Petro muestra sus cartas
El comportamiento presidencial parecer¨ªa privilegiar las medidas que se pasan la ley por la faja
Una lectura de las acciones del Gobierno de Gustavo Petro en los dos primeros meses de este a?o nos habla de: la pretensi¨®n del presidente de hacerse a superpoderes en el manejo del presupuesto; de indolencia en lo que tiene que ver con la situaci¨®n de las tarifas del servicio de energ¨ªa; de arbitrariedad y dedazos -seg¨²n el caso- en los procesos licitatorios; de corrupci¨®n en el proceso de adquisici¨®n y puesta en marcha de carrotanques para llevar agua a La Guajira; y de impunidad con la llegada del ex paramilitar Salvatore Mancuso, adem¨¢s de la pretensi¨®n de una ley de punto final. Explico por qu¨¦.
El Gobierno present¨® un borrador decreto para observaciones que busca intervenir en las vigencias futuras de las que dependen las principales obras de inversi¨®n en el pa¨ªs, despu¨¦s de haber intentado eliminar las destinaciones espec¨ªficas del presupuesto general de la naci¨®n. El objetivo, seg¨²n el presidente, es castigar las obras atrasadas y destinar con mejor criterio los recursos. Claramente el presidente de la Rep¨²blica no conf¨ªa de su equipo de Gobierno o definitivamente desprecia los conceptos t¨¦cnicos y privilegia los puramente pol¨ªticos, pues existe una institucionalidad, en la que el presidente tiene asiento, como son el Confis y el Conpes, desde la cual, tiene garantizada su intervenci¨®n.
Como si fuera poco, pretende reformar la ley de servicios p¨²blicos, b¨¢sicamente para que la regulaci¨®n del sector quede en su cabeza, interviniendo a su gusto en las comisiones reguladoras como la CREG, sin realmente tocar lo fundamental, que es la injusticia en las tarifas que se cobran al usuario, sin aclarar la ruta de la transici¨®n energ¨¦tica, en una clara b¨²squeda de acumulaci¨®n de poder y sobre todo de indolencia frente a las verdaderas necesidades como las tiene el Caribe colombiano, donde ya se apaga poco a poco la luz de esperanza.
El comportamiento presidencial entonces parecer¨ªa privilegiar las medidas que se pasan la ley por la faja. Si nos vamos al caso de la adjudicaci¨®n de la licitaci¨®n para producir los pasaportes, realizada por el secretario general de la Canciller¨ªa en plena facultades de sus funciones, y luego destituido por traici¨®n -seg¨²n el presidente Petro-, y los posteriores intentos por impedir que el acto administrativo, que qued¨® en firme en favor de la empresa Thomas Greg, nos encontramos con una especie jugada interna que tendr¨ªa como ¨²nico favorecido al suspendido canciller ?lvaro Leyva, que podr¨ªa volver a su cargo al desaparecer las causales que ocasionaron su obligado retiro.
Ojal¨¢ no fuera as¨ª, y se tratara de un funcionario que al recobrar sus funciones resolvi¨® en favor de que los colombianos, m¨¢s o menos un mill¨®n, puedan tener garantizado el servicio de expedici¨®n del documento, pero las ¨²ltimas salidas de los funcionarios a ¨®rdenes del presidente solo hablan de arbitrariedad, una especie de acu?ar: ¡°el Estado soy yo y me paso por la faja la ley¡±.
Por lo menos curioso que la ley de contrataci¨®n le parezca injusta al presidente cuando privilegia a un solo proponente, pero le sirve cuando se trata de adjudicar a dedo, como ha ocurrido con casi el 80% de los 800 contratos firmados por el Departamento Administrativo de la Presidencia, v¨ªa contrataci¨®n directa.
Y no solo estamos presenciando un intento por acumular poder, gestionar la pol¨ªtica p¨²blica sin controles y usar la ley a su acomodo, estamos presenciando actos de corrupci¨®n: se destaparon las irregularidades contractuales en la compra de carrotanques para llevar el agua a la sedienta Guajira: carrotanques que no pueden operar en las trochas de ese departamento, por su peso y el peso adicional del agua que cargan, que no son t¨¦cnicamente viables, pero que adem¨¢s, tuvieron sobrecostos, y se quedaron parqueados mes y medio, y fueron contratados con una empresa de papel, con el concurso de los pol¨ªticos de la regi¨®n liderado todo por el renunciado director de la Unidad de Gestion del Riesgo, Olmedo L¨®pez.
Y para cerrar le vemos la cara de frente a la impunidad. Regres¨® Salvatore Mancuso como gestor de paz a Colombia, el paramilitar que tiene m¨¢s de 42.000 hechos criminales por responder, quien debe ser sometido a prueba sobre la verdad, ojal¨¢ no acomodada, que debe entregar, y recibe ahora el t¨ªtulo de pacificador, en momentos en que el suspendido canciller suspendido ?lvaro Leyva pide ante el pleno de Naciones Unidas un tribunal de cierre para todos, ex guerrilleros y criminales que cualquier pelambre, porque la JEP, la Justicia Especial para la Paz, el tribunal de justicia transicional, ya no le sirve ni a ¨¦l ni a los excombatientes de las FARC, preciso en momentos que se anuncian sus condenas o castigos.
Algunos de los ministros de este Gobierno, en su idoneidad y respeto por la ciudadan¨ªa est¨¢n trabajando con la honestidad que requiere su cargo, pero mientras el presidente, su l¨ªder, act¨²e como un vengador de lo que llama el status quo de la corrupci¨®n del pasado, y se la pase auto garantiz¨¢ndose poderes cual aut¨®crata sin freno, no ser¨¢ posible salir de este atolladero, del que solo nos salva por ahora, la disminuci¨®n en las cifras de inflaci¨®n y desempleo, que tan poco parecen muy sostenibles.
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