Detr¨¢s de las c¨¢maras de Salvatore Mancuso, el controversial s¨ªmbolo entre los gestores de paz
En medio de cr¨ªticas y aplausos, el exjefe paramilitar se ha convertido en la figura pol¨ªtica m¨¢s importante para el presidente en su pol¨ªtica de paz total. Petro ha nombrado 18 gestores de paz, pero ninguno con la visibilidad de quien fue el excomandante m¨¢s temido de las autodefensas
¡°Hoy el pa¨ªs tiene aqu¨ª a Salvatore Mancuso, quien fue parte de las Autodefensas Unidas de Colombia, victimario del pueblo de C¨®rdoba¡±, fueron las palabras de Erasmo El¨ªas Zuleta, gobernador de ese departamento, el d¨ªa que el exjefe paramilitar recientemente pis¨® la tierra de donde es oriundo, y luego de dos d¨¦cadas de haber estado privado de la libertad en Estados Unidos y en Colombia. Ese d¨ªa frente a las c¨¢maras, junto al presidente Gustavo Petro, Mancuso quer¨ªa mostrar que ven¨ªa a abonar el camino para cumplir con su principal compromiso desde que fue nombrado gestor de paz: contribuir a dise?ar procesos de desarme en territorios donde ¨¦l mismo tuvo injerencia. Pero la imagen no ha hecho sino generar aplausos por un lado y enorme suspicacias por el otro. La oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, por ejemplo, se pronunci¨® al respecto sin mencionar al exparamilitar pero pidiendo ¡°garantizar la centralidad de las voces de las v¨ªctimas¡±. Detr¨¢s de las c¨¢maras, casi ning¨²n ciudadano, y especialmente casi ninguna de las v¨ªctimas del paramilitarismo, entiende bien qu¨¦ hace un gestor de paz, qu¨¦ hace Mancuso en su d¨ªa a d¨ªa, y porqu¨¦ el Gobierno Petro ha sido tan insistente en que el temido excomandante paramilitar tenga un papel central en la Paz Total.
La figura de Mancuso ha sido uno de los tantos simbolismos del Gobierno. Su regreso a Colombia, que tom¨® m¨¢s de 15 meses en tr¨¢mites administrativos en Estados Unidos para ser deportado, tuvo una s¨®lida injerencia del petrismo, asegura a este diario un exfuncionario que trabaj¨® en esos acercamientos. ¡°Desde Presidencia se enviaron varias cartas al Gobierno gringo porque no quer¨ªan soltarlo¡±, asegura.
El nombre del exjefe paramilitar ha sido, quiz¨¢, el m¨¢s reconocido de todos los nombramientos a gestores de paz que ha hecho este Gobierno. Hasta ahora, han hecho 18 designaciones, casi todos exintegrante de grupos armados con los que actualmente hay mesas de negociaci¨®n activas. Del ELN, ha sido nombrado Juan Carlos Cu¨¦llar (quien ocupa ese lugar desde 2005), Jairo Arrigis Guenis y Violeta Arango. Del Estado Mayor Central est¨¢n Rolan Arnulfo Torres, Jhon Maro Ortiz, Jhon Janier Tr¨®chez, Jeisson Ferney Lasso, Eusser Motta Meneses y F¨¢ber Garc¨ªa Guzm¨¢n. Por parte de la Segunda Marquetalia, los gestores son Zarzo Aldinever, Walter Mendoza, Giovanny Andr¨¦s Rojas, Alberto Cruz Lobo y Allende Perilla.
Mancuso es el ¨²nico gestor de paz de las antiguas Autodefensas Unidas de Colombia, una organizaci¨®n que t¨¦cnicamente ya no existe y con la que ya no hay nada que negociar. Pero s¨ª hay un di¨¢logo de paz con sus herederos, el temido y poderoso Clan del Golfo, y a Mancuso le encomendaron la misi¨®n de tender puentes con grupos como ese. Desde su nombramiento, en agosto de 2023, han sido varios los exparamilitares que han tocado la puerta buscando ser gestores de paz, como Carlos Mario Jim¨¦nez (alias Macaco) o Jorge Tovar (alias Jorge 40), pero la dupla ya ha expresado internamente sus molestias al Gobierno por no tener la misma posibilidad de Mancuso. El excomandante paramilitar ha tenido un trato especial, y no solo en el Gobierno. Por su enorme conocimiento sobre los v¨ªnculos del paramilitarismo con el Estado, es el ¨²nico exparamilitar que, de manera excepcional, ha sido aceptado como compareciente en la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP), el tribunal especial que naci¨® en 2016 con el Acuerdo de Paz con las FARC.
Otra fuente del Gobierno que particip¨® de los acercamientos con los abogados de Mancuso ha explicado que, aunque el Gobierno no designa un salario mensual para ninguno de los gestores de paz, ni est¨¢ estipulado por ley que reciban una remuneraci¨®n, s¨ª tienen la obligaci¨®n de garantizar su mantenimiento. Otra persona, quien trabaja en las negociaciones de paz, a?ade que una firma de abogados y dos asesores pol¨ªticos manejan la agenda de Mancuso, sus reuniones con funcionarios del alto Gobierno, y tambi¨¦n con integrantes de grupos armados con los que se re¨²ne en prisiones o en zonas rurales. Reuniones para cumplir con los compromisos que adquiri¨® ante la oficina del Alto Comisionado para la Paz.
Mancuso no se ha limitado, en todo caso, a tener un rol pasivo. En el evento de C¨®rdoba, seg¨²n dijo la persona que trabaja en los di¨¢logos, fue idea de Mancuso poner sobre la mesa una denuncia: que miles de hect¨¢reas, propiedades y dinero, que ¨¦l ha entregado a la justicia desde 2008, no han ido a reparar a las v¨ªctimas. ¡°Fue un punto que ¨¦l mismo pidi¨® incluir, m¨¢s de su iniciativa que del Gobierno¡±, explica. Lilia Solano, la directora de la Unidad para las V¨ªctimas, advirti¨® ese d¨ªa que 400 bienes que Mancuso ha devuelto al Estado para reparar a las v¨ªctimas del paramilitarismo, no aparec¨ªan. La denuncia, si bien grave, le faltaba un porcentaje. Uno de los asesores en la Unidad, en di¨¢logo con EL PA?S, ha explicado que, si bien hay algunos predios sobre los que no se ha podido hacer seguimiento, al menos el 70 % de los predios de Mancuso s¨ª se han sido restituido.
La figura de gestores de paz no es nueva ni de este Gobierno. Se viene utilizando desde 1997, cuando se cre¨® la Ley 418 que dio v¨ªa libre para que los gobiernos designaran a exintegrantes de grupos armados o personas en prisi¨®n para que cumplieran tareas espec¨ªficas que acercaran al Ejecutivo con los grupos al margen de la ley. Los recursos que designan para su protecci¨®n, vivienda, manutenci¨®n, esquema de protecci¨®n y funciones los cubre la oficina del Alto Comisionado de Paz. Este diario intent¨® contactar a esa entidad para conocer detalles sobre los procesos vigentes, pero hasta la publicaci¨®n de este art¨ªculo no hab¨ªan emitido una respuesta. Aunque los beneficios de los 18 gestores est¨¢n relacionados con la posibilidad de estar en libertad condicional, mientras sus procesos judiciales avanzan, una de las cl¨¢usulas de las resoluciones es clara en decir que, en caso de incumplir alguna de sus tareas, su designaci¨®n ser¨¢ revocada. Hasta ahora apenas han retrocedido uno de los nombramientos.
Esa fue la suerte de Alexander Farf¨¢n, conocido como alias Gafas, un exguerrillero de las FARC que deb¨ªa cumplir, desde su nombramiento el a?o pasado, con la misi¨®n de generar v¨ªnculos con las disidencias guerrilleras para agilizar su proceso en la mesa de negociaci¨®n. Su nombre volvi¨® a los medios luego de que apareciera en la liberaci¨®n de Sandra Betancur, una concejala secuestrada el 16 de septiembre pasado en Argelia (Cauca), la zona de disputa del Estado Mayor Central y uno de los lugares donde el Ej¨¦rcito no ha podido retomar el control. EL PA?S pudo confirmar con altas fuentes del Ministerio de Defensa que la resoluci¨®n que lo nombraba gestor de paz fue revocada el 16 de julio pasado. De los otros 17 gestores de paz que quedan, sin embargo, todos los ojos est¨¢n en Mancuso.
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