El breaking hace historia: de las calles del Bronx a los Juegos Ol¨ªmpicos de Par¨ªs
La incorporaci¨®n a los Ol¨ªmpicos de este baile contracultural demuestra el gran alcance del hip-hop, y evidencia tensiones entre su esp¨ªritu rebelde y su institucionalizaci¨®n
Si la Plaza de la Concordia de Par¨ªs pudiera hablar, tal vez recordar¨ªa la guillotina y las cabezas que vio caer mientras fue la Plaza de la Revoluci¨®n, la llegada desde Egipto del Obelisco de Luxor en 1836 y algunas de las almas virtuosas que han recorrido la avenida de los Campos El¨ªseos. Luego de estos Juegos Ol¨ªmpicos de 2024, la segunda plaza m¨¢s grande de Francia podr¨¢ narrar que recibi¨® una nueva revoluci¨®n. Fue all¨ª donde el breaking ¡ªun baile callejero que hace parte del hip-hop y fue creado en Nueva York por j¨®venes negros y latinos hace 50 a?os¡ª se inaugur¨® como deporte ol¨ªmpico.
No es la primera vez que los Ol¨ªmpicos en Par¨ªs presentan disciplinas ol¨ªmpicas curiosas. En 1900 hubo tiro a la paloma y carreras de globo aerost¨¢tico, y en 1924 Igor Stravinsky hizo parte del jurado que determin¨® que ninguno de los trabajos de composici¨®n musical merec¨ªa una medalla. La dificultad de evaluar las artes con la misma objetividad que los deportes hizo que salieran de los Ol¨ªmpicos luego de 1948. En el evento de este a?o, los jueces de breaking evaluaron musicalidad, originalidad, t¨¦cnica, ejecuci¨®n y vocabulario. As¨ª determinaron que la japonesa B-Girl Ami derrot¨® a la lituana Nicka para llevarse el oro, mientras que el bronce fue para la china 671. En la categor¨ªa masculina, gan¨® el canadiense B-Boy Phil Wizard, la plata fue para el franc¨¦s Danny Dann y Victor, de Estados Unidos, qued¨® tercero.
El Comit¨¦ Ol¨ªmpico decidi¨® en 2014 que, a partir de los Juegos de Tokio 2020, cada anfitri¨®n podr¨ªa postular algunos deportes adicionales. Si bien la Federaci¨®n Mundial de Danza Deportiva (WSDF) propuso el baile de sal¨®n, Par¨ªs se inclin¨® por el breaking, que hab¨ªa sido un ¨¦xito rotundo en los Juegos Ol¨ªmpicos de la Juventud Buenos Aires 2018 y pod¨ªa atraer espectadores nuevos, m¨¢s j¨®venes, como lo hizo el skateboarding en su debut de 2021.
Es una historia improbable. Una vez el DJ jamaiquino Kool Herc se dio cuenta de que las secciones m¨¢s percutivas de cada canci¨®n eran las que potenciaban las fiestas del Bronx que ¨¦l animaba a inicios de los 70, empez¨® a extenderlas con dos tornamesas y dos vinilos id¨¦nticos, para que nadie dejara de bailar. Esos momentos, en los que la bater¨ªa se intensificaba, eran los breaks, y el baile que los acompa?aba fue bautizado como breaking. Las pol¨ªticas de planeaci¨®n urbana de Robert Moses le hab¨ªan quitado casi todo al Bronx, un distrito olvidado que ard¨ªa en llamas, golpeado por la pobreza. Pero en esas fiestas barriales, en la intensidad de ese movimiento contracultural que luego ser¨ªa conocido como hip-hop, los adolescentes que inventaban acrobacias al ritmo de los breaks de James Brown ten¨ªan algo que no les pod¨ªan arrebatar.
Hay algo de violencia ritual en cada deporte, sobre todo en los Ol¨ªmpicos, que enfrentan a naciones enteras. El hip-hop fue un ant¨ªdoto para las guerras de pandillas: en vez de matar a tu enemigo, ?por qu¨¦ no derrotarlo bailando con m¨¢s estilo que ¨¦l, con un sistema de sonido m¨¢s potente, pintando tu nombre en lugares m¨¢s altos o con rimas m¨¢s afiladas? Por eso las llaman ¡°batallas¡± de break, un t¨ªtulo b¨¦lico que guarda ese esp¨ªritu de competencia feroz. ¡°El breaking, como parte del hip-hop, les da una opci¨®n a los j¨®venes de alejarse de las realidades callejeras m¨¢s duras. Activa tu curiosidad, te ayuda con tu autoestima y te lleva a superar tus l¨ªmites, a crecer¡±, le explica a EL PA?S el B-Boy (bailar¨ªn de breaking) venezolano Salo, que representa las crews (o colectivos de breaking) de Flying Legs y Funk Warriors. ¡°?C¨®mo algo as¨ª no va a ser especial? ?Es ¨²nico!¡±.
Ya desde los a?os noventa hab¨ªa torneos internacionales de breaking, luego de que pel¨ªculas como Wild Style (1983), Flashdance (1983) y Beat Street (1984) exportaran el hip-hop a todos los continentes. La B-girl bogotana Dylor, que representa al C¨ªrculo Hip-Hop, explica que ¡°aunque la pr¨¢ctica del breaking es universal, cada pa¨ªs ha desarrollado un lenguaje propio, un estilo. No es lo mismo ver bailar a alguien de Francia que a alguien de Jap¨®n que a alguien de Estados Unidos¡±.
En Bogot¨¢, los primeros breakers se reun¨ªan en el cine Embajador desde 1984. J¨®venes que cinco a?os atr¨¢s hab¨ªan bailado disco en las minitecas, y otros que reci¨¦n empezaban, compart¨ªan conocimientos y sobre el suelo de m¨¢rmol pul¨ªan sus habilidades, los giros que hab¨ªan copiado de esas pel¨ªculas, hasta que los vigilantes los ahuyentaban con baldados de agua. El breaking se convirti¨® en un fen¨®meno medi¨¢tico, y movimientos como los headspins, windmills o freezes llegaron hasta programas ic¨®nicos de la televisi¨®n colombiana de los ochenta como Baila de rumba, animado por Alfonso Lizarazo. Los Bone Breakers fueron unas de las primeras crews que surgieron en Bogot¨¢ durante esa ¨¦poca dorada. B-boy Flip Master, uno de sus fundadores, sostiene que desde entonces ya se dec¨ªa ¡°que el breaking deb¨ªa ser parte de una competici¨®n deportiva internacional, porque tiene exigencias como cualquier otro deporte de alto rendimiento¡±.
La relaci¨®n del hip-hop y el poder institucional es tensa desde su origen. Y se ha enredado conforme su marginalidad se ha superpuesto con el impulso que ha adquirido como mercado, negocio o bien de consumo, o como una de las fuerzas culturales m¨¢s importantes de los ¨²ltimos 30 a?os. Que Snoop Dogg haya sido elegido para cargar la antorcha ol¨ªmpica puede leerse como un triunfo innegable del hip-hop o la prueba de que se ha vuelto inofensivo, seg¨²n a qui¨¦n se pregunte. El breaking fue anunciado como deporte ol¨ªmpico en diciembre de 2020, y as¨ª surgi¨® una gran duda: ?c¨®mo asegurar que la esencia rebelde no se aguara ante la solemnidad de los cinco anillos? En la mitad de su primera batalla, B-girl Talash, que escap¨® de Afganist¨¢n y se refugi¨® en Espa?a, mostr¨® un mensaje en su capa que dec¨ªa ¡°Free Afghan Women¡±, y fue descalificada instant¨¢neamente: los Ol¨ªmpicos proh¨ªben las declaraciones pol¨ªticas. ?Y entonces qu¨¦ es el breaking?
Aun as¨ª, B-boy Reztless, de la crew de Medell¨ªn Rest In Beats, resalta que las batallas de Par¨ªs, una ciudad que respira hip-hop, se sintieron aut¨¦nticas. ¡°Los Ol¨ªmpicos se adaptaron al breaking, no al rev¨¦s. Ten¨ªan toda la atm¨®sfera de una batalla, incluso la rivalidad y la competencia, que no se pueden perder. Hubo gestos de cortadas de cabeza o de fumarse al otro, todo para decir: ¡®?Yo soy el mejor!¡±. La autenticidad del breaking tambi¨¦n pasa por la m¨²sica, la columna vertebral. El bogotano DJ Fresh, B-boy en su juventud y uno de los primeros art¨ªfices del hip-hop colombiano, destac¨® que DJ Fleg y DJ Plash supieron elegir canciones representativas de la cultura, como ¡°Judgement Day¡± de Method Man o ¡°The Mexican¡± de Babe Ruth, y otros cl¨¢sicos del rap y el funk que afianzaron la personalidad del evento.
Casi todos los B-boys y B-girls con los que habl¨® EL PA?S resaltaron el alto nivel de la competici¨®n y los participantes, pero Flip Master qued¨® insatisfecho: ¡°Fue apenas como un resumen del breaking, no se vio toda su fuerza, sus movimientos y su creatividad¡±.
El balance, en todo caso, es positivo, sobre todo ante la meta de poder ganarse la vida con el breaking, que sea m¨¢s que un hobby. As¨ª lo explica B-girl Cielo, de la crew argentina SuperPoderosas: ¡°Venimos arrastrando una lucha de muchos a?os para que esta disciplina art¨ªstica-deportiva sea visibilizada y valorada. Que instituciones tan jer¨¢rquicas la acepten me parece un gran acierto. Poder estar codo a codo con las y los mejores deportistas del mundo solo trae crecimiento¡±. Y Dylor recuerda que bast¨® con que el breaking fuera parte de los Ol¨ªmpicos de la Juventud en Buenos Aires para ver cambios. ¡°Los Gobiernos le pusieron m¨¢s atenci¨®n al breaking, invirtieron en eventos y viajes¡±, se?ala. ¡°Eso es una ventaja muy grande¡±.
Pese a eso, Cielo manifiesta una cr¨ªtica para los Ol¨ªmpicos y la WSDF: no haber escuchado a los breakers. ¡°La representaci¨®n de la comunidad del breaking para armar las clasificatorias fue escasa. Hubo poca informaci¨®n y ninguna posibilidad de co-crear los lineamientos seg¨²n las necesidades de cada regi¨®n. En Am¨¦rica Latina hay una cantidad de bailarines enorme, pero no tuvimos voz¡±. De los 80 breakers que participaron en las clasificatorias previas a los Ol¨ªmpicos, solo cuatro eran suramericanos. ¡°Ojal¨¢ m¨¢s adelante tengamos la oportunidad de clasificar y hacer una batalla como debe ser¡±, a?ade Flip Master.
El breaking no har¨¢ parte de Los ?ngeles 2028; debutar¨¢n el b¨¦isbol, el cricket, el f¨²tbol americano de bandera, el lacrosse y el squash. Aunque podr¨ªa volver en Brisbane 2032, su futuro no depende de esa aprobaci¨®n. Seguir¨¢ vivo en plazas y ciudades de todo el mundo. Para fortalecerlo, Reztless ve en el skateboarding, con sus marcas y patrocinios, un modelo interesante. ¡°Habr¨¢ unos breakers que quieran ser institucionales, y otros solo underground. Tambi¨¦n es posible tener un pie adentro y otro afuera, depende del juego que uno quiera jugar. ?Por qu¨¦ no so?ar con una marca de break que se vuelva importante? La tarea del movimiento es seguir creando industria a la vez que se preserva la esencia¡±.
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