Es la libertad, est¨²pido
Cuando los venezolanos valientemente exponen su pecho en las calles ante las balas de la tiran¨ªa y gritan libertad, hablan no solo de libertad pol¨ªtica contra los dictadores eternos, sino tambi¨¦n de libertad econ¨®mica para emprender
Cuando los venezolanos valientemente exponen su pecho en las calles ante las balas de la tiran¨ªa y gritan libertad, hablan no solo de libertad pol¨ªtica contra los dictadores eternos, sino tambi¨¦n de libertad econ¨®mica para emprender, ensayar lo que quieran comprar o vender, a precios no distorsionados, los nuevos productos que quieren crear, as¨ª sea a riesgo de equivocarse, que es la m¨ªnima condici¨®n de la libertad. Saben ellos que si los dejan interactuar tranquilos, sin el dictador tutelar que todo pretende saberlo y todo quiere controlarlo, les ir¨ªa mejor. Saben que la libertad es buena as¨ª...
Cuando los venezolanos valientemente exponen su pecho en las calles ante las balas de la tiran¨ªa y gritan libertad, hablan no solo de libertad pol¨ªtica contra los dictadores eternos, sino tambi¨¦n de libertad econ¨®mica para emprender, ensayar lo que quieran comprar o vender, a precios no distorsionados, los nuevos productos que quieren crear, as¨ª sea a riesgo de equivocarse, que es la m¨ªnima condici¨®n de la libertad. Saben ellos que si los dejan interactuar tranquilos, sin el dictador tutelar que todo pretende saberlo y todo quiere controlarlo, les ir¨ªa mejor. Saben que la libertad es buena as¨ª sea para correr grandes riesgos. Y que los dictadores son malos as¨ª digan que nos quieren proteger y guiar para que no nos equivoquemos. Adem¨¢s de ser malos por robarse las elecciones y la esperanza del pueblo que dicen proteger.
Se ha achacado al sistema de mercado la creaci¨®n de mucha pobreza. Se olvida el hecho hist¨®rico de que antes de que hubiera libertades econ¨®micas y de emprendimiento hab¨ªa solo un pu?ado de nobles ricos, rodeados de la casi total pobreza del resto de la gente. El acicate de salir de la pobreza rural ha llevado por d¨¦cadas, e inclusive por casi un siglo, a la llegada de inmigrantes a las ciudades que buscan entrar a emprender y ensayar, buscar empleo y progresar. Esto ha llevado a aberrantes contrastes entre barrios ricos y barrios pobres en muchas ciudades del mundo. Lo importante es constatar que es el sistema econ¨®mico exitoso lo que da esperanza de que la pobreza se puede derrotar, y NO su causa. Malinterpretar esa situaci¨®n lleva a personas como Maduro a pol¨ªticas equivocadas; al oportunismo c¨ªnico de los dictadores, que descreen del sistema de libre mercado y que destruyen lo que no entienden.
Se ha puesto de moda criticar ese sistema de libre mercado, a pesar de que no se lo entiende. Ese ejercicio suele ser sin consecuencias, cuando amigos o conocidos despotrican del sistema econ¨®mico donde viven y en el que act¨²an. Pero cuando es Nicol¨¢s Maduro, tirano de un pa¨ªs que era rico y ahora no, donde la gente contaba con tres comidas al d¨ªa y ahora no, y donde hab¨ªa libertad de decisi¨®n, emprendimiento y elecci¨®n pol¨ªtica, y ahora no, la ignorancia de criticar un sistema econ¨®mico que no se entiende tiene serias y da?inas consecuencias para decenas de millones de venezolanos
Me propongo explicar qu¨¦ es el sistema de libre mercado, tanto para Nicol¨¢s Maduro como para muchas personas comunes y corrientes con las que converso del tema con frecuencia.
Empiezo por el sistema de precios, que si bien tuvo origen muchos milenios antes de la aparici¨®n del capitalismo, es la columna vertebral del sistema.
El sistema de precios no es inventado por nadie. Surgi¨® espont¨¢neamente de la acci¨®n humana, de la actitud y el beneficio mutuo de intercambiar cosas. Se parece al lenguaje, en el sentido de que se lo inventan los humanos donde quiera que est¨¦n y surge como el resultado de su interacci¨®n. Los precios resultan de unas tasas de truque de cosas, aceptadas mutuamente por voluntad propia. Son unos transmisores de informaci¨®n sobre escasez y abundancia de cosas ¨²tiles o que la gente valora.
Los precios libres presuponen la acci¨®n de gente libre, que toma decisiones en puntos geogr¨¢ficos y en momentos muy distantes. Los fenicios compraba metales en Espa?a que intercambiaban meses despu¨¦s por madera egipcia; as¨ª los griegos, persas, indios, chinos, aztecas e incas. Los precios esperados y aceptados en intercambios libres serv¨ªan a poblaciones muy distantes para conseguir lo que no ten¨ªan y que consideraban muy valioso, y cambiarlo por lo que era abundante en sus regiones.
En ese sentido, los precios libres y la libertad de acci¨®n, intercambio y emprendimiento mejoran la vida de las personas libres. Es un profundo equilibrio social, curiosa e ir¨®nicamente alimentado por miles de peque?os desequilibrios que mueven a la acci¨®n a muchos emprendedores.
Las personas, al decidir libremente, pueden escoger correr riesgos inmensos e incurrir en p¨¦rdidas enormes. El sistema lo permite y lo promueve. No garantiza que todos ganen en cada momento del tiempo. Pero se basa en que a trav¨¦s de la sistem¨¢tica prueba y error las personas van a aprender para qu¨¦ son buenas, qu¨¦ destrezas tienen, qu¨¦ conocimientos valoran otros, qu¨¦ aptitudes o artes les pueden agenciar beneficios al intercambiar los frutos de su trabajo por el de otros.
La suma social de esos aprendizajes, errores, p¨¦rdidas y ¨¦xitos lleva a un aumento en el bienestar de casi todos. Tambi¨¦n, los puede llevar a querer emigrar a sitios donde se valora m¨¢s lo que cada uno sabe. La econom¨ªa libre es un proceso de aprendizaje.
Los dictadores o los pol¨ªticos intervencionistas, y muchas veces los empresarios que les piden poner barreras de entrada, o precios ficticiamente favorables, creen saber m¨¢s que la gente y limitan sus decisiones, impiden que entren libremente nuevos jugadores a determinadas actividades (la banca o la salud por ejemplo) y terminan creando un sistema de amigotes y pocas empresas oligop¨®licas, que osifica y enaniza la econom¨ªa. Cuando eso pasa, muchos padecen y pocos ganan.
El fin de lucro suele ser el objeto de muchas cr¨ªticas. Los chinos comunistas lo abolieron en el campo en la era de Mao, y produjo la quiebra y la muerte de millones de campesinos por f¨ªsico desplome de la producci¨®n de alimentos. Algo similar sucedi¨® bajo la dupla Lenin-Stalin. En contraste, hace casi medio siglo Deng Xiao Ping permiti¨® a los campesinos chinos producir excedentes por encima de las cuotas fijadas, apropi¨¢rselos y venderlos libremente, lo cual inici¨® el milagro chino y la gradual migraci¨®n hacia una econom¨ªa capitalista integrada al mercado mundial, con tremendos efectos de reducci¨®n de la pobreza china y mundial.
En contraste, la propia Venezuela socav¨® el sistema de libre empresa, asign¨® a dedo propiedades y sectores, estatiz¨® y distorsion¨® precios a diestra y siniestra, con terribles consecuencias sociales.
Miremos ahora el papel crucial que juega el empresario experimentado y el emprendedor joven en esta historia. Equivocadamente se lo malinterpreta como alguien que gana mucho y no se lo merece. En esencia, es una persona que cada d¨ªa debe reaprender c¨®mo cambia su negocio, sus compradores, sus competidores, los costos de sus insumos, los procesos y tecnolog¨ªas, entre otras muchas cosas, como las regulaciones y los impuestos. Es, en suma, un aprendedor continuo e incesante que lucha por no dejarse sacar del sector en el que ha invertido d¨¦cadas de esfuerzo, capital y organizaci¨®n con sus empleados. Esa uni¨®n de esfuerzo de decenas, cientos o miles de trabajadores, que es una empresa, es muy malentendida y vilipendiada por los cr¨ªticos del sistema de libre mercado.
Los economistas hemos oscurecido este entendimiento, con conceptos como el PIB. Pareciera como si desde el primero de enero ya se supiera cu¨¢l puede ser el producto de una sociedad, cuando en realidad hay que crearlo cada d¨ªa a costa de singulares transacciones y contratos, ventas y compras, esfuerzos y p¨¦rdidas, que son el af¨¢n incesante de cada productor. La vista de helic¨®ptero de los economistas oscurece m¨¢s que aclara.
Claro est¨¢, hay que tener cuidado de cuando los empresarios en lugar de competir se confabulan contra el consumidor; tanto como cuando los pol¨ªticos y bur¨®cratas se confabulan contra los empresarios y terminan sacrificando a las familias que quer¨ªan favorecer.
Gente libre interactuando, aprendiendo continuamente, arriesgando, acertando o cometiendo errores y corrigi¨¦ndolos; creando productos y mercados; buscando con af¨¢n ofrecer lo que otros necesitan, con libertad de entrada a todos los mercados de servicios y productos, sumando m¨¢s y m¨¢s oportunidades de empleo y organizaci¨®n empresarial; esa es la esencia del progreso y el sistema de libre mercado.
No dejemos que los dictadores ignorantes, que viven de aplastar la libertada de la gente ganen hoy ni nunca m¨¢s. Estamos con Venezuela. Hoy todos somos venezolanos. La libertad que exige su pueblo en las calles, poniendo el pecho a las balas, ?es de lo que se trata, est¨²pido!
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