Las disidencias destierran a los firmantes de paz que cambiaron los fusiles por remos en Miravalle
Colombia repudia las amenazas que provocan el desplazamiento masivo de los excombatientes de uno de los espacios de reincorporaci¨®n m¨¢s emblem¨¢ticos, conocido por su oferta de turismo con rafting
Ni total, ni parcial. El anhelo de paz se aleja para los habitantes de Miravalle, que hab¨ªa sido uno de los espacios de reincorporaci¨®n de excombatientes m¨¢s esperanzadores de Colombia, atrapados ahora en el fuego cruzado de las disidencias de la extinta guerrilla de las FARC que persisten en la violencia. Las amenazas de una facci¨®n del autodenominado Estado Mayor Central han acabado por desplazar esta semana a los firmantes de paz que cambiaron fusiles por remos. A pesar de la condena un¨¢nime a esos hostigamientos, la decisi¨®n est¨¢ tomada.
¡°Nos vemos obligados a salir del territorio, del espacio de reincorporaci¨®n, de nuestro hogar¡±, se lamentaban el jueves en un comunicado los exguerrilleros y campesinos que bajo el lema ¡°remando por la paz¡± se capacitaron como gu¨ªas de rafting en ese paraje selv¨¢tico y monta?oso del departamento de Caquet¨¢, al que en su d¨ªa llegaron instructores costarricenses. ¡°Hemos quedado en medio de una absurda disputa entre las guerrillas del Estado Mayor Central (EMC) y la Segunda Marquetalia hasta el punto del ahogo, sofocando las posibilidades de continuar nuestras operaciones tur¨ªsticas y deportivas en nuestra vereda¡±. Aunque reconocen que es un momento doloroso, prometen que no van a desistir y se proponen proteger lo que han cultivado.
Miravalle, en el simb¨®lico municipio San Vicente del Cagu¨¢n, se hab¨ªa convertido en una postal del potencial transformador que representa el acuerdo de paz sellado a finales de 2016. Coronado por una larga calle de coloridas casas en el filo de una empinada monta?a, era uno de los 24 espacios territoriales de capacitaci¨®n y reincorporaci¨®n, o ETCR en la jerga institucional derivada del acuerdo. All¨ª, a pesar de todos los obst¨¢culos, crearon, entre otras, una empresa de rafting que ofrec¨ªa descensos por los r¨¢pidos del r¨ªo Pato. Contaron con el impulso de la Misi¨®n de Verificaci¨®n de la ONU y la empresa R¨ªos Tropicales de Costa Rica, un pa¨ªs pacifista conocido por el desarrollo sostenible del ecoturismo. As¨ª consiguieron atraer m¨¢s de 3.000 visitantes y el equipo de rafting incluso represent¨® a Colombia en los mundiales de Australia, en 2019, e Italia, en 2023.
Pero el emprendimiento de Miravalle y su inspirador ejemplo de reconciliaci¨®n se estrell¨® en los ¨²ltimos d¨ªas con la violencia recrudecida de los disidentes que se apartaron de los acuerdos de 2016. M¨¢s de 80 personas saldr¨¢n del ETCR, entre ellos m¨¢s de 20 ni?os, y el espacio quedar¨¢ pr¨¢cticamente vac¨ªo. El frente Iv¨¢n D¨ªaz, una de las estructuras del ahora dividido EMC, se?al¨® a los firmantes de ser c¨®mplices de la Segunda Marquetalia, la otra gran sombrilla de disidencias, les lanz¨® un ultim¨¢tum y declar¨® el lugar como ¡°zona de conflicto¡±. Su prop¨®sito, coinciden los observadores, es despejar corredores estrat¨¦gicos de econom¨ªas ilegales para ejercer control territorial en medio de la guerra a muerte que libran distintas facciones.
El Estado colombiano ha sido incapaz de garantizar la seguridad y la vida a los excombatientes en los casi 8 a?os transcurridos desde la firma del acuerdo de paz. M¨¢s de 400 han sido asesinados, con los disidentes como principales responsables. Miravalle es el quinto ETCR en el que las disidencias han provocado un desplazamiento masivo de firmantes, con el agravante de que tanto el frente Iv¨¢n D¨ªaz -encabezado por alias Calarc¨¢- como la Segunda Marquetalia negocian con el Gobierno de Gustavo Petro en el marco de la pol¨ªtica de paz total, con la que dialoga en simult¨¢neo con diversos grupos armados. Eso, sin embargo, no ha impedido las amenazas a exguerrilleros y comunidades.
El mecanismo de verificaci¨®n de la mesa con el EMC ha enviado una comisi¨®n especial internacional a Miravalle ¡°para que contenga estas acciones de presi¨®n¡±, ha dicho Camilo Gonz¨¢lez Posso, el jefe negociador del Gobierno, quien lo ha calificado como algo ¡°inadmisible¡±, en medio del aluvi¨®n de reacciones. Las autoridades instalaron este viernes un ¡®Puesto de Mando Unificado por la Vida¡¯ y el propio ministro de Defensa, Iv¨¢n Vel¨¢squez, reconoci¨® que es un hecho de ¡°suma gravedad¡±, mientras que el representante del secretario general de la ONU en Colombia, Carlos Ruiz Massieu, hizo un llamado a respetar la vida y la reincorporaci¨®n de los firmantes. ¡°Una genuina voluntad de paz pasa por respetar a quienes ya han apostado por el camino de la paz y reconciliaci¨®n¡±, enfatiz¨®.
Los mensajes de rechazo a las amenazas se han multiplicado. El expresidente y Nobel de Paz Juan Manuel Santos consider¨® ¡°totalmente inaceptable¡± lo que est¨¢ pasando en Miravalle, pues el Gobierno ¡°tiene la obligaci¨®n de implementar las garant¨ªas de seguridad establecidas en el acuerdo de paz, recuperar el control del territorio, y proteger la vida de los firmantes y de las comunidades comprometidas con la construcci¨®n de paz¡±. Rodrigo Londo?o, Timochenko, el otro firmante de los acuerdos como cabeza de las otrora Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, fue a¨²n m¨¢s all¨¢ en sus reparos a Petro, que ha tenido el respaldo de Comunes, el partido heredero de la guerrilla. ¡°Soy un convencido de la paz total y de la soluci¨®n negociada a las violencias persistentes en el pa¨ªs. Pero la improvisaci¨®n, las concesiones a los verdugos y la mezquindad para implementar el acuerdo de paz son un riesgo para la vida de miles de firmantes¡±, manifest¨® en un mensaje dirigido al propio mandatario. ¡°Los responsables, presidente, son los grupos disidentes a los que usted otorg¨® reconocimiento pol¨ªtico y les abri¨® un lugar en una mesa negociaci¨®n¡±.
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