El encargado de Cultura de Medell¨ªn: ¡°No tengo ni idea, no me da pena decirlo¡±

En un arrebato de sinceridad poco com¨²n entre los pol¨ªticos, el encargado de Cultura de la ciudad de Medell¨ªn ha reconocido que no tiene ni idea de lo que hace. Manuel C¨®rdoba, en un v¨ªdeo de apenas 35 segundos que se ha hecho viral en redes sociales, explica, en un tono altanero, que recibi¨® el encargo del alcalde, el excandidato presidencial Fico Guti¨¦rrez, de estar al cargo de los temas culturales de la ciudad sin tener ninguna experiencia, sin ni siquiera saber cu¨¢l es el manejo de una biblioteca. ¡°No me da pena decirlo¡±, reconoce sin sonrojarse. Fico le ha pedido este mi¨¦rcoles por la ma?ana la renuncia y el ahora exsecretario la ha presentado pocos minutos despu¨¦s. Su carrera ha sido breve y cuesta creer que vaya a gozar de una segunda vida.

El alcalde de Medell¨ªn fracas¨® en su intento de medirse como candidato presidencial a Gustavo Petro en 2022. Fico representaba una especie de continuidad respecto al anterior presidente, Iv¨¢n Duque, y eso jug¨® en su contra. A pesar de contar con el apoyo de los empresarios y del establecimiento en general, ni siquiera pas¨® a la segunda vuelta. Sin embargo, en las elecciones municipales del a?o pasado arras¨® como candidato a alcalde de su ciudad, donde es muy querido y donde va a ejercer un segundo mandato. A la luz de lo que ha ocurrido en las ¨²ltimas horas, resulta que no ha estado muy acertado a la hora de conformar su gabinete. C¨®rdoba, en lo que se conoce hoy en d¨ªa como un sincericidio, ha puesto en cuesti¨®n su buen ojo como reclutador.

Lo peor es que el exfuncionario involucra directamente a Fico en esta franca desconsideraci¨®n primero, ante los ciudadanos y, segundo, ante el mundo de la cultura. En el v¨ªdeo lo explica sin rodeos, sin que haya posibilidad de segundas interpretaciones: ¡°Fico fue el que me dijo: recib¨ª el mandato de la ciudadan¨ªa de Medell¨ªn, que fueron 700.000 votos. Manolito, hacete ah¨ª, resolveme ese chicharr¨®n tan verraco. Yo s¨¦ que a veces no ten¨¦s ni idea de temas culturales¡±. A continuaci¨®n se muestra orgulloso de su desconocimiento: ¡°Yo s¨ª puedo pecar en descacharme qu¨¦ es un registro, qu¨¦ es una biblioteca, todas esas cosas, y no me da pena decirlo. Pero lo que no me puedo descachar es la contrataci¨®n. Pues como me dice Fico a m¨ª: guev¨®n, ya ganamos las elecciones y por eso tambi¨¦n tengo la facultad y me fascina darme el lujo de decir que soy un paracaidista y que me fascina el vallenato. Por eso no me van a bajar, puedo decir lo que quiera¡±.

Los ciudadanos pocas veces tienen ¡ªtenemos¡ª la posibilidad de asistir a una muestra de franqueza de parte de un pol¨ªtico o un alto funcionario como esta. C¨®rdoba se cre¨ªa intocable, dice en el v¨ªdeo, y pensaba que pod¨ªa decir lo que le diera la gana. Con esa actitud ha dejado en evidencia lo que muchas veces ocurre tras las bambalinas del poder, donde prima la elecci¨®n de amigos y arribistas a la de verdaderos expertos en su campo. La incompetencia o el desconocimiento no importan, qu¨¦ m¨¢s da si ya nos han votado y ocupamos los cargos. Seguramente sin intenci¨®n, C¨®rdoba nos ha dejado ver por una mirilla lo que ocurre en el punto ciego de la pol¨ªtica.

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