Las dudas de la Reserva Federal afectan la decisi¨®n de tasas del Banco de la Rep¨²blica en Colombia
El Gobierno de Gustavo Petro reclama al emisor acelerar el recorte de tipos en al menos 75 puntos b¨¢sicos
Leonardo Villar preside el Banco de la Rep¨²blica desde mayo de 2021 y, quiz¨¢, nunca haya pasado por una temporada m¨¢s compleja que ahora. La alarma se centra en los sobresaltos inflacionarios en Estados Unidos, donde el objetivo de llevar el aumento de precios al 2% a¨²n se ve lejano, con un incremento de 3,4% en los ¨²ltimos 12 meses (en marzo se registr¨® una subida mensual de 0,4%). Una se?al borrosa como una onda expansiva sobre la evoluci¨®n de la pol¨ªti...
Leonardo Villar preside el Banco de la Rep¨²blica desde mayo de 2021 y, quiz¨¢, nunca haya pasado por una temporada m¨¢s compleja que ahora. La alarma se centra en los sobresaltos inflacionarios en Estados Unidos, donde el objetivo de llevar el aumento de precios al 2% a¨²n se ve lejano, con un incremento de 3,4% en los ¨²ltimos 12 meses (en marzo se registr¨® una subida mensual de 0,4%). Una se?al borrosa como una onda expansiva sobre la evoluci¨®n de la pol¨ªtica monetaria del banco central colombiano, que empez¨® una senda de descenso gradual de los tipos desde el 13,25% de noviembre pasado hasta un 12,25% de finales de marzo.
Hoy se re¨²nen los siete miembros de la Junta Directiva del emisor colombiano, entre los que se halla el ministro de Hacienda, para decidir el alcance de una nueva intervenci¨®n a los tipos. El proceso, que pas¨® de ser una terapia de choque para enfriar una econom¨ªa recalentada tras la crisis sanitaria a una reanimaci¨®n por la ca¨ªda del crecimiento, podr¨ªa verse condicionado por las noticias desde Estados Unidos. M¨¢s a¨²n si se tienen en cuenta las persistentes tasas altas de inflaci¨®n anual en Colombia, que en su lectura de marzo bajaron al 7,36%. Es decir, el costo de la vida en Colombia est¨¢ a¨²n a m¨¢s del doble de la meta (3%) y el tratamiento escogido para revertirlo ha resultado lento y tortuoso porque impacta directamente asuntos como el exiguo crecimiento del pa¨ªs y el consumo dom¨¦stico.
Estados Unidos, por su parte, encadena ya 12 meses con niveles de inflaci¨®n superior a sus expectativas. La econom¨ªa, en todo caso, marcha bien y los analistas auguran que con las elecciones presidenciales de noviembre la Reserva Federal no har¨¢ recortes a los tipos antes de fin de a?o. Se trata de decisiones que tienen repercusi¨®n global, y los inversores y banqueros del Banco Central Europeo o del Banco de Inglaterra tambi¨¦n han ajustado su hoja de ruta con los ¨²ltimos movimientos en EE UU. En el caso de la econom¨ªa colombiana, las cosas se agudizan por su alto grado de dependencia de la divisa estadounidense.
Cualquier retoque pronunciado al diferencial entre la tasa de inter¨¦s estadounidense y la colombiana se puede traducir, por ejemplo, en una devaluaci¨®n del peso. ¡°Si Colombia hoy baja las tasas de inter¨¦s y Estados Unidos las sube, ser¨¢ m¨¢s atractivo para los inversores sacar sus d¨®lares del pa¨ªs y llevarlos a otro sitio donde les d¨¦ mejor rendimiento¡±, explica el economista Eduardo Lora. ¡°La gente querr¨¢ tener m¨¢s d¨®lares y los pondr¨¢ en Estados Unidos y el peso se debilitar¨¢¡±.
Lo anterior tambi¨¦n ahondar¨ªa la deuda externa del pa¨ªs, que se paga en d¨®lares y ya se est¨¢ llevando casi una cuarta parte del presupuesto estatal. La lucha contra la inflaci¨®n tambi¨¦n se dificultar¨ªa. Razones de sobra para que la mayor¨ªa de los miembros de la Junta se inclinen por un recorte moderado de entre 25 y 50 puntos b¨¢sicos, seg¨²n las encuestas elaborada por la Asociaci¨®n Nacional de Instituciones Financieras (Anif) y el mismo Banco de la Rep¨²blica. Adem¨¢s, el cultivo o elaboraci¨®n de m¨²ltiples productos de la canasta b¨¢sica, o de piezas para la industria petrolera colombiana, por citar solo dos ejemplos, est¨¢n muy atados a los precios de las importaciones denominadas en d¨®lares.
Con todo, si la mayor¨ªa de los miembros opta a por la v¨ªa moderada, muy seguramente producir¨¢ preocupaci¨®n en los circuitos empresariales. Pero tambi¨¦n en el Gobierno, que a trav¨¦s del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, ha presionado desde finales del a?o pasado para acelerar los recortes. Una situaci¨®n singular, donde el poder p¨²blico y privado confluyen como pocas veces en los ¨²ltimos dos a?os para revertir con mayor celeridad una receta de pol¨ªtica monetaria que ha encarecido los cr¨¦ditos, dificulta el consumo privado y ya empieza a afectar el empleo.
El doctor en Econom¨ªa Hernando Zuleta apunta que el otro vector importante, adem¨¢s de la coyuntura estadounidense, ser¨¢ la tasa de inflaci¨®n que viene ¡°cayendo a buen ritmo en Colombia¡±: ¡°Supongo que el comportamiento inflacionario en Colombia pesar¨¢ m¨¢s en la decisi¨®n, pero la reducci¨®n de la tasa de inter¨¦s ser¨¢ leve¡±. Zuleta no desconoce que si desde el Banco de la Rep¨²blica se contempla un eventual aumento al precio del dinero por parte de la Fed, es muy probable que el proceso de recortes en la escala local pueda echar freno en alg¨²n momento del a?o.
Una opci¨®n que el acad¨¦mico de la Universidad Javeriana Adri¨¢n Garlati descarta de tajo: ¡°La Fed tambi¨¦n se re¨²ne ma?ana y lo que la mayor¨ªa de los analistas espera es que mantenga sus tasas en el nivel actual. Aunque hay algunos factores de incertidumbre, como el impacto del conflicto en Oriente Pr¨®ximo sobre los precios del petr¨®leo y la inflaci¨®n a nivel global que tendr¨¢n que incorporar a sus c¨¢lculos¡±. Garlati argumenta, en ese orden de ideas, que el Banco de la Rep¨²blica bajar¨¢ la tasa en 50 puntos. ¡°La inflaci¨®n viene bajando, pero a¨²n es m¨¢s del doble del objetivo del banco, que es del 3% anual. Por eso creo que seguir¨¢ siendo s¨²per conservadora para evitar un repunte¡±.
Garlati agrega otros riesgos, como el aumento del precio de los arriendos de este a?o, o los bandazos clim¨¢ticos con la llegada de La Ni?a. Dos factores que podr¨ªan empujar el precio de la econom¨ªa y que seguramente pesar¨¢n en las pr¨®ximas decisiones de la Junta. ¡°El otro punto, un poco incierto, es la decisi¨®n del Gobierno con respecto al aumento del precio del ACPM. Si eso sucede, se traducir¨ªa en el encarecimiento de todos los bienes asociados al transporte, que son pr¨¢cticamente todos los bienes de la econom¨ªa¡±. Por su parte, los pron¨®sticos de inflaci¨®n del banco central para final de este a?o son del 5,4% anual y el desempleo amenaza con volver a los dos d¨ªgitos. Por eso el optimismo es moderado y los adjetivos para describir el recorte en los tipos de hoy oscilan entre la apat¨ªa y la prudencia.
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