El Atl¨¦tico Bucaramanga llega a la final de la mano de un venezolano mientras el alcalde promueve una fuerte pol¨ªtica antimigrantes

En la historia de Bucaramanga, Santander, es dif¨ªcil encontrar un episodio de efervescencia colectiva que se asemeje al actual. Desde hace unos meses, a medida que avanzaba la Liga Betplay y el equipo de la ciudad se consolidaba en el primer lugar, los 1,3 millones de habitantes de su ¨¢rea metropolitana est¨¢n ilusionados con la primera estrella. Al Atl¨¦tico Bucaramanga, uno de los clubes m¨¢s antiguos del pa¨ªs, con 75 a?os, la gloria le ha sido esquiva. Su afici¨®n se acostumbr¨® a ser abnegada, manteni¨¦ndose fiel a pesar de las crisis econ¨®micas y tres estancias en segunda divisi¨®n.

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En la historia de Bucaramanga, Santander, es dif¨ªcil encontrar un episodio de efervescencia colectiva que se asemeje al actual. Desde hace unos meses, a medida que avanzaba la Liga Betplay y el equipo de la ciudad se consolidaba en el primer lugar, los 1,3 millones de habitantes de su ¨¢rea metropolitana est¨¢n ilusionados con la primera estrella. Al Atl¨¦tico Bucaramanga, uno de los clubes m¨¢s antiguos del pa¨ªs, con 75 a?os, la gloria le ha sido esquiva. Su afici¨®n se acostumbr¨® a ser abnegada, manteni¨¦ndose fiel a pesar de las crisis econ¨®micas y tres estancias en segunda divisi¨®n.

Esa sequ¨ªa podr¨ªa llegar pronto a su fin en menos de dos semanas, cuando se enfrente a Independiente Santa Fe en la final. Uno de los principales responsables de la haza?a es el entrenador venezolano Rafael Dudamel, con solo esta temporada en el banquillo. Su figura ha desatado un sentido de pertenencia in¨¦dito entre los bumangueses, que contrasta con la f¨¦rrea pol¨ªtica de expulsi¨®n de migrantes que encabeza el alcalde Jaime Beltr¨¢n, quien asumi¨® el mandato este mismo semestre. Son las dos caras de una moneda.

El partido que sell¨® el paso a la final fue contra Deportivo Pereira, el pasado 2 de junio. En una tarde de ensue?o, ante su p¨²blico, el Bucaramanga gan¨® 3 a 1 y obtuvo el liderato de su grupo, en el que tambi¨¦n estaban Millonarios y Junior de Barranquilla, clubes hist¨®ricos. Cerca de 30.000 voces que llenaban el estadio Alfonso L¨®pez corearon el nombre de Dudamel, que alzaba los pu?os en se?al de victoria. S¨®lo dos d¨ªas antes, en el centro de la ciudad, el antiguo arquero de la selecci¨®n venezolana hab¨ªa aceptado una invitaci¨®n a las instalaciones de la Alcald¨ªa, en donde recibir¨ªa las llaves de la ciudad de manos de Beltr¨¢n. ¡°Pase lo que pase, Bucaramanga ya gan¨® con un t¨¦cnico que es ejemplo como profesional y persona, que nos demuestra que el trabajo duro y honesto se tiene que premiar¡±, asegur¨® el alcalde frente a las c¨¢maras.

En sus redes sociales, especialmente tras el triunfo al Pereira, Beltr¨¢n ha incrementado las publicaciones alusivas al equipo, incluyendo videos y fotograf¨ªas propias luciendo la tradicional camiseta auriverde. El inusual fanatismo deportivo del alcalde contrasta con un rasgo suyo que s¨ª se ha mantenido a lo largo de los ¨²ltimos a?os: el reforzamiento de la seguridad y el se?alamiento a los migrantes venezolanos.

Desde la adopci¨®n de un candado como logo para su candidatura hasta la justificaci¨®n de la paloterapia ¡ªcomo ¨¦l llama a los casos de justicia por mano propia¡ª, Beltr¨¢n ha abrazado el combate del crimen como su principal bandera. Muestra de ello es que durante la campa?a, en la que gan¨® con 91.372 votos (equivalentes al 34,62 % de la votaci¨®n), le gustaba que lo compararan con el presidente salvadore?o Nayib Bukele, diciendo una y otra vez que emular¨ªa el mismo modelo de seguridad en Bucaramanga. Al hoy alcalde se le cuestionaba su admiraci¨®n por el l¨ªder centroamericano, sobre quien pesan centenares de acusaciones de violaciones a los derechos humanos. Beltr¨¢n les restaba importancia y afirmaba que su prioridad era restablecer el orden en la ciudad.

Siendo consecuente con eso, en el ¨²ltimo mes el alcalde ha intensificado la expulsi¨®n de migrantes venezolanos, organizando un amplio despliegue en medios de comunicaci¨®n para dar a conocer la iniciativa. Seg¨²n dice, su objetivo final es ¡°proteger el territorio¡± y evitar que se propague la delincuencia. Ha dado ¨®rdenes a las autoridades para que capturen a personas extranjeras que tengan alg¨²n tipo de antecedente ¡ªas¨ª no configuren delitos¡ª y posteriormente los env¨ªen a ciudades fronterizas, como C¨²cuta, en Norte de Santander, o Maicao, en La Guajira.

La medida ha generado pol¨¦mica, pero Beltr¨¢n se defiende. ¡°Las oeneg¨¦s que se la pasan se?alando y acusando de xenofobia a todo el mundo, callan con las v¨ªctimas de la delincuencia. Ninguna se pronuncia cuando la ciudadan¨ªa es la que sufre las consecuencias de la permisividad y la complacencia. Yo no me voy a arrodillar ante estos se?alamientos. A Bucaramanga la voy a seguir defendiendo porque as¨ª me lo exige la ley¡±, public¨® en su cuenta de X, luego de que Jairo Aguilar Deluque, gobernador de La Guajira, comparara su m¨¦todo de expulsi¨®n al que empleaban los nazis para enviar jud¨ªos a campos de concentraci¨®n.

Al margen de esa discusi¨®n, es un hecho que la pol¨ªtica emprendida por Beltr¨¢n ha disparado la xenofobia. La abogada Laura Jim¨¦nez, directora de El Bar¨®metro, una plataforma que sistematiza informaci¨®n de redes y medios sobre xenofobia y racismo en Am¨¦rica Latina, explica que el discurso del alcalde ¡°es una estrategia ganadora, pero falsa¡±, y recuerda que ha sido utilizada en distintos pa¨ªses del mundo. ¡°Los estudios que se han hecho sugieren que la poblaci¨®n migrante es responsable del 5% de los delitos cometidos. Es una cifra baja a comparaci¨®n de los otros cr¨ªmenes que se cometen. ?l no puede decir que va a acabar con la inseguridad enfoc¨¢ndose exclusivamente en una poblaci¨®n responsable de un porcentaje tan bajo¡±.

La experta recuerda puntualmente una publicaci¨®n que hizo Beltr¨¢n en su cuenta, que luego comparti¨® la senadora uribista Mar¨ªa Fernanda Cabal y alcanz¨® altos niveles de difusi¨®n. Se trataba de la primera comunicaci¨®n del alcalde de una expulsi¨®n de venezolanos de suelo bumangu¨¦s. ¡°Esto apenas comienza¡±, se lee en el mensaje, acompa?ado de una fotograf¨ªa de los hombres aprehendidos. Los registros de El Bar¨®metro indican que esa publicaci¨®n dispar¨® los mensajes de odio en X. ¡°Nuestros n¨²meros muestran que desde entonces creci¨® en 2.350% la cantidad de contenido xen¨®fobo en X, en Colombia¡±, dice Jim¨¦nez.

El concejal Carlos Parra, quien perdi¨® frente a Beltr¨¢n en las pasadas elecciones y es miembro del opositor Alianza Verde, advierte sobre las posibles consecuencias negativas de la medida del mandatario, a la vez que afirma que no se conocen estudios de pol¨ªtica criminal o convivencia que la sustenten. ¡°Tanto sensacionalismo en redes, como el que usa la Alcald¨ªa para promocionar la expulsi¨®n de migrantes, puede traer una ola de violencia todav¨ªa peor. A corto plazo se ve atractivo, pero a mediano plazo puede ser algo perjudicial¡±, dice.

Los reparos tambi¨¦n han venido desde la institucionalidad. En una carta del 30 de mayo, la Defensor¨ªa del Pueblo insta a Beltr¨¢n a no caer en arbitrariedades y ¡°evaluar las circunstancias personales de cada sujeto¡±. La entidad de protecci¨®n le recuerda al alcalde que ¡°los migrantes y sus familiares son ante todo seres humanos y titulares de derechos humanos universales, cuya dignidad y seguridad necesitan una protecci¨®n especial¡±.

Unas pocas horas antes de la publicaci¨®n de este art¨ªculo, Beltr¨¢n se reuni¨® con Jaime El¨ªas Quintero, presidente del Atl¨¦tico Bucaramanga. Con una sonrisa de por medio, estrecharon las manos y posaron ante los medios de comunicaci¨®n. ¡°Todos unidos por la primera¡±, es el mensaje con el que Beltr¨¢n acompa?a la foto en sus redes. En la historia quedar¨¢ escrito que ese t¨ªtulo que Beltr¨¢n llama con deseo, si se logra, ser¨¢ gracias a Rafael Dudamel, un venezolano que llev¨® a un modesto club a pelear con los grandes, que ubic¨® al cuadro leopardo en el mapa del f¨²tbol nacional. Y lo hizo durante la Administraci¨®n de Jaime Beltr¨¢n y su pol¨ªtica de expulsi¨®n de otros venezolanos.

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