se ha hecho p¨²blica de traerlo desde Venezuela. ¡°Existe un veh¨ªculo jur¨ªdico desde 2007 por el cual ya Colombia le suministr¨® combustible a Venezuela y ahora podemos usarlo para que Venezuela [a trav¨¦s de PDVSA] nos supla de gas, ya que tiene vigencia hasta 2027¡å, comenta. ¡°Estamos evaluando la integralidad y la condici¨®n f¨ªsica del gasoducto para poderlo adecuar¡±. ?Cu¨¢nto costar¨ªa? A¨²n no se sabe. Y hasta el momento, tampoco es que haya algo definido.
Finalmente, otra de las opciones en la baraja es crear una segunda infraestructura de importaci¨®n, adem¨¢s de la que ya existe en el Caribe colombiano. Se tratar¨ªa de una regasificadora en la costa del Pac¨ªfico, una idea con la que vienen coqueteando varios Gobiernos desde el 2017, pero que ha tenido varios detractores. ¡°Algunos analistas consideran que [la regasificadora] plantea riesgos de tipo ambiental y de ubicaci¨®n geogr¨¢fica sobre territorios protegidos, que existen potenciales amenazas s¨ªsmicas y un canal poco profundo para que ingresen las embarcaciones o que no es conveniente la importaci¨®n por el elevado precio internacional del gas¡±, se?ala el informe de NRGI. En las ¨²ltimas licitaciones para asignar su construcci¨®n, la convocatoria se ha declarado desierta.
No incentivar la demanda de gas
Sobre el gas en Colombia, hay dilemas e incertidumbres. Pero hay una cosa que parece ser clara: se deber¨ªa evitar incentivar a¨²n m¨¢s la demanda de gas, pues es una que, seg¨²n Ecopetrol, se ha mantenido estable durante los ¨²ltimos diez a?os. ¡°Es importante que lo que se impulse realmente son las renovables, como la oportunidad de electrificar el sector transporte y el residencial. Desde ya, todas las construcciones nuevas deber¨ªan tener estufas el¨¦ctricas y no de gas¡±, asegura Juliana Pe?a, oficial senior para Am¨¦rica Latina de NRGI. ¡°Paralelo a esto, tambi¨¦n hay que dejar de aumentar las termoel¨¦ctricas a base de gas, y as¨ª la demanda disminuir¨¢¡±.
Pero la historia no habla necesariamente bien sobre esto. Pab¨®n, por ejemplo, recuerda que en 2021 el Congreso aprob¨® la ley 2028 que obliga a las ciudades con sistemas de transporte masivo a que, por lo menos, el 30% de su flota operare con motores de gas, cuando lo que se deber¨ªa incentivar es que fueran el¨¦ctricos. ¡°Hay que evitar que se repitan estos escenarios a toda costa. Hay que dejar de incentivar el uso del gas porque, a futuro, ser¨¢ un error tremendo¡±.
Y es que, por ahora, sobre el gas, parece que nada est¨¢ acordado. Hay incertidumbre sobre los planes, los costos y, por supuesto, hasta Colombia depender¨¢ del gas. Lo cierto, como dice Pe?a, es que ¡°hay que hacer un plan de salida del gas¡±, algo sobre lo que, puntualmente, el Gobierno no ha hablado.