Santos desmiente a Petro ante la ONU sobre el acuerdo de paz, la constituyente y la JEP
Funcionarios colombianos han atribuido a unos p¨¢rrafos un significado ¡°contrario a su objeto, alcance y finalidad¡±, advierte el expresidente y Nobel de Paz en una carta al secretario general, Antonio Guterres, y al Consejo de Seguridad
Funcionarios y exfuncionarios del Gobierno de Gustavo Petro han atribuido a algunos p¨¢rrafos del acuerdo de paz firmado con la extinta guerrilla de las FARC ¡°un significado que es contrario a su objeto, alcance y finalidad¡±, advierte el expresidente de Colombia Juan Manuel Santos en una carta al secretario general de la Organizaci¨®n de Naciones Unidas, Ant¨®nio Guterres. Esa idea es ¡°posiblemente incompatible con el principio de buena fe¡±, alerta el tambi¨¦n merecedor del Nobel de Paz por esa negociaci¨®n en la misiva fechada el 31 de mayo, a la que ha tenido acceso EL PA?S. El presidente que sell¨® la paz con las extintas FARC considera absurdo invocar ese hist¨®rico pacto para promover una Asamblea Constituyente, como han propuesto voces del Gobierno o cercanas a ¨¦l, y se propone atajar esa teor¨ªa, que ya ha sido desmentida por pr¨¢cticamente todos los negociadores.
Mi carta al Secretario General de la ONU para terminar un debate desgastante e innecesario. pic.twitter.com/iEqhdzp3fK
— Juan Manuel Santos (@JuanManSantos) June 3, 2024
La ONU ha cumplido un papel definitivo en la consolidaci¨®n de la paz en Colombia, y cuenta con una Misi¨®n de Verificaci¨®n sobre el terreno en el pa¨ªs sudamericano. Santos comienza por recordar en su carta que, en su condici¨®n de jefe de Estado, transmiti¨® a Guterres ¨Cy a trav¨¦s suyo, al Consejo de Seguridad¨C el texto completo del acuerdo de paz que suscribieron el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia a finales de 2016. ¡°Al transmitirle el Acuerdo Final me refer¨ª expresamente al principio de buena fe, de enorme importancia en la interpretaci¨®n y aplicaci¨®n del Acuerdo¡±, subraya el expresidente. ¡°Lo resalto porque funcionarios y exfuncionarios colombianos le han atribuido a algunos p¨¢rrafos del Acuerdo un significado que es contrario a su objeto, alcance y finalidad, lo cual es posiblemente incompatible con el principio de buena fe¡±.
Hace una semana, Santos ya hab¨ªa calificado de ¡°absurdo¡± usar el acuerdo de paz para convocar una Asamblea Constituyente, en un rechazo frontal a una idea que el Gobierno de Petro ha mencionado en m¨¢s de una ocasi¨®n. As¨ª lo ha insinuado el propio mandatario, haci¨¦ndose eco de las tesis de su excanciller ?lvaro Leyva. ¡°Esa fue precisamente una de las l¨ªneas rojas que mantuvimos en la negociaci¨®n¡±, afirm¨® Santos entonces. Una Constituyente solo se puede convocar usando los procedimientos que establece la carta pol¨ªtica colombiana, y ¡°cualquier intento de hacerlo por otra v¨ªa se enfrentar¨ªa con el poder Legislativo, con el poder Judicial, con las Fuerzas Armadas y con la gran mayor¨ªa de los colombianos¡±, apuntal¨® en ese pronunciamiento. La carta conocida este lunes va un paso m¨¢s all¨¢.
El acuerdo de paz, le escribe Santos a Guterres, ¡°lejos de prever mecanismos extrainstitucionales o de buscar eludir los procedimientos establecidos en la Constituci¨®n de Colombia¡±, fue ratificado en su d¨ªa por el Senado y la C¨¢mara de Representantes, de acuerdo a lo acordado por las partes. Adem¨¢s, se?ala, cuando la implementaci¨®n exigi¨® cambios constitucionales, su Gobierno sigui¨® el procedimiento establecido en la Constituci¨®n.
¡°Ning¨²n aparte del Acuerdo Final propone o insin¨²a que se puedan desconocer en el futuro las reglas establecidas en la Constituci¨®n vigente¡±, enfatiza Santos en referencia a la carta pol¨ªtica de 1991. ¡°La Corte Constitucional reviso? la compatibilidad con la Constituci¨®n, no solo de las leyes que desarrollaron el Acuerdo, sino tambi¨¦n de las reformas constitucionales, de conformidad con las reglas y doctrinas constitucionales com¨²nmente aceptadas en esa materia en Colombia, pa¨ªs que se enorgullece de una tradici¨®n m¨¢s que centenaria de respeto al principio de supremac¨ªa constitucional¡±.
Santos, quien gobern¨® entre 2010 y 2018, tambi¨¦n se refiere espec¨ªficamente a la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz, el sistema de justicia transicional encargado de juzgar los cr¨ªmenes m¨¢s graves cometidos durante el conflicto armado. La JEP ha sido un blanco de cr¨ªticas de parte del presidente Petro, quien no lo considera el tribunal de cierre que le gustar¨ªa. El acuerdo de paz, recuerda Santos, ¡°considero? esencial que, adem¨¢s de darles verdad a las v¨ªctimas, les fuera garantizado su derecho a la justicia, mediante la investigaci¨®n y sanci¨®n de los delitos de lesa humanidad, los cr¨ªmenes de guerra y otros graves delitos expresamente enumerados¡±. Afirma que nada en el texto ¡°puede ser distorsionado para abrir la posibilidad de conceder amnist¨ªas, indultos, exoneraciones o perdones por tales cr¨ªmenes de connotaci¨®n internacional, mucho menos a los m¨¢ximos responsables¡±.
¡°Se ha pretendido desconocer la letra y el esp¨ªritu del Acuerdo, as¨ª como la independencia de la JEP creada para evitar la impunidad, tratando de imponerle una manera de proceder¡±, se?ala Santos al citar una serie de afirmaciones que hizo el propio presidente Petro, de su pu?o y letra, en una carta dirigida a Guterres el 19 de octubre de 2023. La Misi¨®n de Verificaci¨®n de la ONU tambi¨¦n es la encargada de verificar el cumplimiento y aplicaci¨®n efectiva de las sanciones que imponga la JEP, que se acerca a sus primeras decisiones de fondo sobre los dos macrocasos m¨¢s avanzados, que involucran a la c¨²pula de las extintas FARC por el crimen del secuestro y a militares por los asesinatos de civiles que hicieron pasar por guerrilleros, los llamados ¡°falsos positivos¡±.
Los expresidentes Felipe Gonz¨¢lez de Espa?a y Jos¨¦ Pepe Mujica de Uruguay, que son garantes de componente internacional de verificaci¨®n de los acuerdos, est¨¢n ¡°totalmente de acuerdo con el esp¨ªritu y el contenido de esta comunicaci¨®n¡±, afirma Santos al final de la carta, que llega en un momento de elevada crispaci¨®n pol¨ªtica en Colombia por cuenta de las constantes alusiones del presidente Petro al poder constituyente, nunca del todo aclaradas.
Aunque Petro se posicion¨® como un defensor del acuerdo de paz, desde que lleg¨® al poder ha tenido varios roces con Santos y con los dem¨¢s arquitectos de ese proceso, que a su turno han criticado el curso de las negociaciones con la guerrilla del ELN y las disidencias de las FARC en el marco de la pol¨ªtica de paz total. Las m¨²ltiples negociaciones de la paz total de Petro no deben opacar la implementaci¨®n, hab¨ªa subrayado el propio Santos en noviembre durante el s¨¦ptimo aniversario de la firma del acuerdo del Teatro Col¨®n. La implementaci¨®n, subray¨® entonces al lamentar la lentitud del actual Gobierno, es una condici¨®n fundamental para que cualquier otra negociaci¨®n de paz pueda prosperar en Colombia.
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